Hace casi un año, conocí a un chico sensible, delicado, cariñoso... con el que desde el primer día hubo "algo" que nos hizo ser inseparables.
Al paso del tiempo, comenzamos una relación.
No lo pasé muy bien, pues me controlaba a todas horas, no me dejaba hablar con mis amigos (y con desconocidos ya ni te cuento), y en alguna ocasión... me faltó el respeto, a veces me hablaba de maneras sin tener porqué, o no valoraba mis opiniones.
Aparte, las veces que teníamos relaciones al mes, se contaban con los dedos de una mano... y sobraban dedos. Ni si quiera hablabamos del tema, pues para él era un tema tabú y hasta en una ocasión me llamó asquerosa (sólo por decirle que me gustaría que terminase en mi boca).
Obviamente... lo dejamos, pues me desilusioné del cambio que dio.
Estuvimos sin hablar un mes y pico, casi dos.
Después, me vino a pedir perdón y me dijo que no pasaba por buenos momentos... y que le diese otra oportunidad. Yo le dije que no, pero que le ofrecía mi amistad... cosa que aceptó.
Y así fue pasando el tiempo... mientras que él, cada día, no paraba de decirme cosas preciosas... de insistirme en lo bien que estaríamos juntos, ahora que había cambiado por mí, en que haría de todo por hacerme feliz y demás. Volvía a ser el chico del principio.
Más tarde, empezamos a tener relaciones sexuales... eran realmente buenísimas, por no contar que sudecian casi cada día. Parece que entendió que demostrar que te gusta el sexo no es malo, y hasta me confensó cada una de las fantasía que tuvo conmigo, las veces que se masturbó mientras hablábamos y demás.
Yo, a pesar de dejarle claro que sólo era sexo y que no estaba enamorada, él pues no perdia la esperanza y con cada relación que teníamos, más ilusiones se hacía de un futuro juntos (hasta me pedía palabras románticas despues de hacerlo!).
A raíz de éstos encuentros, él ya se sentía "algo" mio... se enfadaba si tardaba unos segundos en contestarle al móvil o si me retrasaba 5 minutos en nuestras citas... decía que se ponía enfermo pensando que podía estar con otro (es extremadamente celoso).
Entonces... al cabo de una semana o así, tuvimos nuestra primera discusión.
Se comportó como si yo le importasé un comino (aunque en parte lo "entiendo", pues se enteró que me veía con otro hombre).
A mi me dolió ese comportamiento... pues a pesar de no estar enamorada, le quiero mucho... y me encantaría volver a amarle, porque sé que él me puede aportar todo lo que siempre soñé.
Le pedí perdón y le dije que me diese tiempo... que no me presionarse, que el amor llega sólo y yo no podía accelerarlo.
Pero a los dos días (es decir, ayer) tuvimos otra discusión, bastante fuerte.
Él me llamó llorando, diciendo que no aguantaba más el echo de que no le amase... que no podía estar sin mi, que temía perderme de nuevo y por ello, se iba a quitar la vida, que tenía un cuchillo preparado en las venas.
Yo, no me lo podía creer... aunque temía que fuese cierto, ya que últimamente tenía problemas con su familia, con sus amigos, en el trabajo... y su personalidad, tan "delicada", me hacía preocupar más.
Lo fuerte viene cuando descubro que era mentira, que mientras me estaba montando toda esta escenita, estaba tan tranquilo jugando a la consola.
No sé que pensar... no sé si perdonarle, pues amenazar con suicidarse si no me enamoro de él me parece de locos...
(Por cierto, muchísimas gracias si lo habéis leído hasta el final).