Pues no sé si esto vaya aquí, o si me habré equivocado de sección
Pero bueno, sucede que hace poco menos de un mes hubo un evento en el cual se hizo una aglomeración en el sitio en el que yo me encontraba.
En un momento comencé a sentir como unos roces en mi colita... y pues primero como que sentí medio raro... y en un inicio traté de no prestarle atención, pues no había mucho que se pudiera hacer debido a la concurrencia del lugar, además de que los roces seguro eran accidentales ya que no eran tan seguidos. Un poco después, al notar (con mi vista panorámica) tras de mí un movimiento, me volví un poco discretamente y justo en ese momento vi que pasó un señor con una bolsa, y la verdad es que me sentí bastante aliviada, pues me convencí de que no había sido nada más que su bolsa lo que me había rozado de manera accidental, y como ya había pasado el señor, ya no me preocuparía.
Sin embargo, poco después comencé a sentirlo de nuevo, e igual que la vez anterior, traté de ignorarlo, pero por alguna razón todo se hacía cada vez más frecuente hasta que empecé a sentir lo que me pareció un dedo que me acariciaba uno de mis glúteos. Me hice un poco hacia adelante pero él avanzó a mi par, pues aún podía sentir su dedo que me acariciaba. Avancé un poco y por un segundo dejé de sentirlo, pero poco después comencé a percibir unos roces que se aproximaban a mi cadera, los cuales comenzaron siendo ligeros pero muy pronto se volvieron frotamientos cada vez más firmes hasta que poco a poco fue sujetándome de la cadera con sus manos, provocando que me desplazase un poco hacia la izquierda, quedando de esta manera justo enfrente de él. De esto me percaté poco después, ya que pronto pude sentir lo que supuse que serían las yemas de sus dedos acariciando suavemente mi glúteo derecho. Para ese momento ya comenzaba a intuir que todo aquello no se estaba presentando de una manera accidental, pero al sentir aquello mi cuerpo comenzó como a paralizarse sin saber qué hacer. Por un momento me asaltó la idea de volverme hacia atrás, pero debido al miedo de que fuese una persona a la que le temo y que sabía que había cierta posibilidad que hubiese acudido al evento, deseché dicha opción.
Así siguió durante un rato, pasando de un glúteo a otro, y poco después pude sentir cómo comenzaba a frotarlas con toda la palma de su mano, primero de manera leve, y amasándolas de vez en cuando, y de cuando en cuando recorría mi espalda hacia arriba con uno de sus dedos, o pasaba sus manos por mis caderas.
Para ser sincera, no sé exactamente qué es lo que sentía, pues en un inicio experimenté algo parecido a una angustia paralizante, por lo cual sólo deseaba que parase. Sin embargo, hubo un momento en que se detuvo y empecé a sentir un enorme alivio, aunque por alguna extraña razón fue como si mi cuerpo comenzase a extrañar aquellas sensaciones.
Aun así, poco después sentí de nuevo sus manos que me sujetaron del lado izquierdo de mi cadera, acercándome tanto a él que podía sentir su cuerpo pegado al mío, y ahí permaneció, mientras que posaba de nuevo su mano derecha sobre mis glúteos para luego continuar con lo que hacía anteriormente, sin aún desprender su otra mano de mi cadera.
Para ese momento ya no me sentía tan angustiada, e incluso pude notar cómo una parte de mí deseaba que se quedara, pues cuando llegó el momento en que debió partir, la sensación me duró varios minutos más, e incluso hasta hoy sigo recordándolo de vez en cuando y por más que he querido no he podido dejar de pensar en ello.
Sé que parece algo muy simple, pero nunca había tenido una experiencia ni remotamente parecida.
Realmente no sé siquiera si me gustó o no, pues de alguna manera es como si a mi cuerpo le hubiera gustado pero mi mente como que no termina de asimilarlo...
¿Algún consejo?