Llevo poco más de un año con una persona a la que conocí porque me echó una mano con un problema familiar grave.
Desde el principio me di cuenta de que, posiblemente, no era adecuado para mi, pero me enamoré y me dejé llevar. La primera noche que estuvimos "juntos", en cuanto terminó se apartó, se sentó en la cama y me levanté a abrazarle; él me indicó que necesitaba reposar y se fue al baño. Aguanté porque no quería romperlo, pero me sentí como una ...
Es una persona cariñosa, mucho mensajito, mucho " te quiero", pero a la hora de colaborar, si lo hago yo todo, mejor.
No tiene trabajo (ha empezado a estudiar) y todo lo pago yo, pero es que parece que hacer cosas es sólo voluntad mía.
Yo tengo un carácter melancólico, aunque en muchos momentos alegre y normalmente lleno de energía, de hecho trabajo con niños, que son mi pasión y creo que soy buena en mi trabajo.
Soy de darle muchas vueltas a las cosas, soy sociable aunque apenas tengo amistades, y debido al problema del año pasado, paso ratos de mucho sufrimiento, pues el problema aún no está arreglado.
En este tiempo, se han sucedido las descalificaciones personales cada vez que ha habido un problema: que estoy loca, que estoy descontrolada (llevo una vida normal, se refiere a emocionalmente), que necesito ayuda, que nunca voy a ser feliz, que destruyo lo que hay a mi alrededor, que ahora entiende lo que aguantó mi ex pareja, que no afronto los problemas, que voy a estar deprimida toda mi vida (actualmente tomo un antidepresivo suave diario para la ansiedad que me produce el problema que os decía, pero trabajo, hago ejercicio, como bien y hago vida normal).
Yo cuando me enfado, juzgo lo que la otra persona ha hecho conmigo, pero no cómo es y mucho menos trato de descalificarla.
Ayer rompí la relación y dice que me quiere ayudar porque no soy capaz de ver mis problemas, que si no los afronto voy a seguir así toda mi vida, estoy muy angustiada.