Necesito desahogarme

Hola, no sé por dónde empezar. Resulta que estoy casada y tengo una niña de 3 años. Nos costó muchísimo a mi marido y a mí tenerla. Estuvimos mas de 2 años intentándolo y por fin llegó. Ahora estamos intentando tener otro bebé y vamos por el mismo camino, ya llevamos más de año y medio intentándolo y de momento no hemos tenido suerte.

Y él está pensando en que nos hagamos pruebas para ver si hay algún tipo de problema, y yo estoy intentando darle largas para no hacerlas, pero ya casi no tengo escapatoria. Y tengo miedo, mucho miedo. Porque es posible que mi niña no sea de él.

Resulta que una noche discutimos. Fue algo muy tonto. Ya casi no me acuerdo cómo empezó. Era un viernes por la noche y estábamos viendo la tele y hablando, y de pronto hubo algo que dije, que no le pareció bien y empezamos a discutir. Y poco a poco se fue caldeando el ambiente y la discusión fue a más y a más. Y acabamos diciéndonos cosas muy feas. Y finalmente él decidió irse el fin de semana fuera a ver si nos calmábamos los dos. Fue a la habitación, cogió un macuto, metió algo de ropa y se marchó así sin mas. Yo me quedé allí parada, llorando, sin saber qué hacer. Pasé una noche horrible, pensando a ver dónde habría ido. Si volvería. Y sobre todo, cómo habíamos llegado hasta eso. La verdad es que últimamente estábamos muy tensos. El estres del trabajo, el estres por intentar tener un hijo que no llegaba ...

Al día siguiente estuve esperándolo, pensando que durante la noche habría estado recapacitando y que viendo que todo había sido una tontería, volvería a casa. Pero casi a última hora de la tarde aún no tenía noticias suyas, así que llamé a su hermano gemelo, para ver si sabía algo de él. Por si había ido a casa de sus padres a pasar allí el fin de semana. Me dijo que no sabía nada de él desde hacía unos días. Me derrumbé por teléfono, así que me dijo que se venía para casa para que le contara lo que había pasado. Y vino a casa. Le conté todo lo que había pasado y lloré y me desahogué. Al final saqué todo lo que tenía ahí dentro que tanto me estaba quemando. Fue muy bueno, siempre lo ha sido conmigo. Me tiene un aprecio muy grande y yo a él. Físicamente es igual que mi marido, pero su forma de ser, como el día y la noche. Llamó a mi marido al móvil para ver dónde estaba y si estaba bien. Le dijo que estaba bien, que conduciendo había ido a parar a un pueblo a unos 100 km de donde nosotros vivimos, que necesitaba un par de días para pensar y aclarar las ideas, que sentía haberme echo daño, y le colgó el teléfono. Mi cuñado, viendo cómo estaba el panorama, no me quiso dejar allí sola esa noche. Pidió una pizza y nos sentamos a comerla frente a la tele, en el mismo sitio que mi marido y yo habíamos discutido la noche anterior. Se fué a la cocina y trajo una botella de vino para acompañar. Y bueno, ya os podéis imaginar lo que sigue. Bebimos vino, nos subió a la cabeza, empezamos a hablar, a ponernos tontos, que si te tengo mucho aprecio, que si te quiero, que si ... y a lo tonto a lo tonto nos enrollamos. Yo, la verdad, como me había subido tanto el vino a la cabeza, no sé cómo, pero sabiendo que era mi cuñado el que tenía delante, pensaba que era mi marido. Casi estaba convencida que era él. Bueno, pues nos despertamos al amanecer, allí los dos abrazados, en el sofá. Nos arrepentimos un montón de lo que había pasado. Decidimos no volver a hablar del tema, actuar como si nunca hubiera pasado. Aunque es inevitable acordarme de lo que pasó cada vez que lo veo.

Esa noche volvió mi marido. Me pidió perdón por lo pasado. Me dijo que no sabía qué había ocurrido, que llevaba un tiempo muy nervioso, muy estresado. Sabía que yo estaba deseando ser madre y como no lo conseguíamos, pensaba que era culpa suya, que no era capaz de dejarme su "semillita", y eso le estaba carcomiendo por dentro. Y como en los últimos días había tenido problemas en el trabajo, un negocio que salió mal, pues ya lo acabó de rematar. Y esa pequeña discusión fue la escusa para sacar fuera todo lo que había estado reteniendo. Yo le dije que para nada era culpa suya el que yo no me quedara embarazada. Que no era culpa de nadie. Que seguramente estábamos tan agobiados por el tema que eso nos impedía "dar en la diana". Decidimos que nos tomaríamos un tiempo de relax, y que cuando nos sintiéramos preparados lo intentaríamos de nuevo, y que si veíamos que al cabo de 6 meses no lo conseguíamos, que iríamos al médico a ponernos en tratamiento.

Cual fue mi sorpresa, que siendo yo tan puntual en el tema de la menstruación, ese mes no me bajó el día que tocaba. Esperé unos días y nada, ni noticias. Como me sentía un poco rara, a los 5 días me hice un test de embarazo y ... positivo!!!!!!!!!!! La verdad es que me entró un poco de miedo, porque lo primero que me vino a la cabeza fue la noche en que nos enrollamos mi cuñado y yo, pero enseguida me la quité, porque nos enrollamos a principios del periodo, fuera de los días fértiles, y como yo era tan puntual, me pareció imposible.

Nació mi niña, unos días antes de que cumpliera, y ese día fue el más feliz de mi vida. Era preciosa, y era igualita a su padre. Su misma naricita, su misma boquita, su misma barbillita. Si miraba una foto de él cuando era pequeño, y miraba a mi niña, parecía estar viendo la misma persona, sólo que en niña.

Cuando cumplió el añito, decidimos ir a buscar el hermanito, y visto lo que nos costó quedarme embarazada de ella, quisimos empezar pronto, para que no se llevaran demasiado tiempo. Ya llevamos casi 2 años intentándolo y todavía no hemos tenido suerte. Yo no paro de acordarme de mi cuñado. Ahora estoy convencida de que él es el padre de mi hija. A lo mejor yo ovulé antes de tiempo y casualmente fue cuando nos enrollamos. Y tengo miedo, muchísimo miedo de que nos hagamos pruebas para ver porqué nos cuesta tanto quedarnos embarazados y que nos digan que él es estéril. Porque entonces se va a saber quien es el padre verdadero, porque ya os digo que mi niña es un calco de su padre, sea mi marido o mi cuñado, porque ambos son iguales, son gemelos!!!!!!

Hace unos días pude hablar a solas con mi cuñado y le conté mis temores. Se quedó blanco. No se lo esperaba. Me dijo que me quitara esa idea de la cabeza, que la niña es de mi marido, no de él. Que ni se me ocurriera comentar nada, que lo matábamos de un disgusto. Y yo la verdad es que no quiero que se entere, no sólo por mí y por la niña, sino también por su hermano, y sobre todo por él, no lo soportaría. Imagino que si es duro enterarse que tu mujer te ha engañado, más duro será saber que ha sido con tu hermano gemelo.

Así que no sé qué hacer. Ya digo que estoy alargando el ir al médico a hacernos pruebas, pero ya me está insistiendo mucho. Estoy intentando quitarle importancia el no tener mas hijos, que con nuestra niña ya somos felices, pero él está con el gusanillo de volver a ser padre, y no puedo negar que yo también.

Gracias por escucharme. Necesitaba contárselo a alguien, pero no puedo hacerlo con nadie que conozca. Se aceptan consejos, críticas, palabras de ánimos. Ya sé que la principal culpable de todo esto soy yo, pero todo el mundo comete errores, y yo me equivoqué una sola vez, pero puede costarme muy caro.