Mi relación se está muriendo por su orgullo
No sé ni por donde empezar. Perdonad por el rollo que os voy a contar, pero no tengo a nadie y necesito desahogarme.
Llevamos 5 años de pareja y hace más de un año que nos tropezamos con un conflicto tras otro. Yo soy muy comunicativa, me gusta hablar de los problemas para solucionarlos, pero él se niega a hablar y se siente atacado, por lo que a la mínima se pone como una fiera usando palabras hirientes, burlas, ironía... Yo no le entro al tema a la defensiva, de hecho empiezo tranquila, con mucho tacto e intentando explicarle cómo me siento, pero como se lo toma como una queja-ataque, utiliza mis palabras para hacerme daño en tono de mofa y con mucha ira.
Hasta hace dos semanas iba todo bien y llevábamos una racha de tranquilidad tras una crisis muy complicada en la que él se marchó dos veces de casa desapareciendo durante una semana sin dar señales. Le dijo a todo el mundo que volvía a estar soltero y yo me enteré por medio de los demás, por lo que os podéis imaginar cómo me sentí. Nuestros amigos y su familia me apoyaron siempre a mí, nunca aprobaron su actitud. De hecho, las razones por las que se fue son tan absurdas que rozan la locura. Al reconciliarnos él me dijo tan ancho que nunca me había dejado, que me quería y que tarde o temprano habría ido a buscarme...en fin, después de todo yo fui la ... que fue tras él...él nunca me buscó.
Hablando un día en cama con él, no recuerdo bien porqué, le dije que ya no sentía ilusión por nada en la vida y él se echó a llorar, no sé si porque le tocó la fibra por verme así o tal vez por él mismo, porque quizás él también se siente así, quién sabe. De todos modos, el sentimiento surgió en el momento pero luego se olvidó dado su comportamiento.
Hace dos semanas llegó tarde de trabajar como de costumbre. Siempre que llega a casa me da un beso tan pronto entra. Esta vez cuando entró en casa yo acababa justo de apagar un cigarro (él fuma poco pero fuma un par a diario) y al abrir la puerta empezó a quejarse muy malencarado de que apestaba a tabaco. Yo no le di importancia y le dije que acababa de apagarlo, pero él siguió quejándose y diciendo que había fumado mucho, lo cual no es verdad. Entonces abrió de nuevo la puerta para que saliera el humo al portal y yo le dije que la cerrara porque en el portal no hay ventilación y me parecía una desconsideración con los vecinos, que en casa sí había ventanas y que en unos minutos el olor se iría, así que cerró la puerta. Para mí no había ningún problema y al cerrar la puerta y entrar de nuevo en casa esperaba que se acercara a darme un beso, pero me quedé de piedra al ver que pasó de largo y me ignoró por completo todo el tiempo. Como lo vi enfadado decidí dejarlo tranquilo, total yo no estaba enfadada y ya se le pasaría. Cuando vamos a cama lo hacemos juntos y esta vez se fue sin decirme nada y cerró la puerta, cosa que nunca hace. Para evitar un mal trago en la habitación y viendo que me estaba evitando, decidí dormir en el sofá. Al día siguiente, en contra de lo que me esperaba, seguía con la misma actitud y siguió así tres días más. Al final decidí hablar con él para aclarar el problema y me encontré con que yo había provocado la ofensa pidiéndole que cerrara la puerta y por no haber ido a dormir a cama y que la que se enfadó fui yo por haberme dicho que había fumado mucho. Me pareció ridículo porque yo no me enfado por esas cosas y le argumenté lo de la puerta (por el humo), que no me había enfadado y que no fui a cama porque él estaba enfadado y quería dejarlo tranquilo. No creyó nada de lo que le dije y ahí empecé a cabrearme de verdad hasta que terminamos discutiendo. Me dijo que no quería hablar más del tema, que siempre soy yo la que elije cuándo hablar y yo le dije que no había problema, que podía decidir él cuándo hablar sobre esto para solucionarlo, que lo dejaba en sus manos. En fin, me echó en cara que le diera esa responsabilidad (sí, es de risa) y ahí quedó la cosa.
Han pasado dos semanas y apenas nos hablamos, ni nos rozamos ni nada, como compañeros de piso. El orgullo no le permite reconocer que se equivocó, que simplemente se enfadó porque olía a tabaco y punto, y que por ese enfado se portó luego en plan pasota y "tú no existes". Ha tenido todo este tiempo para intentar solucionar las cosas...porque claro, yo no puedo sacar el tema porque sino dice que siempre elijo yo cuándo hay que hablar. Si hablo porque hablo y si no hablo él no hace nada. No tiene pelotas a hacerse cargo de sus responsabilidades y encararar los problemas. Su método es no hablar: un día se acerca con un beso o un abrazo y hala, todo solucionado...pero eso no es así. El problema seguirá y se le irán sumando muchos otros sin resolver, y todo por negarse a hablar.
En estas dos semanas él a veces me habla normal. De noche me abrazó un par de veces en cama y yo me quedé tiesa como una piedra, sin moverme. Como estoy enferma me ha traído cosas para comer del trabajo... pero me da todo igual. No quiero nada. Sólo querría que hablase conmigo, nada más. El resto poco me importa. Preferiría dormir sola.
Podéis pensar que puede haber también orgullo por mi parte, pero os digo que no. Lo que hay es cansancio, frustración, impotencia y dignidad. Lo que no puedo hacer es echarme la culpa de todo o hacer como él, darle un beso y fingir que aquí no ha pasado nada mientras por dentro me come el dolor de cómo se porta conmigo.
Ya sé que este problema es una chorrada, lo sé y que parece increíble que dos personas se peleen por algo así, también lo sé. ¿Pero qué puedes hacer con una persona que se enfada a la mínima por cualquier cosa y siempre te echa a ti la culpa? ¿Acabas explotando o no? ¿Te sientes mal o no?
Ahora mismo estoy destrozada y no paro de llorar. Llevamos mal mucho tiempo y siento que llevo tirando de esta relación 5 años yo sola. Ahora que le toca a él no mueve un dedo. Su orgullo es más importante que yo, que el amor, que nuestra relación, Es superior a él. Leo artículos sobre problemas de pareja en internet y se me caen las lágrimas porque él hace justo todo lo contrario para salvar la relación, para no perderme. Yo sé que me quiere pero empiezo a creer que no lo suficiente, que no me quiere tanto como yo a él. Si me amase de verdad no permitiría que el orgullo matase lo nuestro. El orgullo le dice que siempre tengo que dar yo el primer paso, que siempre esté yo ahí tirando del carro, que él no puede permitirse el lujo de hablar. El orgullo no le permite admitir sus errores, sólo achacármelos a mí, y por supuesto no le permite pedir perdón. El orgullo mata al amor y mi relación se está yendo a la mierda por orgullo.
No tengo a nadie. Vivo lejos de mis amigos, mis padres son unos pasotas, no tengo trabajo ni dispongo ya del paro, apenas me quedan ahorros, tengo una enfermedad terrible y estoy ahora mismo con un brote. Me siento muy sola y ahora lo necesitaba a él más que nunca. Lo que más desearía es dejarlo, irme de casa y dejarlo solo con su orgullo, pero no tengo medios para hacerlo ni tengo adónde ir. He perdido la ilusión por la vida. Mi mayor ilusión fue siempre ser madre y ahora lo veo imposible. Tengo 32 años, estoy enferma, sin dinero, con una pareja con espermatozoides vagos que nunca ha querido revisar su situación por mí. Él me dice que en cuanto podamos buscamos un niño, pero por detrás los demás me dan a entender que él no quiere hijos y esto me hace sentir muy desgraciada. No paro de llorar.
No sé qué hacer. Siempre fui una persona fuerte y ahora estoy hecha una piltrafa. Ojalá pudiera esfumarme sin dejar rastro, no pensar, no sentir nada... Soy un estorbo hasta para mí misma.
Siento que he desperdiciado 5 años de mi vida con alguien que no lucha por mí. Su orgullo es más importante que yo y con esto ha acabado de matarme.
Como no tengo forma de moverme ni hacer nada, por primera vez en mi vida voy a dejarme arrastrar rio abajo hasta el abismo. Dejaré que la pequeña llamita que me queda en el corazón se apague y se muera el amor. Y que me deje cuando quiera. Perdón, no puedo seguir...
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Hola
Me ha conmovido mucho tu mensaje.
Creo que de verdad no puedes llegar mas abajo que esto, tienes razón parece ser que su orgullo es mas grande que su amor por ti y los hechos te lo demuestran, cuando se fué de casa tu fuiste quien lo buscó, te hace problema por cualquier cosa y a pesar de que son tonterías no quiere hablar de ello, lo que a mi me parece es que mas bien está buscando excusas para alejarse o que termines tu definitivamente con él.
No sé que enfermedad tengas y seguramente todo se junta y se hace más grande pero mira quizá es un señal muy grande de que debes seguir tu vida, creo que tus padres no se opondrían a que vivieras un tiempo con ellos en lo que te pones de pie, mejor eso que vivir en ese ambiente que no te hace nada bien porque de verdad creo que con él no llegarás a nada más y seguramente te has dado cuenta ya, hasta has ido posponiendo algo como la maternidad,eso no es justo para ti, necesitas alguien que de verdad se interese en ti en todos los sentidos, muchas veces hay peleas si, pero hay que saber pedir perdón, se necesita corazón y humildad y por lo visto tu pareja no tienen ninguno de los dos.
Aunque ahora lo veas todo muy oscuro, ten por seguro que dando el paso de dejarle, todo poco a poco irá mejorando, solo queda subir a flote, lo que menos necesitas ahora es alguien que te haga sentir peor y que encima sea una carga emocional para ti, sal de esa casa, cuídate, quiérete, curate, lo demás saldrá, todo pasa ya verás.
Suerte.
Hola
Vuelve con tus padres. De verdad, ellos te cuidarán o al menos no te harán más daño. ¿Tienes hermanos?
Sufres de depresión. Y es importante que la trates. Ve al médico y cuéntale cómo te sientes, aunque te cueste.
Recupérate. Cuídate. Aunque ahora no lo veas, todo puede cambiar y lo hará. Pero has de poner de tu parte y quererte y luchar por ti.
Eres muy joven, podrás ser madre. Ya lo verás.
No pienses que has perdido cinco años porque ahora te das cuenta de que ya no eres feliz. Que esos cinco años te sirvan para no cometer el mismo error. Ese hombre no te quiere y te está consumiendo. Probablemente sea um vampiro emocional y te ha dejado sin energía.
Lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda. A tu familia. Y cuidarte, hazlo por ti.
No es tan fácil...
Lo de irme a casa de mis padres no puede ser, ahí acabaría hundiéndome en la miseria. Ni mis hermanos ni yo vamos nunca a casa porque mi madre es esquizofrénica y a pesar de que muchas personas que padecen esta enfermedad mental no son violentas, mi madre sí lo es. Si volviera con mis padres acabaría en un psiquiátrico. Ya sufrí suficientes maltratos físicos y psicológicos en mi infancia y adolescencia para que ahora, con lo que me está pasando, vaya a casa a que me den el toque de gracia.
Esto es muy difícil. Ya no sé qué hacer. Tenéis razón en todo lo que decís, en todo. Si tuviera medios me iría, pero no tengo ni por donde empezar. Es desesperante...
Hola!
yo pasé por algo similar a lo que vos estas pasando, te digo que este tipo de hombres tienen un caracter imposible son malumorados en realidad se molestan por cosas que les pasan fuera y tienden a volcar su bronca contra la pareja, y cuando se equivocan nunca son capaces de decir un lo siento ó reconocer que se equivocaron Ufffff... es realmente terrible, cada cosa que hagas ó que digas y que no le guste se vuelve una guerra en casa, cambian tus palabras para hacerte sentir mal, sabes estos hombres son manipuladores y todo lo que intentes hacer para resolver los problemas lo toman como un ataque, siempre tenes que actuar segun su logica poque ellos saben que te tienen en sus manos y que vos no le dejaras, la relacion se vuelve enfermiza e insoportable.
Yo te aconsejo por tu propia salud fisica y mental que hables con tus padres, sé totamente sincera con ellos y veras que te ayudaran,no perdes nada hablandoles.
No dejes que tu novio te destruya y arruine tu vida. Aún sos muy joven, si te lo propones verás que es posible salir adelante, ahora ves todo oscuro y sin salida porque estas deprimida y depresiva. Demostrale a tu novio que vos sos capaz de dejarle y salir adelante, que no dependes de él y que vos sos capaz de tomar las riendas de tu vida en tus manos y no en las de él.
Te deseo mucha suerte. y Fuerza!!!
No es tan fácil...
Lo de irme a casa de mis padres no puede ser, ahí acabaría hundiéndome en la miseria. Ni mis hermanos ni yo vamos nunca a casa porque mi madre es esquizofrénica y a pesar de que muchas personas que padecen esta enfermedad mental no son violentas, mi madre sí lo es. Si volviera con mis padres acabaría en un psiquiátrico. Ya sufrí suficientes maltratos físicos y psicológicos en mi infancia y adolescencia para que ahora, con lo que me está pasando, vaya a casa a que me den el toque de gracia.
Esto es muy difícil. Ya no sé qué hacer. Tenéis razón en todo lo que decís, en todo. Si tuviera medios me iría, pero no tengo ni por donde empezar. Es desesperante...
Hola!
recien leí esto ultimo que escribiste y ahora se entiende mejor por que no podes volver con tus padres, quizas algunos de tus hermanos podria ayudarte? o quizas algun amigo que aunque esté lejos tenga los medios para ayudarte?
La verdad me da mucha bronca todoo lo que te está pasando y no me parece justo que te tengas que bancar todo lo que se ocurra a tu novio, yo ya lo pasé y fue la peor experiencia de mi vida.
Quizas aqui podrias escribir en que ciudad estás y quien no te dice que alguien lea este post y pueda tenderte una mano.
Mucha Fuerza!!!!
Hay un cambio positivo...y le plantaré cara
Gracias a todas por vuestros mensajes, de verdad. En estos días hablé por teléfono con un par de amigos que nos conocen a los dos que viven bien lejos y a pesar de que no aprueban la actitud de él, me piden que antes de hacer nada hable con él porque dicen que siempre se le vio a la legua que me quiere y que si le dejo lo destrozo. Dicen que le diga las cosas claras, que si no pone nada de su parte que agarro mis cosas y me voy. Lo estuve pensando y decidí hablar con él. De hecho, una noche le dije que si estaba dispuesto a hablar a la mañana siguiente y accedió, pero por la mañana nos llamó un amigo que venía de visita a la ciudad y no pude hablar con él. Bueno, en realidad cuando íbamos por la calle me preguntó qué quería decirle y yo le contesté que no era ni el lugar ni el momento.
¿Qué le iba a decir? Quería hablarle desde los sentimientos. Quería decirle que todos tenemos nuestras diferencias, nuestras opiniones, nuestras necesidades ... pero que algo que sí teníamos en común es que nos queremos y que había que pensar si valía la pena tirarlo todo al traste por tonterías. También quería decirle que para tirar adelante teníamos que hacerlo los dos, no yo sola y menos ahora que estoy con un pequeño brote de mi enfermedad. Quería decirle que una de mis necesidades más importantes es hablar. Él siempre habla de compartir y para él se traduce en hacer cosas juntos, pero para mí también es compartir los sentimientos, hablar de lo que necesitamos, de nuestros miedos, de nuestros problemas...y que sin eso yo me siento incomprendida, aislada e incompleta porque va en contra de mi naturaleza. Si tuviéramos más comunicación, tendríamos menos discusiones y menos problemas. Habría más empatía y nos comprenderíamos mutuamente.
Quería decirle todo esto, pero ya no tengo ganas. No pasó nada en especial, pero a pesar de que le quiero no tengo fuerzas para hablarle de amor, porque mi amor ya está bastante apedreado, como si mi corazóm fuese un saco de boxeo. Lo que realmente desearía es preguntarle: ¿quieres luchar por lo nuestro o ya te da igual? Lo más probable es que por orgullo, para variar, me diga que no lo sabe o que le da igual y luego me suelte que está cansado de discutir. Si me dice que no sabe o que le da igual, me pongo manos a la obra, porque la buena noticia es que mañana empiezo a trabajar!!! Sí, tendré un sueldo, lo que me da más libertad aunque no sea gran cosa. Si me da a entender que no sabe o que le da igual, le comunico inmediatamente que entonces me voy: SOBRE LA MESA ESTABAN TU ORGULLO Y YO Y HAS ELEGIDO TU ORGULLO. YO YA NO PINTO NADA AQUÍ.
No quiero caer en hablar con él desde la reconciliación porque eso es precisamente a lo que está acostumbrado, a que yo vaya tras él. Si no quiere perderme que se ponga las pilas y ponga de su parte: que deje el orgullo a un lado y empiece a respetarme. Y si me deja ir, tened por seguro que yo no vuelvo. Me conozco muy bien y una vez que pongo el pie fuera no vuelvo a entrar. Lo malo es que le quiero y dentro de mí existe esa esperanza de arreglar las cosas aunque no tengan arreglo. Estoy internamente dividida.
Casi prefiero que se ponga borde conmigo para largarlo de mi vida y dejar de sufrir. Lo que más más más me duele es que nunca se acerque a mí para arreglar las cosas, para demostrarme que me quiere y que no desearía perderme por nada del mundo, pero el orgullo se lo impide y prefiere pasarlo mal y perderme antes que mover un dedo. Se acostumbró a ser pasivo y que yo vaya tras él pero eso se acabó. Por mí que se vaya a la mierda el amor. Para él lo primero es su orgullo, pero para mí lo primero es mi dignidad...
Diferencias de comunicación entre hombres y mujeres
De todos es sabido la habilidad que tienen las mujeres en el arte de la palabra, y las dificultades que ocasiona la diferencia existente entre hombres y mujeres en este aspecto. En la sociedad de hoy en día son muchas las parejas que se encuentran con dificultades en la comunicación del día a día y no sólo debido a discusiones y a temas sin solución, sino en la relación cotidiana, temas básicos como limpieza del hogar, compras, niños, etc.
Los tiempos han cambiado
Las mujeres de otras épocas no presentaban las mismas problemáticas que la mujer actual. En principio, tenían muchos hijos y las tareas cotidianas les quitaban mucho tiempo para detenerse a valorar si hablaban mucho o poco con sus maridos, que se pasaban el día en el campo trabajando.
Además, las relaciones solían ser por compromiso y raras veces se daba importancia a la comunicación hombre-mujer. Para comunicarse estaban las vecinas, las compañeras de lavados en el río, las acompañantes a la iglesia, etc. Con ellas, la mujer volcaba toda su necesidad de comunicación y no necesitaba al hombre.
En la sociedad actual la mayoría de las mujeres trabajan fuera de casa y se comunican a lo largo del día con otras personas. Sin embargo, las amas de casa necesitan la llegada de su pareja a casa para exponerle todo lo que han hecho durante el día, ya que no tienen vecinas con quienes compartirlo (trabajan, o bien las relaciones son más distantes que antiguamente).
El marido puede que utilice todo su bagaje comunicativo en la oficina o en el trabajo, con lo que al llegar a casa está deseando parar y descansar. El problema aparece cuando su mujer le espera deseosa de conversación.
Los hombres son más inexpresivos
Habitualmente, las mujeres hablan un número de palabras mucho más superior que el de los hombres y su significado tiende a ser más indirecto y superficial.
Por lo general, se expresan con frases que denotan sentimientos debido a su entonación, gestos de la cara o movimientos corporales. Sin embargo, el hombre es mucho más directo, no necesita todas estas expresiones y se mantendrá igual si transmite algo triste o algo alegre.
Estas diferencias de comunicación generan grandes discusiones en las parejas: el hombre se queja de tener que adivinar el pensamiento debido a las frases poco claras o con doble sentido, mientras que la mujer, por su parte, se quejará de la poca emotividad y de la firmeza sin sentimientos.
Dado el menor número de comunicaciones diarias que mantiene el hombre, muchas mujeres suelen sentirse abandonadas y solas, y opinan que su pareja no les habla, que él se mantiene callado durante largo rato, lo que interpretan que está enfado o algo similar.
Lo que tienen que tener claro estas mujeres es que el hombre es capaz de mantenerse callado en una reunión de amigos durante un periodo de tiempo ilimitado sin que nadie se moleste por ello, siempre y cuando el grupo sea totalmente masculino.
Realmente, ellos están manteniendo un discurso interior consigo mismos, lo cual les diferencia de las mujeres, que suelen hablar siempre hacia el exterior, en voz alta. De hecho, si les molestas, se enfadarán porque les has interrumpido en su razonamiento.
La forma de comunicarse adecuadamente con un hombre es dejarle hablar hasta que termine su exposición, si no lo interpretará como un ataque.
Las mujeres necesitan una respuesta
Las frases que utilizan los hombres son concisas, precisas y tajantes; las de las mujeres son enredadas, indirectas y largas. Las de ellas sirven para fomentar las relaciones y la buena comunicación entre iguales, mientras que las de ellos sirven para solventar problemas, tomar decisiones, cerrar tratos, etc.
Si una mujer quiere aparecer bien delante de un grupo de hombres, tendrá que ser concisa y directa, sino entenderán que es una cabeza loca y no se integrará en el grupo. La forma de comunicarse adecuadamente con un hombre es dejarle hablar hasta que termine su exposición, si no lo interpretará como un ataque y se pondrá a la defensiva. Las mujeres que saben esperar y ser pacientes tienen buena fama y son amigas de los hombres; las que interrumpen todo el tiempo y dan su opinión sin saber, se vuelven inaguantables para ellos.
A menudo, la forma de comunicarse que utilizan las mujeres es con ánimo de ser recompensadas por el hombre. Muchas veces sólo quieren ser escuchadas y ni
siquiera buscan una solución a sus problemas, con lo cual, lo mejor que podrá hacer el hombre es callar, asentir activamente y apoyar cuando sea necesario.
La mujer es muy emotiva al hablar y necesita una respuesta del hombre. Ellos, por su parte, son más literales, interpretarán las frases al pie de la letra y por eso, se generarán muchas discusiones.
Ojalá él quisiera hablar
Como le he dicho a balanceada, no tengo la menor duda de que los dos nos amamos y nadie que nos viera juntos lo dudaría. El amor se siente incluso desde el enfado, pero al mismo tiempo también se resiente. Lo que está claro es que tanto por el carácter de él como por el mío, si no nos quisiéramos no estaríamos juntos y más tratándose de dos personas como nosotros que somos muy independientes y con una gran mochila en la espalda.
Si esta situación resulta tan dolorosa es porque hay amor y no dudo en absoluto de sus sentimientos, pero cuando estás con una persona que nunca ha aprendido a hablar de los problemas y que sólo sabe hacer la del avestruz, su reacción es negativa ante una persona que sí da la cara y quiere hablar de los conflictos porque siente que le están obligando a hablar cuando no quiere hacerlo. Él no quiere asumir sus responsabilidades ni sus errores, cosa que sí ha podido ver en mí. Ante una persona tan hermética, el hecho de hablar de los conflictos se convierte en hablar de sentimientos y creo que para él es una señal de debilidad injustificada.
Estoy totalmente de acuerdo en que tiene que aprender a callarse, autocontrolarse. Yo soy una persona que me voy enfadando poco a poco, pero él lo lleva todo al extremo y va del 0 al 100 en cuestión de segundos. Para él no hay punto intermedio, o es todo blanco o negro, mientras que yo veo las escalas de grises; lo malo es que él no quiere verlas. Controlar un carácter irascible no significa cambiar la personalidad, simplemente tener los impulsos bajo control. Como ya he dicho, yo lo acepto tal y como es y por mí que se enfade lo que quiera con tal de que mantenga las formas y, por supuesto, que aprenda a rectificar cuando sea necesario. Si se le va la olla y luego desde la tranquilidad me reconoce que se le escapó de las manos, te aseguro que todo sería muy distinto, pero él mismo dice que él nunca pide perdón y así vamos mal. Cuando el otro no quiere hablar porque no sabe y no tiene ganas de aprender, el otro miembro de la pareja acaba muy quemado por mucho que le quiera...y eso es lo que me está pasando a mí.
Para mí la solución sería hablar con él y llegar a un acuerdo, pero ufffffff... Antes de que yo abra la boca ya se cruza de brazos y eso es muy mala señal. Yo sé que él ahora lo está pasando mal porque me quiere y que la solución supondría cuestionarse a sí mismo, el caso es si tiene lo que hay que tener para hacerlo. Hay gente que por orgullo prefiere perderlo todo, todo!! Y todos saben lo orgulloso que es él, hasta su familia me lo dijo varias veces.
Es cierto que con un cambio de rutina podríamos estar mejor y también hablando, pero lo dicho, cuando el otro se niega a hablar... Ya hubo un par de ocasiones que lo puse al límite y que cuando vio que estaba a punto de largarme rectificó, pero pasado el tiempo vuelve a lo de siempre y yo ya no puedo más.
Me gustaría arreglar las cosas porque le amo. Ojalá que él aprenda a valorar lo que tiene antes de que sea demasiado tarde. El hecho de que yo me ponga a mirar pisos en internet es muy mala señal.
Muchas gracias por tus ánimos. Y sí, de todo se sale y espero salir de esto muy pronto.
Un saludo!!
Diferencias de comunicación entre hombres y mujeres
De todos es sabido la habilidad que tienen las mujeres en el arte de la palabra, y las dificultades que ocasiona la diferencia existente entre hombres y mujeres en este aspecto. En la sociedad de hoy en día son muchas las parejas que se encuentran con dificultades en la comunicación del día a día y no sólo debido a discusiones y a temas sin solución, sino en la relación cotidiana, temas básicos como limpieza del hogar, compras, niños, etc.
Los tiempos han cambiado
Las mujeres de otras épocas no presentaban las mismas problemáticas que la mujer actual. En principio, tenían muchos hijos y las tareas cotidianas les quitaban mucho tiempo para detenerse a valorar si hablaban mucho o poco con sus maridos, que se pasaban el día en el campo trabajando.
Además, las relaciones solían ser por compromiso y raras veces se daba importancia a la comunicación hombre-mujer. Para comunicarse estaban las vecinas, las compañeras de lavados en el río, las acompañantes a la iglesia, etc. Con ellas, la mujer volcaba toda su necesidad de comunicación y no necesitaba al hombre.
En la sociedad actual la mayoría de las mujeres trabajan fuera de casa y se comunican a lo largo del día con otras personas. Sin embargo, las amas de casa necesitan la llegada de su pareja a casa para exponerle todo lo que han hecho durante el día, ya que no tienen vecinas con quienes compartirlo (trabajan, o bien las relaciones son más distantes que antiguamente).
El marido puede que utilice todo su bagaje comunicativo en la oficina o en el trabajo, con lo que al llegar a casa está deseando parar y descansar. El problema aparece cuando su mujer le espera deseosa de conversación.
Los hombres son más inexpresivos
Habitualmente, las mujeres hablan un número de palabras mucho más superior que el de los hombres y su significado tiende a ser más indirecto y superficial.
Por lo general, se expresan con frases que denotan sentimientos debido a su entonación, gestos de la cara o movimientos corporales. Sin embargo, el hombre es mucho más directo, no necesita todas estas expresiones y se mantendrá igual si transmite algo triste o algo alegre.
Estas diferencias de comunicación generan grandes discusiones en las parejas: el hombre se queja de tener que adivinar el pensamiento debido a las frases poco claras o con doble sentido, mientras que la mujer, por su parte, se quejará de la poca emotividad y de la firmeza sin sentimientos.
Dado el menor número de comunicaciones diarias que mantiene el hombre, muchas mujeres suelen sentirse abandonadas y solas, y opinan que su pareja no les habla, que él se mantiene callado durante largo rato, lo que interpretan que está enfado o algo similar.
Lo que tienen que tener claro estas mujeres es que el hombre es capaz de mantenerse callado en una reunión de amigos durante un periodo de tiempo ilimitado sin que nadie se moleste por ello, siempre y cuando el grupo sea totalmente masculino.
Realmente, ellos están manteniendo un discurso interior consigo mismos, lo cual les diferencia de las mujeres, que suelen hablar siempre hacia el exterior, en voz alta. De hecho, si les molestas, se enfadarán porque les has interrumpido en su razonamiento.
La forma de comunicarse adecuadamente con un hombre es dejarle hablar hasta que termine su exposición, si no lo interpretará como un ataque.
Las mujeres necesitan una respuesta
Las frases que utilizan los hombres son concisas, precisas y tajantes; las de las mujeres son enredadas, indirectas y largas. Las de ellas sirven para fomentar las relaciones y la buena comunicación entre iguales, mientras que las de ellos sirven para solventar problemas, tomar decisiones, cerrar tratos, etc.
Si una mujer quiere aparecer bien delante de un grupo de hombres, tendrá que ser concisa y directa, sino entenderán que es una cabeza loca y no se integrará en el grupo. La forma de comunicarse adecuadamente con un hombre es dejarle hablar hasta que termine su exposición, si no lo interpretará como un ataque y se pondrá a la defensiva. Las mujeres que saben esperar y ser pacientes tienen buena fama y son amigas de los hombres; las que interrumpen todo el tiempo y dan su opinión sin saber, se vuelven inaguantables para ellos.
A menudo, la forma de comunicarse que utilizan las mujeres es con ánimo de ser recompensadas por el hombre. Muchas veces sólo quieren ser escuchadas y ni
siquiera buscan una solución a sus problemas, con lo cual, lo mejor que podrá hacer el hombre es callar, asentir activamente y apoyar cuando sea necesario.
La mujer es muy emotiva al hablar y necesita una respuesta del hombre. Ellos, por su parte, son más literales, interpretarán las frases al pie de la letra y por eso, se generarán muchas discusiones.
Cambio de roles
Bueno, al parecer yo soy el hombre en esta relación, porque es a mí a quien interrumpe constantemente sin dejarme terminar una frase ya que la termina él por mí sin saber lo que iba a decir, él me lee el pensamiento, él llega a casa contando cosas de su trabajo.. yo soy muy concisa y le hablo como si estuviera leyendo el titular de un periódico, voy al grano, no voy con rodeos y siempre voy en busca de soluciones.
El problema es que mi pareja no quiere comunicarse y se blinda ante la comunicación. Da igual cómo se lo digas.
Lo que escribes es algo general que no es aplicable a todos los casos. De hecho, en esta descripción él es la mujer y yo soy el hombre. De todos modos lo que escribes es bastante cierto y se suele ver muy a menudo.