Hola, soy nueva aquí y quería empezar contando como fue mi primera vez, como perdí mi virginidad con 18 años, hace apenas un mes.
Yo siempre pensé, desde que comencé mi vida amorosa, que mi primera vez sería como la de las películas: una cena romántica con un novio perfecto, un vestido corto y elegante con unos tacones impresionantes, en una cama grande con pétalos rojos y muy enamorada.
Demasiado peliculero, pero es la idea que se tiene cuando en todas las películas la primera vez es tan romántica. Sin embargo, como costumbre, la vida no me preguntó como quería que fuese, y me alegro de que no lo hiciera.
Puede que el vestido y los tacones pasasen a sudadera y convers, que la cena romántica y el novio perfecto se convirtieran en una botella de ginebra y mi compañero de clase, y que la cama de matrimonio fuese una individual, pero fue una primera vez perfecta. Y es que.. ¿Como pude esperar la romántica primera vez enamorada cuando odio lo romántico y el compromiso de las relaciones?
Esa misma noche que me invitó a dormir a su casa porque sus padres viajaron, me di cuenta de lo que quería de verdad. Quería dejar de esperar al novio perfecto cuando, en realidad, huía de ello. Solo quería que esa persona tuviese cuidado y lo hiciese con cariño. Y así fue.
Dos meses viéndonos en secreto y aun costaba empezar a besarnos, el alcohol ayudaba, nos hacia reír. Una vez empezábamos, nada podía pararnos. No estaba nada nerviosa. Me quitaba la camiseta, le quitaba la camiseta, íbamos a su cuarto sin parar de besarnos, nos tumbamos en la cama e hizo el intento de quitarme el sujetador... tuve que ayudarle. Ya me puse abajo y completamente desnudos le pedí que tuviese cuidado y con un "no te preocupes", me despreocupé.
Dolor, dolor, cuando me quejaba, el paraba y me decía "tranquila". Tanto me dolía que me dio por reír, una de esas risas que contagian. No parábamos de reír, cada vez dolía menos, pero dolía. Tardó en entrar entera, lo tenia tan cerrado que costaba entrar hasta un dedo, probamos arriba, abajo, hasta que entró.
A pesar del dolor, lo pase genial y sus palabras me hicieron sentir mas genial: "siento haberte hecho daño, me lo he pasado increíble, jamas me había pasado de haber estado todo el rato riendo". Estuvimos desayunando y otra vez lo intentó, pero le dije que parara, me dolía demasiado, así que preferimos estar en la cama, abrazados.
Fue lo contrario a romántica, fue especial. No estoy enamorada de él, y él tampoco de mi. Después de esa noche nos despedimos con dos besos, no somos novios, somos amigos.
Si pudiese elegir en otra vida otra primera vez, seria algo parecido a esta, siendo yo misma, tal y como yo quiero. Con alguien que no es mi novio, pero me quiere, me cuida y me respeta.