Resulta que íbamos a tener una noche romántica, que ya hacía tiempo, ese día lucía un precioso vestidito de encaje negro y de seda, debajo llevaba otro conjunto picardía. De repente mi marido me pidió algo nuevo, que me desnudará, y le pusiera mi ropa a él, a mí me pareció divertida la idea, pero antes le dije, que le iba a maquillar y a pintar bien (ya que ahora mandaba, me apetecía humillarle un poco jijiji) él se resistió un poco, pero estaba muy guapa pintada como mujer, con la sombra de ojos y los labios de color rosa.
Una vez maquillado le empecé a vestir, le puse primero el sujetador, uego el vestido, y me deje para lo último las bragas. Él ya tenía el pene loco porque el tacto de la seda le excitaba y se le notaba en el vestido jaja, y al ponerle las bragas, pego un grito de placer, y enseguida se corrió.
Todas las bragas negras, llenas de su semen, me asuste un poco, pero enseguida me lance a él y pasamos una noche inolvidable.