Hola. Acabo de leer un mensaje sobre el hombre ambivalente y me he sentido un poco identificada con lo que yo estoy pasando.
El caso es que conocí hace unos diez meses a un chico a través de una amiga común, él me gustó y, al parecer, yo le gusté a él. Resumiendo, él la llamaba porque quería que quedáramos para irnos conociendo, incluso me mandó un mensaje de teléfono y me escribió un e-mail después de vernos por segunda vez. Lo raro empezó cuando al escribirle yo dos e-mails no me contestó ninguno y tardaba horas en contestar los sms que yo le enviaba en algunas ocasiones especiales, por ejemplo su cumpleaños. Digo lo raro, porque a los pocos días de mandarle yo los mensajes llamaba a mi amiga para quedar. Quedábamos y era como si no hubiera pasado nada, como si fuese lo más normal del mundo no contestar los e-mails que te manda otra persona. Yo nunca le pregunté por qué no me contestaba, pero lógicamente no le mandé ninguno más y él a mi tampoco, salvo un sms para felicitarme en una ocasión especial. Cuando quedábamos se mostraba como una persona muy tímida pero amable, educado, inteligente y culto y yo no podía evitar ilusionarme y creer en él. Su comportamiento extraño lo achacaba a rarezas de su carácter a las que no debía dar demasiada importancia. En otra ocasión, me acuerdo, le invitamos a hacer unas minivacaciones con nosotras y una amiga más, él aceptó pero en el último momento se echó atrás alegando que no le apetecía el destino elegido.
Fueron pasando los meses, él seguía llamando de vez en cuando a mi amiga para quedar (nunca a mí). Cuando nos veíamos la cosa no avanzaba mucho aunque yo intentaba allanar el terreno y, mientras, él le seguía diciendo a mi amiga que yo le gustaba pero que el problema era que los dos éramos muy tímidos y no se atrevía a decirme nada.
Yo esperaba ansiosa cada fin de semana para saber si él había vuelto a llamar, hasta que hace unos días lo ví paseando con otra chica, por lo visto una compañera de trabajo, con la que ha empezado a salir.
Ya os podeis imaginar cómo me sentí, que decepción tan enorme!! pero lo que más me duele es que él sigue poniendo como excusa para no salir conmigo la supuesta timidez de los dos. Y yo no me lo creo!!. Cómo se puede ser tan tímido conmigo y salir con otra a la primera de cambio?. Y por qué esa necesidad de justificarse?. Si esperaba que yo diese el primer paso, por qué no atendía a las señales que yo le enviaba y a las atenciones que tenía con él?. No sé, son muchas las preguntas que se me plantean y para las que no encuentro una respuesta coherente. Me gustaría que alguien me diese su opinión.