Foro / Pareja

Los borrosos límites de la infidelidad

Última respuesta: 3 de junio de 2008 a las 18:50
Y
yari_5457245
3/6/08 a las 11:10

Por culpa de las muchas injusticias que se dicen en este y otros foros sobre la infidelidad, anoche perdí una hora preciosa de sueño pensando.
¿Dónde comienza la infidelidad? O, mejor planteado, ¿qué es lo ideal en la fidelidad?
Lo ideal es que tu pareja JAMÁS desea a otra persona y evitar eso requeriría un esfuerzo sobrehumano de seducción y atenciones constantes. ¿Quién no tiene a su Celebrity preferido para fantasear de vez en cuando? Cualquiera. Y puesto que se trata de otra persona, también habría que calificarlo de infidelidad en primer grado, ¿no? El más leve.
Y ahora pasemos a algo más real. La vida en pareja dista mucho de ser un oasis de bienestar, y nadie está a salvo de que en un momento dado se cruce en su camino alguien que puede gustarle poco, mucho o muchísimo. ¿Hasta aquí de acuerdo?
Pues bien, los fieles, los que son capaces de romper una familia por una nimiedad como enterarse de un engaño, aparte de querer el imposible de que su pareja nunca se fije en nadie, llegados a ese punto, ¿qué requieren? ¿Contención? Eso, ¿no? Que aunque la persona con la que viven, casualmente conozca otra, nunca llega a querer ir a más, y en caso de ser así, que jamás de el último paso de llegar hasta la cama.
¿Qué? ¿Aquí ponemos el límite? ¿Lo llamamos segundo grado? Alguien aparece en tu vida, te cae bien, te gusta, tu cuerpo puede hacerte desear, pero ¡STOP! Ahí está el límite. Acostarse con otro es el tercer grado, lo imperdonable.
Los fieles quieren que su pareja se contenga. Y, ¿qué utilidad va a tener eso? Si ha llegado a desear, sufrirá por no lograr tener lo que ansía. E idealizará y fantaseará y pensara constantemente en la otra persona y se le amargará el humor y ¿Eso es correcto? No. ¿Y si no lo es? ¿Por qué se permite? ¿Por qué poner ahí la barrera?
Yo he conocido a alguien, pero vale, voy a ser fiel, me voy a contener.
Pues desde el momento en que decidí contenerme, pienso en él, lo idealizo, le necesito como un adicto a una dosis de droga, quiero sentirme como él me hace sentir cuando estoy aunque sea a un metro de él (y recordad que nadie controla a quién puedes conocer), imagino, sueño, lo que sería estar con él, le convierto en un príncipe maravilloso encerrado en una torre, y yo (aunque mujer) soy el desdichado caballero que por la norma del tercer grado no puede llegar hasta él. Y me apago, y me marchito, y me entristezco y empiezo a odiar a mi marido por sus amenazas de divorcio si alguna vez llego a hacer algo.
Pues bien. No haré nada. Me mantendré casta. Aunque, acaso, ¿el mal no está ya hecho, antes incluso de llegar al tercer grado?

Ver también

O
odin_5608766
3/6/08 a las 11:33

Opciones
Tambien existen las parejas liberales, y tambien existen las relaciones sin compromiso (rollos de una noche). Quizá tu no estes preparada para una relación seria y aun asi quieres tener a tu pareja en exclusiva. Lo que no se puede hacer es decir que quieres fidelidad para que la otra persona este a tu lado, y luego tu te vayas con el primero que te caliente lo suficiente.


PD Personalizando un poco la respuesta. Teniendo en cuenta tu caso, en el nos contaste que tu pareja te tenía muy descuidada, es comprensible que uses las infidelidades para seguir adelante. Pero creo que serías más feliz siendole fiel a una persona que de verdad te aprecie. Es mi opinion.

O
odin_5608766
3/6/08 a las 11:35

Toda la razón
Es que es verdad. Los infieles reclaman que tienen la libertad de acostarse con quien les de la gana y tal, pero aun asi deben sentirse atados o algo extraño a una persona y eso les impide dejarla, aunque saben que con esa persona no son felices ni al 50% (sino no necesitarían algo fuera de casa).

Quizá es que lo quieren todo y para los demás nada.

Y
yari_5457245
3/6/08 a las 15:27
En respuesta a odin_5608766

Toda la razón
Es que es verdad. Los infieles reclaman que tienen la libertad de acostarse con quien les de la gana y tal, pero aun asi deben sentirse atados o algo extraño a una persona y eso les impide dejarla, aunque saben que con esa persona no son felices ni al 50% (sino no necesitarían algo fuera de casa).

Quizá es que lo quieren todo y para los demás nada.

Los primeros limites
Yo hablaba de los primeros limites. No creo que todos los que os proclamaís fieles tengáis una pureza de pensamiento al 100%, ¿no? Y como parece que mientras no sé dé el paso de llegar a acostarse todo vale, pues bueno. Pero si tampoco se puede pensar ni en otra persona, si queréis separación y divorcio a toda costa, muy difícil es que se dé una relación duradera, ¿no creéis?
¿Y la gente que se sigue viendo con sus exs? No se acuestan con ellos, pero la pareja principal sabe que siguen siendo buenos amigos. O sea, está bien que tu pareja sea la mejor amiga de otra persona, que mientras no pasen a la cama, bien, ¿no?
Eso es lo que no entiendo.

C
chun_8249645
3/6/08 a las 17:02
En respuesta a yari_5457245

Los primeros limites
Yo hablaba de los primeros limites. No creo que todos los que os proclamaís fieles tengáis una pureza de pensamiento al 100%, ¿no? Y como parece que mientras no sé dé el paso de llegar a acostarse todo vale, pues bueno. Pero si tampoco se puede pensar ni en otra persona, si queréis separación y divorcio a toda costa, muy difícil es que se dé una relación duradera, ¿no creéis?
¿Y la gente que se sigue viendo con sus exs? No se acuestan con ellos, pero la pareja principal sabe que siguen siendo buenos amigos. O sea, está bien que tu pareja sea la mejor amiga de otra persona, que mientras no pasen a la cama, bien, ¿no?
Eso es lo que no entiendo.

La maldad del fiel
El fiel es alguien que a pesar de tener una pareja maravillosa, es capaz de mandarle a la mierrda por pillarle en una infidelidad. Es como si llevaras cinco años de carrera de todo sobresalientes, y un profesor injusto te suspendiera todo por un solo suspenso.
A los fieles celosos les importa muy poco de su pareja, siempre y cuando no se vaya a la cama con nadie. ¡Qué bondadosos los fieles!

Y todo el rato con el rollo de dejar a tu pareja si te ves más feliz con otro. ¡Todo les da igual mientras no les engañen! Es como si te dijeran: vale, te acepto a mi lado bonita, pero como algún día se te vaya la olla, aunque tu conducta haya sido ejemplar pero dentro de 20 años te pille con otro, te vas a tomar por cul0!

Los fieles celoso son unos verdugos sin compasión. Y luego dicen que los infieles no saben pensar en los demás. ¿Cómo? El infiel al menos piensa en dos personas!

No, los crueles sois los fieles: no sabeís perdonar.

O
odin_5608766
3/6/08 a las 17:25
En respuesta a chun_8249645

La maldad del fiel
El fiel es alguien que a pesar de tener una pareja maravillosa, es capaz de mandarle a la mierrda por pillarle en una infidelidad. Es como si llevaras cinco años de carrera de todo sobresalientes, y un profesor injusto te suspendiera todo por un solo suspenso.
A los fieles celosos les importa muy poco de su pareja, siempre y cuando no se vaya a la cama con nadie. ¡Qué bondadosos los fieles!

Y todo el rato con el rollo de dejar a tu pareja si te ves más feliz con otro. ¡Todo les da igual mientras no les engañen! Es como si te dijeran: vale, te acepto a mi lado bonita, pero como algún día se te vaya la olla, aunque tu conducta haya sido ejemplar pero dentro de 20 años te pille con otro, te vas a tomar por cul0!

Los fieles celoso son unos verdugos sin compasión. Y luego dicen que los infieles no saben pensar en los demás. ¿Cómo? El infiel al menos piensa en dos personas!

No, los crueles sois los fieles: no sabeís perdonar.

No sabemos perdonar?
NO, lo que no sabemos tolerar es que nos exijan el perdón. El perdón se da a partir de una serie de valoraciones, y se tiene que valorar la buena voluntad de reformarse de aquel que nos ha ofendido. Ahora bien, si te son infieles, te lo dicen a la cara, y luego te sueltan "y más vale que me perdones, porque sino tus hijos se quedan sin padre/madre", tu les vas a decir seguro "vete de mi casa y no se te ocurra volver". Ahora solo faltaba que encima se te intenten subir a la chepa.

En cambio, si la otra persona te confiesa la infidelidad al poco tiempo, empezais a dialogar de forma más transparente de vuestras vidas, y una serie de cosas más que te hagan recuperar su confianza, pues si, se les puede perdonar. Eso si, el daño tardará muchísimo en curarse (y eso con suerte)


Y en cuanto a los límites de la infidelidad, yo marcaría los siguientes: no me importa que de vez en cuando pienses en otra persona, lo que no soporto es que vivas pensando en esa otra persona, y no digamos ya que te acuestes con ella.



Pero desde mi punto de vista, algunos infieles son como niños en cuanto a su moral. Lo quieren todo, y si les quitas algo para intentar tener un mínimo de justicia y que no abusen, lloran y patalean.

B
binta_9452629
3/6/08 a las 18:50

¿contención?
En tu argumentación utilizas repetidamente la palabra contención. Mantener una relación de pareja no consiste en actos de contención sino en actos de elección. Al elegir debemos asumir las consecuencias de nuestras elecciones. La fidelidad es consecuencia de elegir una y otra vez a tu pareja. La infidelidad es consecuencia de no querer elegir por pensar que uno se lo merece todo. ¿Por qué tengo que elegir si lo puedo tener todo?. Muy bien, pero se asume un riesgo y eso supone tener que aceptar la posibilidad de perder. No queda otra. ¿Quien abre la puerta para tirar todo por la borda?. La avaricia rompe el saco.

Otra cosa sería que se pactara libertad sexual entre la pareja. Eso me parece perfecto, pero me da la sensación que eso al infiel no le molaría ya que se pierde el morbo y además sabría que su pareja disfruta tanto o más que él o ella. Eso al egoísta no le suele gustar.

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