Lo he dejado
Acabo de llegar a casa. Hemos hablado por teléfono a mediodía para quedar esta noche. Mis padres me obligaban a llegar a casa a las 12, por el tema del coche. Se ha enfadado, supongo que en parte es normal, y ha empezado a atacarlos. Yo pensaba quedar a eso de las siete para estar el máximo de tiempo posible, pero me ha dicho que precisamente esta tarde iba a conducir y que no podíamos vernos hasta las diez o así, y que para tan poco tiempo era mejor que no bajara. Así que me he mosqueado, porque siempre estoy en medio de él y mis padres (que prácticamente lo odian, y con razón tal vez) yl e he dicho que vale. Me ha mandado dos mensajes duros y le he contestado dura también, pero estaba calmada.
Luego me ha llamado para que nos viéramos porque al final no podía conducir, y porque no podía estar mal conmigo más tiempo. Le he dicho que no bajaba, que pasaba de estar más tiempo así, que nuestra relación estaba muerta y que no quería seguir con él, porque no era feliz. Se ha puesto a vomitar. Lo he oído a través del teléfono. Ha llorado como si tuviera dos años, y l ohe tenido que llamar varias veces porque se le ha caído el teléfono cuando vomitaba (tres veces).
He ido a verlo corriendo, me sentía fatal, y hemos ido a un parque a hablar. He seguido en mis trece, quería dejarlo porque no era feliz, porque desde que empezó el tema de la virginidad y (a raíz de eso) los celos, le tenía miedo porque no podía ser yo misma y no tenía vida. Se ha puesto a llorar como un niño, pero he seguido igual.
Entonces ha pasado algo muy extraño: del césped ha salido una rana. Sí, una rana, grandísima, como lo leéis. ¿Y sabéis lo que colecciono yo? RANAS. ¿Y sabéis cómo me llama él? RANITA. No veía una rana desde que tenía diez años. Me he quedado blanca, y él diciéndome que eso era una señal. Porque, además de eso, es que justo el día que empezamos a salir se encontró una rana de plástico por la calle y se la llevó a casa. Luego me conoció a mí, le conté lo de las ranas... y todo pareció encajar, como el destino o algo así. Y hoy esto. Ha sido increíble. Una tontería, ok, pero increíble. Me he puesto a llorar como una descosida.
Entonces han empezado a chillar unos chicos que estaban haciendo botellón en el parque, y resulta que una chica (de trece años) estaba en coma etílico y hemos tenido que llamar a sus padres y a emergencias, así que se ha pasado un poco la tensión del momento. Pero vamos, que yo me he quedado peor que estaba, porque es fuerte ver a una niña como la hemos visto hoy, y sus padres fatal. En fin, eso es otra historia (los médicos han conseguido reanimarla, por cierto).
Hemos ido a un bar a tomar una cerveza, y hemos seguido con nuestro tema. Al final hemos acordado darnos un paréntesis de una semana, hasta el viernes que viene, para pensar y darnos cuenta de lo que sentíamos estando separados. Me ha amenazado con quedar con una chica que no me gusta un pelo, y le he dejado claro que se acabaron las amenazas, que ése era uno de los motivos que me habían llevado a tomar la decisión de dejarle. Me ha pedido perdón. Ha empezado a llorar de nuevo, recordando cosas que hemos hecho juntos. Me ha ablandado y al final he terminado hasta pidiéndole que olvidara todo lo que le había dicho de dejarlo. Pero no, ha mantenido lo de la semana (que no sé ni cómo me ha salido lo de la semana, porque yo iba a dejarlo definitivamente). Dios, me ha pedido que por favor no llame "ratón" nunca a nadie más, me ha recordado los nombres de los hijos que íbamos a tener juntos... mil cosas. Me he derrumbado chicas, lo siento, pero ha sido así.
Dice que no lo quiero como él a mí, y tal vez sea cierto. Pero sé que le quiero. Sé que puedo vivir sin él, pero le quiero. Aunque en realidad quiero al que era antes de que saliera el tema de la virginidad, al que era hasta hace nueves meses.
Lo malo es que no entiende cómo he tomado esa decisión ahora, que estábamos empezando a estar mejor. Dice haber superado lo de la virginidad, dice estar mucho mejor de los celos, y está empezando a conducir. Ya no sé si todo esto es cierto. Sólo me echaba en cara no quererlo tanto como él a mí y dejarlo justo ahora, cuando estaba luchando con todas sus fuerzas por cambiar, y según él lo estaba consiguiendo.
Y... bueno, no sé, muchas cosas, ahora mismo no tengo la cabeza demasiado despejada como para acordarme de todo lo que hemos hablado que sea trascendente. No sé qué debo hacer. Sé que lo de semana es una tontería, que no sirve de nada, pero ha sido una posición intermedia entre dejarlo y seguir, para no hacerle tanto daño, y para asegurarme yo también de lo que siento y lo que quiero (que lo tenía muy claro hasta hoy). Ahora me doy cuenta de que ha sido un error, porque si dentro de una semana pienso dejarlo definitivamente, él tendrá que pasar dos veces por el mal trago. Yo también, pero me importa menos. He sido muy egoísta. Pero me he ablandado, no he podido evitar que salieran esas palabras de mi boca. Y se ha agarrado como a un clavo ardiendo.
Dios, qué mal me siento. Me quiere, lo sé. Me ha hecho mucho daño, mucho, pero sé que no ha sido de forma voluntaria. Sé que hemos sido muy felices, y que está intentando que volvamos a serlo. Tenía que haberlo dejado de verdad cuando las cosas estaban peor que ahora, porque al menos tendría un motivo reciente y seguro. Ahora todo lo que he pensado estas semanas y estos días no me ha servido de nada, porque se me ha "olvidado".
En fin, no me enrollo más. Tampoco puedo seguir escribiendo, me encuentro muy mal. Sé que esperará que lo llame antes de una semana, aunque le he dicho que no lo haré. Pero siempre lo he hecho, y lo esperará. Soy tonta, he hecho lo peor que podía hacer: tirar la piedra y esconder la mano. De todas formas, sigo preguntándome si me hubiese quedado mejor dejándolo del todo. He sido una egoísta, lo sé, por favor, no me lo digáis. Me siento muy mal.
Ufff... Voy a dormir (o mejor dicho, a intentarlo). Lleva una hora en el messenger, lo veo pero él a mí no porque lo tengo sin admisión desde hace tiempo y hablo con él sólo cuando quiero, porque antes me "prohibía" entrar a hablar con gente. Estará desahogando sus penas... Sé que no debería importarme, pero me importa. Me duele haberle hecho daño.
Bueno chic@s, me marcho. Siento el rollo, pero me han salido demasiadas cosas de golpe. Gracias por vuestro apoyo y vuestra ayuda.
Un besazo. Buenas noches. 
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