Soy divorciada desde hace 8 años y estuve sola sacando adelante a mis hijos. Finalmente hace año y medio encontré a un hombre que me recordó que también era mujer y me volví a enamorar después de muchísimos años. Nos entendimos de maravilla desde el primer día, convivíamos mucho y éramos muy felices. Compartió con mis hijos y mi familia y un buen día vi sin querer un mensaje en su celular (no acostumbraba espiarlo), era muy cariñoso y me dijo que era una paciente (él es médico), luego llegó otro igual y ya no le creí. Luego fuimos a la playa y dejó su celular sobre la mesa, en ese momento llegó otro mensaje diciéndole: mi amor te extraño, cómo te va en la playa? en ese momento dejé de confiar en él, estaba alerta. Luego dejó su correo abierto y ahí fue donde todo se derrumbó, encontré correos de muchas mujeres y de él hacia ellas. A todas les decía que las amaba, les enviaba fotos, les hablaba de los regalos que les hacía (eran los mismos regalos para mí, e incluso me enviaba correos similares), encontré cartas de maridos engañados, encontré citas a viajes, y un mensaje donde se vería con una mujer al día siguiente, así que fui también a esa cita y lo encontré con ella. Él negó todo a pesar de que yo lo estaba viendo. Terminamos y volvió dos semanas después lleno de arrepentimiento y proponiendo terapia y un sin fin de cosas. Le creí, asistimos a terapia, él iba sin protestar, era puntual y pagaba.
A mi me estaba costando mucho recobrar la confianza y pensé en terminar nuevamente, pero enfermó de cáncer y me quedé, lo apoyé y olvidé mi dolor por aliviar el de él. Y después de un par de meses volví a encontrar cuentas de correo escondidas, cuentas de facebook en las cuales me tenía bloqueada y nuevamente dos mensajes al celular de mujeres diciéndole lo bien que la pasaban con él y que lo amaban. Los mensajes eran de mujeres diferentes. Terminé nuevamente y ayer me volvió a buscar y a prometer... Tengo mucho miedo y no quiero aceptarlo nuevamente, pero me intriga saber qué es lo que pasa por la mente de un hombre así. Realmente llegan a amar? Me siento un poco culpable por abandonarlo en su enfermedad.