Quiero contarles que nací en un hogar muy religioso donde prácticamente casi todo estaba prohibido.
Mis padres acabaron divorciándose siendo yo muy joven y desde entonces solo tenía en mente tres cosas: estudiar, trabajar y servir a Dios. Mi madre era muy rígida conmigo, no me permitía salir a bailar, prácticamente no tenía amigos y tampoco salía con frecuencia. Una vez llegó a decirme que si no me sometía a sus reglas, entonces debía irme de la casa. Yo le tenía mucho temor, así que hacía todo lo que ella decidía.
A los 20 años me recibí de profesora y comencé a trabajar. A los 21 años conocí a mi novio y a los 22 me casé con él, quien también era de mi misma religión. Al principio estaba muy ilusionada, a veces lloraba largamente porque recordaba mi pasado de un hogar destruído y tenía miedo de sentirme tan feliz al haberme casado con él. Creía que aquel sentimiento me duraría muy poco, porque muy en mi interior creía que no tenía derecho a ser feliz.
Los años fueron pasando y mi matrimonio se vio opacado por la rutina. Dejé de admirar a mi esposo en muchos sentidos, y aunque siempre fue un buen hombre yo sentía que me ahogaba. Hace cinco años abandonamos la religión que tuvimos desde la cuna. Nos dimos cuenta que era una organización que nos reprimia y subyugaba. Hace 2 años ingresé a un nuevo empleo y es allí donde conocí a un muchacho menor a mi que empezó a buscarme insistentemente. Enviaba mensajes a mi celular dia y noche, no dejaba de acosarme hasta que finalmente cedí. Estuvimos saliendo 1 mes en el que nos vimos 5 veces y luego pasó lo peor... quedé embarazada. Cuando me enteré de la noticia casi me mato. Estaba emocionalmente destruída, nunca pensé que esto pudiera pasarme. Fueron 9 meses de terror emocional, pero no le dije la verdad de todo esto a mi esposo porque estaba casi segura que mi hijo le pertenecía. Durante mi embarazo mi compañero de trabajo no dejó de molestarme pese a que le dije repetidas veces que no quería volver a verlo. Cambié mi celular y pensé que con la licencia por maternidad se olvidaría de mi, pero no fue asi. El bebé nació hace 4 meses. Gracias a Dios es el vivo retrato de mi esposo, por lo que estoy segura que es de él.
En el trabajo este muchacho contó la verdad a otras dos compañeras de oficina y aunque él lo niega y me jura que no es así yo lo sé porque estas compañeras constantemente me dicen indirectas muy hirientes con respecto a mi situación.
A su vez, este compañero sigue molestándome, cada vez que quedamos solos me paralizo de miedo, porque me toca, me dice cosas obscenas, pero al mismo tiempo cuando hay otros compañeros se burla de mi y me hace objeto de humillación. Consiguió mi numero telefónico e insiste en que nos veamos. En el último mensaje que me envió me decía que era capaz de una locura si yo no aceptaba verlo. Yo no le contesto, pero estoy aterrorizada. Pienso que me merezco todo esto que estoy pasando por haberme portado tan mal con mi esposo. Ahora me siento humillada, acosada, y emocionalmente devastada, ya no me queda autoestima. Lo unico que me da fuerzas para seguir es mi pequeño bebe. El es mi felicidad y espero darle lo mejor para su futuro.
No puedo renunciar a mi trabajo! Pero tampoco aguanto más a este sujeto. No tengo paz y no tengo con quien hablar! Qué hago? Por favor, necesito un consejo!