Te dejo un mensaje espero te pueda inspirar..
es de una autora que encontre en internet isabel menendez.quizas es lo que te quiere decir tu amiga
no es raro que en ocasiones se hable del amor en tono despectivo, como cuando se dice, por ejemplo, que nos vuelve ... Este tipo de afirmaciones se deben a la confusión entre el enamoramiento (un estado de ensimismamiento en el que se reviste al otro de las cualidades que convienen a nuestros deseos inconscientes) con el amor. A este último sólo se llega después de un desarrollo personal que ha permitido organizar una subjetividad firme, que reconoce al otro como un ser diferente.
No todo el mundo puede amar. Quien lo hace se ha atrevido a vivir un grado de libertad personal que no le asusta. Reconoce que el otro le puede dar lo que él no tiene y lo hace porque antes ha podido aceptar sus deseos, pero, sobre todo, sus carencias. El que ama puede recibir porque sabe lo que no tiene y lo que desea del otro, y al mismo tiempo puede dar porque reconoce lo que le piden y lo ofrece. ¿Hay algo más inteligente que querernos como somos y no atacarnos allí donde más débiles nos sentimos?
El amor muestra que somos inteligentes allí donde es más difícil serlo: en el terreno emocional. La inteligencia tiene que ver con la razón y con el intento de dominar los afectos que vienen de nuestro inconsciente. Pone palabras a los sentimientos y nos ayuda a entender quiénes somos, qué sentimos y a quién queremos. Pero si nuestro mundo emocional arrastra una historia de conflictos que no han sido elaborados, la inteligencia se puede usar para negar lo que se siente, para reprimirlo, para adormecer afectos que no queremos reconocer. Se utiliza entonces como un muro de contención contra lo que se siente, lo que a su vez provoca un alejamiento del otro, con el que se evitará un contacto cercano por miedo a que la intimidad que se produce en el encuentro amoroso destape su mundo emocional y aparezca lo que se vive como incontrolable. Cuando amamos, nos sentimos vivos, sólo si hemos sido capaces de dejar de tener miedo a nuestro interior.