Siempre he sido deshinibida y liberal. En un chat local de mi Estado Chihuahua, México conocí a un hombre cerca de 40 años mayor que yo, actualmente tengo 22, mantuvimos una relación cerca de un año y ha sido el mejor amante que he tenido. Durante la conversación por chat al principio era trivial y fria, luego hablamos de cosas personales y gustos en común. Quedamos en ir a tomar un café para la primera entrevista en vivo, antes de ello solo nos habiamos enviado fotografías. Es abogado, mide 1.90. cabello cano y facciones nada agraciadas pero no habia descubierto aun su mayor cualidad, su charla era burlona e irreverente, eso me dio curiosidad por nuestra entrevista del plano virtual al físico. Nos citamos un dia de otoño por la mañana en un centro comercial de mi ciudad, donde habia cafés y otras tiendas. Durante mi descanso en mi trabajo tomé un taxi y me dirigí al lugar; yo vestía un traje en corte chanel negro con una blusa blanca transparente, por mi busto tan firme puedo prescindir de usar sostén, mi falda me llegaba a los muslos y tampoco traía nada debajo. Cuando llegué al café lo reconocí de inmediato, se puso de pie al recibirme sobresaliendo por mucho mi estatura de escaso 1.60 aunque con mis zapatillas de tacón alto me veía mas imponente. Me dio un respetuoso beso en la mejilla y me ofrecio la silla caballerosamente fue entonces cuando noté por encima de su pantalón un bulto enorme. Luego de sosas frases para iniciar conversación recordamos una platica del chat algo subida de tono y reiamos por el incidente. Para sentir mas libertad de movimientos me quite el saco y lo puse en el respaldo de la silla mostrando abiertamente mi busto sin prisión y mis pezones erectos a causa del roce de la fina tela de la blusa, no reparé en ello de inmediato hasta que vi su mirada libidinosa en mi pecho y ello me agradó. Juguetonamente tomaba mi mano presionandola, hasta que le dije debia irme porque volvería a mi trabajo al que se ofreció a llevarme en su camioneta ultimo modelo, una explorer amplia y comoda. Salimos del lugar yo con mi saco y bolso en mano y el me conducia del brazo hasta donde estaba su vehiculo donde al subir se notó que tampoco traía pantys. Cuando subió me dirigió una mirada de deseo que no pudo disimular, curiosamente yo también deseaba a quel hombre a quien veía por primera vez y me resultaba tan atractivo. Sin mas preambulos se acercó a mi y tomandome de la cintura y hombros con ambas manos grandes y finas me besó salvajemente como si quisiera deborar la carne de mis labios, corria sus manos por mi espalda hasta que llegaron a mi trasero que masajeo algo brusco, metiendo la mano por debajo de la falda busco mi región, descubriendo mi clitoris y labios vaginales que separaba cosquilleandolos, hasta que sin mas introdujo uno de sus dedos en mi vagina y !!!ayyy, ya no pude pensar mas!!!!! no supe en que momento desabotono mi blusa, lamia y mordisqueaba mis pechos suaves, firmes erectos. Me recostó sobre el asiento para abrirme de piernas, desabrochó su pantalón y sacó aquella verga grande, gruesa, cabezuda, rosada y a punto de reventar de exitación. Yo ya estaba muy lubricada lista para recibirla, aunque un poco incomoda por los asientos invidividuales delanteros, me lastimaba en la espalda la caja de controles en medio de ambos pero no me importaba, además no habia sido algo planeado como para irnos al asiento trasero, como luego hariamos en otros de nuestros encuentros. Se posó sobre mi introduciendo su pene todo de un tirón, mientras acariciaba mis senos y me besaba de la misma forma salvaje pero tan exitante. Luego de jugueteos de mete-saca, risas, palabras obscenas y divertidas comenzaron las embestidas, yo tenia mis piernas apoyadas en el cristal de la ventanilla y sujeta del cinturon del auto. Cabalgó sobre mi un buen rato, yo ya habia tenido dos otres orgasmos, me habia chorreado por igual en varias ocasiones hasta que llegó su momento y se vació sobre mi, por igual grité al sentir su leche tibia en mi interior. Cayó exhausto y estuvo sobre mi un buen rato. Yo lo abrazaba jadeando por igual, acariciaba su nuca cuando me fije en la ventanilla donde me apoyaba y vi al cuidador del estacionamiento con los ojos desorbitados mirandonos estupefacto. Le hice una seña a mi compañero que lo hizo volvetar, de inmediato abrochó su pantalon, yo recogi mi blusa del asiento y me la puse rapidamente. Bajó el cristal y le dio 50 pesos de propina a cambio de no reportar el hecho porque nos hubiesen encarcelado por actos inmorales en la via publica; nadie mas se dio cuenta a pesar que era un dia de barata, habia muchas amas de casa haciendo sus compras de super, no habia otros autos estacionados al lado, por eso corrimos con suerte. Al recibir la propina se fue del lugar, me di una alisada en mis largos cabellos negros y puse mi saco otra vez. Con pañuelos desechables limpie los jugos que cayeron en mis piernas y nos fuimos del lugar a mi trabajo; al llegar nos despedimos por igual con un beso apasionado, intercambiando tarjetas para otros encuentros. Luego volvimos al lugar a recordar el incidente y con la complicidad de nuestro amigo el parquero que por una propina nos cuidaba de otros curiosos jajaja.
