Foro / Pareja

Cumpliendo una fantasia

Última respuesta: 15 de diciembre de 2008 a las 4:28
S
sergii_7880503
13/2/08 a las 17:03

Como les conté en mi relato anterior, llamado Hacer el Amor, yo me encuentro casado, nuestra relación siempre a sido muy buena, no puedo decir que nunca hemos tenido algún inconveniente, pues sí, si los hemos tenido, cosas pequeñas, que por ningún motivo echan a perder lo que sentimos el uno por el otro.
Con el tiempo nos hemos aprendido a conocer mejor, nuestros gustos, necesidades, fortalezas y debilidades, en lo único que he encontrado algo de complicaciones es en el tema sexual, si bien lo disfrutamos mi mujer no es lo que podríamos llamar un fanática, tal vez sea por su trabajo agotador, las cosas de la casa, hasta los hijos, todo atenta contra nuestros momentos. Tratamos de variar, de jugar, realizar nuestros deseos, sueños y fantasías, y de eso trata este relato de una fantasía de mujer.
Su fantasía era una de aquellas conocidas en su despertar de mujer, cuando su cuerpo recién se transformaba, sensaciones nuevas recorrían su cuerpo, su cabeza se confundía producto de estas nuevas imágenes, pero la excitaban, le hacían juntar sus piernas para sentir el roce y humedecer sus calzones de niña, de inmaculado algodón blanco.
Sin querer participaba en la fantasía de muchas mujeres, sin un sentido perverso, sino puro, inocente. Su fantasía se desarrollaba en un sitio cerrado, con un hombre desconocido, quien la tenia amarrada de manos, parada, de frente a una pared, semidesnuda, bueno, el resto se describirá en la realización.
Yo sabiendo de esta fantasía y de manera de agradarla, y hacerla sentir nuevas sensaciones, hacerla estremecer, planee llevarla a cabo. Lo primero que hice fue comprar tres pañuelos de suave seda, luego planear un momento a solas, en casa, una cena romántica, luego una plática, música romántica, suave, que nos transportara en el tiempo. Todo planeado, y ejecutado a la perfección, y lo que más satisfacción me trajo, fue que la noche nos acompañó con una hermosa luna llena, que inundaba de su luz azul mi terraza, era una cálida y luminosa noche.
Nos bebíamos unos tragos, conversábamos, bailábamos, nos besábamos, todo era espectacular. Suavemente sin que sospechara nada la fui llevando hasta una esquina de la terraza, donde se recogían unas grandes cortinas, por lo que había un aro de metal donde se amarraban los lazos que sostenían las cortinas. Ella llevaba una falda liviana y una blusa sin mangas, lo que me haría el trabajo fácil. Estando bailando, la tome con fuerzas y la arrinconé saque un pañuelo y amarré al aro su mano derecha, ella reclamó, tomé el segundo pañuelo y amarré su mano izquierda, pedía explicaciones, saque el tercer pañuelo y vende sus ojos. Mis manos reclamaron su cuerpo, abrí su blusa, hice a un lado el sostén casi bruscamente, fiel a la fantasía, saque su falda y sus calzones, la deje así medio desnuda un rato, ella se quejaba, se movía, protestaba, no sabía cuales eran mis intenciones, yo no hacía ruido, solo la observaba moverse, su piel blanca reflejaba la luz de la luna.
Sigilosamente me acerqué y le di unas palmadas que la hicieron estremecer, mis manos por fin la tocaban, acaricié sus senos, su vientre, su espalda, su entrepierna, la que rápidamente respondió al estímulo. Seguí con mis caricias, acompañadas de pequeñas palmadas, suaves mordiscos, y mis uñas recorrían su piel, se estremecía, daba pequeños grititos entrecortados, gemía, apretaba sus piernas.
Yo deseaba poseerla, y ella me deseaba a mi, deseaba ser poseída, deseaba ser tomada por la fuerza, sin poner resistencia, sin poder tocar ni ver a su amante, por fin su fantasía se hacia realidad. Mis manos cada vez apretaban más sus carnes, mis deseos eran enormes, su vagina se encontraba completamente húmeda, palpitante, deseando ser penetrada, mi ropa cedió su lugar a mi desnudez, mi piel se apretó contra su piel, mis manos sujetaron rudamente sus senos y con mis pies abrí sus piernas, las separé, bajé un poco mis rodillas y sin decir nada la penetré, casi salvajemente, solo arranqué un suspiro, luego tomé el ritmo necesario, estaba poseído, inmerso en esta fantasía, ella estaba desvalida y yo era su violador, ella no podía defenderse solo sentir, sentir y sentir. Acabó una vez, dos veces, tres veces, fueron unos orgasmos casi mágicos. Al final mi eyaculación baño su vagina, sus piernas, sus nalgas, a ella le tambalearon las piernas, supe que era el momento de soltarla, la tome en mis brazos y suavemente la deposite en una reposera, saque los pañuelos de sus manos y descubrí sus ojos, la veces suavemente, acaricie su cuerpo, ella me respondió, y agradeció la dedicación puesta en realizar sus fantasía, su primera fantasía.
Espero que sea de su agrado, y ya saben no se olviden de comentar.
lelito1169@hotmail.com, los espero.

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W
wendy_5306268
13/2/08 a las 18:37

Q tierno!!!!
Me gusto mucho el relato, y muy tierno el detalle de cumplirle la fantasia a tu esposa al pie de la letra y tal cual ella lo deseaba!!
La verdad estuvo Hermoso!!
muy exitante y super delicado!!
muakk

S
sergii_7880503
15/12/08 a las 4:28

Continuando con lo solicitado
Amigos, para apoyar mi solicitud de mas relatos y menos pedidos, les dejo esta pequeña historia.
lelito1169@hotmail.com

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