A ver, soy heterosexual, sólo he tenido relaciones con hombres, y me encantan, tanto su cuerpo como su miembro y el sexo, pero siempre me ha parecido más morboso el cuerpo de una mujer, lo cuál siempre lo he traducido en celos en mis relaciones, cuando veía a una mujer que me parecía atractiva, y en el fondo, creo que algo me excitaba. Les montaba pollos a mis novios o me enfadaba con ellos porque a lo mejor ella pasara por delante, y puede ser que ellos ni se la miraran, pero yo sí, y lo manifestaba de esa forma.
Después, siempre he tenido sueños bisexuales. No continuamente, pero sí varios al año, a lo mejor casi todos los meses. Un psicólogo me dijo que eso no se tenía que traducir en que me gustasen las mujeres, muchas veces lo que quiere decir un sueño en el que mantenemos relaciones con alguien de nuestro mismo sexo es que estamos en armonía con nuestra parte contraria, en mi caso, con mi parte masculina, ya que soy mujer, y denota un equilibrio interior.
Vale, muy bien, pero siempre me gusta ver fotos de mujeres semidesnudas, no me excito, no digo ni hago nada, pero me atraen visualmente los cuerpos de mujer. A mi mente se lo enmascaro creyéndome que es por ver las tías que les gustan a los tíos, que cómo puede ser si están requeteoperadas, o simplemente decir "pues si yo estoy mejor", en plan de darme autoestima, pero en el fondo sólo estoy mirando sus cuerpos. De hecho, hay veces que me he excitado con mi propio cuerpo, porque era el de una mujer.
En cierta ocasión nos dimos una amiga y yo besos cuando teníamos 14 años, pero estuvo lejos de gustarme o disgustarme, fue totalmente neutro, no sentí nada.
Me siento rara conmigo, porque no me gustan las mujeres, pero me atrae más una foto de una mujer con una actitud sexy que un hombre, mil veces más. Ya os digo, automáticamente viene a mi mente la idea de decir "pues no están tan buenas, es todo photoshop", y que por eso miro las fotos, pero creo que es que mi mente está rechazando la idea real de que me gusten las mujeres, aunque sea algo que yo he meditado de forma consciente.
Continuamente pienso en esto, pero hoy se ha culminado cuando le estaba echando crema a una amiga en la espalda. Primero he pensado que qué piel tan tersa tenía, que cómo me gustaría tenerla yo. Luego lo bonita que era. Y cuando le estaba echando en la parte de los hombros, me ha dado un impulso de bajar la mano hasta el pecho y cogerlos de la misma forma que lo hace mi novio, como me encanta que me lo haga él. Pero quería hacerlo yo, quería experimentarlo yo.
Siempre he pensado que las personas nacemos bisexuales, y luego nuestra vida nos decanta a un lado u otro, pero lo mío es dudoso.
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