Chicas (y chicos), ¡necesito vuestra ayuda!
Sé que mi novio me ama; de eso estoy segura. Cuando nos conocimos él era virgen, pese a haber tenido varias novias, porque nunca había sido capaz de hacer nada con ellas, pero era adicto al porno y a la masturbación. Me confesó todo desde el principio y me dijo que eso le hacía ver a las mujeres como objetos que se usan y se tiran. Me lo contó llorando, al poco tiempo de conocernos, porque tenía miedo de perderme por no hacer lo correcto. Estábamos de acuerdo en que tenía que dejar de ver esos vídeos y de tocarse tanto. Recayó cuatro o cinco veces y todas ellas me lo confesó al instante pidiendo perdón. Le expliqué que no tenía que pedirme perdón, que cambiar un hábito es difícil pero que era cosa de los dos: si él tenía un problema, el problema era mío también.
Me costó mucho, muchísimo trabajo, pero conseguimos hacer el amor. Al principio se ponía muy tenso y huía de mí; despacito y con mucha paciencia me perdió el miedo. Creí que todo iría bien.
No duró mucho. Hace ya unos seis meses que no me toca. Nos besamos, nos abrazamos, pero a sus ojos soy una cosita asexual. Creo que, aunque haya abandonado la masturbación obsesiva y los vídeos, sigue dividiendo a las mujeres en dos grandes grupos inseparables: las siliconadas exuberantes, al más puro estilo "actriz porno", que no son personas sino objetos sexuales, y el resto del mundo. Entre el resto del mundo, lo más lejos posible del sexo, estoy yo: físicamente, no me parezco en nada a esas chicas (bajita, menuda, pechos más bien pequeños y rasgos aniñados); además, no soy sexy y provocativa sino más bien simplemente dulce y cariñosa. No sé decir obscenidades, mi lencería es bonita pero no explosiva, nunca he usado "juguetitos" ni he visto pornografía. Pero una cosa no quita la otra: me gusta hacer el amor, incluso todas las noches si es posible, jugar, variar y probar cosas nuevas.
Amo a mi novio y jamás podría serle infiel porque sólo pensar en acostarme con otros hombres me da asco. Seguiría siendo su novia incluso si supiera que nunca más voy a tener sexo. Pero lo que me asusta es que creo que ese asqueroso hábito que ha tenido desde los doce años le ha distorsionado la mente para siempre: por un lado, las ... ; por otro, su novia "dulce y pura", intocable: yo. Eso no es sano. Eso es un problema y hay que solucionarlo.
Cuando se queda dormido, me abrazo muy fuerte a él y aprieto mi cuerpo contra el suyo; siento que estamos muy cerca pero a la vez muy lejos. Si le cuento todo esto, me asusta presionarle, que vuelva a tener miedo y a sentirse tenso a mi lado. Si directamente "me lanzo" o si aparezco desnuda ante él o algo así, lo que me asusta es pasar al grupo de las ... y que deje de verme como la chica dulce que soy (y no dejo de serlo por querer que me haga el amor) y que ya no pueda quererme. ¿Qué hago? ¡Ayudadme, por favor!
Un beso muy fuerte. Mil gracias.