Yo lo hice
yo lo hice. después de hablarlo varias veces llegamos a un acuerdo: ella lo haría con otro hombre pero sin que se enrollara sentimentalmente. Verla fué emocionante, de pronto se me reveló ante mis ojos sus curvas, sus senos, sus piernas, cada parte como cuando éramos novios. Al ver cómo el otro la acariciaba su piel se me hizo vibrante, al ver como tocaba y besaba sus senos los ví más erectos, al ver como su boca lo besaba en toda parte sus labios se me hicieron más hermosos y provocativos. Al ver como el hombre la penetraba senti que recobraba nueva dimensión de mujer. Al ver cuando gozaba y gemía fué como música maravillosa. Cada posición que tomaban me permitía contemplar la belleza de mi mujer, al ver cómo se movía sobre él percibí más su dinamismo y su vida. Sus caderas al agitarse, sus curvas se acentuaban, su movimiento con el órgano del señor adentro de mi esposa... fué de las mejores experiencias que he tenido. Luego hacerle el amor a mi esposa fué una delicia. La siento más mía y más mujer. No me canso de acariciarla y de mimarla. Ahora estamos planeando la próxima situación.