Mi nombre es Marco y trabajo para una empresa de publicidad. A continuación os detallo un poco la situación previa a mi último ascenso (hará más o menos un año). Espero que os guste tanto como a mi :P
Un rato antes de cerrar mi jefa, con la seriedad que la caracteriza, se acercó a mi y me dijo que quería hablar conmigo porque me veia muy motivado y desde arriba le estaban pidiendo una persona de confianza para un puesto con algo más de relevancia y quería charlar un rato conmigo y comentarlo para evaluar mi interés. Llegó la hora de marchar y, como hacía bastante calor, me invito a cenar a su casa para comentarlo, añadiendo "allí estaremos más fresquitos" (nada más lejos de la realidad). Como ya te comenté en alguna ocasión, mi jefa es una mujer de unos cuarentaytantos años, separada y muy bien conservada. Vive en un chalet no muy grande a las afueras.
"¿quieres una cerveza o ago frío mientras nos traen la cena?" me dijo. Como había encargado la cena a un restaurante italiano y suelen tardar bastante en llevarte el pedido, acepté su oferta y me tomé una cervecita fresquita (seguro que este detalle también te gusta... jajaja).
Comenzamos a charlar sobre el trabajo y, de repente me dijo "Voy a ponerme cómoda, ¿te importa?" a lo que le contesté "Estás en tu casa" y se marchó hacia lo que supuse, y luego comprobé, que era su dormitorio.
Yo estaba bastante tranquilo aunque me estaba picando la curiosidad del puesto de trabajo que me quería ofrecer, me levanté y estuve curioseando por el salón (lo que más me llamó la atención fue la pecera inmensa que tiene en el salón) y como tonto me quedé mirando como nadaban los peces de un lado para otro.
De repente escuché a mi espalda "¿Te gustan los peces?" y me giré para contestar pero me quedé sin palabras. Frente a mí estaba ella, con un short deportivo blanco y una camisetita blanca de tirantes con escote tipo "palabra de honor" que dejaba apreciar perfectamente las curvas de su silueta y marcaba ligeramente sus pezones... No me parecía un atuendo muy apropiado, en principio, pero la verdad es que mi vista la recorrio de arriba a abajo y, por si fuera poco lo que ya había visto, mientras recorría hacia abajo su cuerpo con mi mirada, observé que estaba descalza y que la forma de sus piernas, sus tobillos y sus pies era super excitante (no es que sea fetichista, pero reconozco que me encantan piernas, tobillos y pies). Yo llevaba un pantalón de lino veraniego que no me permitió disimular lo duro que me había puesto y, pese a mis intentos por pasar inadvertido, ella se dio cuenta.... De repente sono el timbre y ella fue a abrir. Acababa de llegar la cena, pero el plato fuerte estaba por llegar...
"¿Te apetece que cenemos ya o prefieres que sigamos comentando?"
"Lo que mejor te parezca, lo cierto es que no tengo demasiada hambre aún" contesté.
Se sonrió y me dijo "Entonces charlemos a ver si se nos abre el apetito".
Me invitó a sentarme en el sofá junto a su sillón mientras me decia "Marco, ¿Qué futuro profesional te planteas en la empresa?". Me senté y mientras respondía a su pregunta, como me gusta mirar a los ojos a mi interlocutor, me dí cuenta de que su mirada estaba centrada en el bulto que se formaba en mi entrepierna y que mi fino pantalón delataba. Observé que apoyó uno de sus pies descalzos sobre la mesa de centro y mi vista, sin querer, fue a parar a su entrepierna. Los shorts erán tan ajustados que marcaban no sólo su tanga, sino también su sexo... Me puso a mil... Tenía la ... hinchadísima de la excitación, cosa que a ella no le pasó inadvertida y con una mirada picará dijo "¿No tienes calor? Puedes ponerte más cómodo si quieres".
Su invitación, dandome cuenta de la situación, me pareció bastante buena y le contesté " si no te importa, gustoso me quitaría la camisa, aunque no quisiera incomodarte" a lo que ella respondió "Adelante, como si estuvieras en tu casa". Asi que me quité la camisa. Ella abandonó su sillón y se sentó a mi lado en el sofá. Lo cierto es que me puse un poco nervioso y ella se percató. "¿Te pongo nervioso?" a lo que contesté "¿Debería estarlo?" y me acerqué lentamente hacia sus labios... Sin darnos cuenta nos fundimos en un beso caliente y lascivo.Mientras me besaba, su mano comenzó a desabrochar mis pantalones.... Asique me dejé llevar.
De repente su boca abandonó la mía y, medio susurrando dijo "esto no lo vas a olvidar", me sacó el miembro de los pantalones y sin más comenzó a mamármelo muy rico. Mientras tanto yo "enredaba mis dedos en su pelo" suspirando de placer. Se notaba que no era la primera vez que lo hacía y que tenía bastante experiencia porque me estaba comiendo de lujo.
Pese a que ni por asomo me esperaba que se pudiera dar esta situación, estaba muy excitado... Intenté hacerla subir a mi boca porque lo cierto es que me lo hacía tan bien que notaba que iba a correrme en breve si la dejaba continuar...
Viendo su negativa a dejar de saborear mi manjar, comencé a girarme para dar paso a una nueva postura que me permitiera devolverle "el favor". Ella, percatándose de mi intención, apartó su boca de mi durísima ... para darme las facilidades necesarias para arrebatarle el short, pero cuando comencé a quitárselo me paró en seco y dijo "Vamos a la cama". La cogí en brazos mientras me besaba de nuevo y fuimos hasta su dormitorio...
A través de su camiseta podía ver perfectamente la marca de sus durísimos pezones lo cual elevó nuevamente mi excitación. La tumbé sobre la cama y le bajé el short lentamente. Llevaba un tanga negro de encaje que hubiera hecho las delicias del más exigente. Con cuidado lo aparté hacia un lado y pasé mi lengua por cada recodo de su sexo.... Ella estaba muy húmeda, pero no me dejo seguir diciendo "¿Me vas a dejar a medias del postre?" Sonreí y me tumbé de lado sobre la cama dejando mi miembro al alcance de su boca y dejando su sexo como una delicatessen al acecho de mi boca... Comencé a recorrer toda su conchita encharcada con mi lengua mientras ella seguía disfrutando de saborear mi ... a punto de estallar. Nuevamente volvió a parar y me pidió que me acostase boca arriba. Se subió sobre mi, su sexo dispuesto en mi boca, se inclinó y siguió mamándome... Me vuelve loco esta postura; ese culito redondito y cuidado a la vista, su ... en mi boca, sus pechos en mis manos y mi miembro en su boca.... Absolutamente delicioso. mmmmm....
Comenzó a agitarse cada vez más fuerte mientras yo bebía su néctar y entre gritos y gemidos dijo: "Correte cabronazo!!! siiiii... quiero saborear tu leche mientras me corro... mmmmmm ohhhh...."
La conjunción de estarme mamando tan rico y que ella también estaba a punto de correrse en mi boca provocó que no pudiera resistirme a su petición y, a la vez que mi boca se llenaba de sus flujos me corrí como nunca....
Quedamos un poco exhaustos y nos tumbamos en la cama un rato pero a los pocos minutos, ella se incorporó y dijo "Se me ha abierto el apetito, ¿Reponemos fuerzas y cenamos?". Ni que decir tiene que yo estaba de nuevo empalmadísimo y con ganas de más marcha, pero como no me gusta forzar las situaciones contesté "De acuerdo, cenemos"...
La noche no terminó aqui, pero el resto os lo cuento en la parte 2 .
Opiniones??