Mil gracias a quienes me habéis acompañado y comprendido en mi dolor e impotencia ante el problema de mi hijo. Todos y todas tenéis razón, pero es que se me agotan las fuerzas, las ideas, no sé cómo hacerle reaccionar; lo he intentado, creo, de muchas formas, hablándole con todo el cariño del que soy capaz, abrazándole y diciéndole que le entiendo, que le necesito, enfadándome con él, ignorándole, castigándole...pero todo es inútil. Le he llevado desde hace varios años a psiquiatras los cuales me han dado en dos minutos diferentes respuestas: es bipolar, tiene TLP, tiene un trastorno de personalidad, de conducta, etc. etc. y un montón de diferentes medicamentos que acaba por no tomar. Por favor, os agradecería que si alguien conocéis a alguna persona, psicólogo, terapeuta, o simplemente alguien que se pueda convertir en su amigo, porque tampoco tiene, que aporte un poco de luz a mi hijo, que os pongáis en contacto conmigo, porque estoy desesperada y temo que un día ocurra una desgracia, que Dios no lo quiera. Gracias, amig@s.