¡un extranjero y yo!

Es un poco largo pero de pronto pueda que se distraigan un rato!..Vamos a ver!

Llegó una amiga desde el exterior, y sin pensarlo nos encontramos, quedamos en salir un martes, fuimos a un coffe bar, charlamos mucho, nos contamos de nuestras vidas en 13 años de no vernos, después de que ella llorara un poco y de ver tipos entrar y salir, vi a alguien que se quedó sólo, sus amigos se fueron, el tipo tenía un estilo oriental, lo que mas me llamó la atención fue su cabello extraño. Lo cierto es que él ya pagaa la cuenta se iba, tenía problemas con el español, no hablaba nada mi idioma., el arregló sólo su situación y de ahí nos preguntó si podía sentarse con nosotras. Mi amiga dijo que si ante mi asombro, lo cierto es que comenzarón a charlar y yo con mi pobre vocabulario miraba y entendía un poco de lo que decían, a lo que ella se fue al baño me preguntó si tenía esposo e hijos, yo le dije que si. Y hablamos un par de cosas, el idioma no nos permitía más, lo cierto es que cuando llegó mi amiga nos invitó un trago, y buscamos un nuevo lugar a donde ir, bailamos un poco, cuando el me tomaba de la mano, me apretaba suavemente, y me llamaba la atención, luego al tomarme de la espalda para bailar hacía lo mismo, yo no sabía si era una insinuación o no, le pregunte a mi amiga si hacía lo mismo con ella y dijo que no. Finalmente bailamos los dos cogidos, soltó mis manos y me tomó de la cintura, era tan bueno para bailar, su cuerpo solo se movía, era tan dócil, sus movimientos envolventes, el roce de su piel cálido. Cuando bailamos me tomo de la cintura y muy hábilmente sus manos quedaron en contacto con mi cintura bajo mi blusa, me acarició un rato en que yo no sabía si me acariciaba o bailábamos y era normal Lo cierto es que me gusto, pero mi moral no me permitía seguir así, que tomé sus manos y le alejé de él, a lo que contestó: Im sorry. le sonreí no sé por qué diciendo ok. El alzo mis manos sobre sus hombros e hizo que lo abrace, se agacho, y me dio un abrazo muy cercano, un abrazo caluroso, puro, y cariñoso a la vez, luego me dijo kiss me!, yo fingía no entender, luego sonreí y bese su mejilla, mientras coloque mi dedo índice sobre su boca, a lo que él contesto, Youre beautifull, yo atiné a decir tank you, nada más, y luego nos fuimos a sentar. En ese momento llegó mi esposo, a quien yo había llamado para que me lleve a casa. Esa madrugada me quedé pensando en ese hombre, el toque de sus manos, en mi cintura, en mis manos, como me apretaba despacio y con seguridad a la vez, en ese abrazo tan sincero que sentí, mmmm!, me dormí soñando en él deseando verlo otra vez. Al día siguiente quise ir al coffe bar, pensé que el me esperaría ahí, pero me dije, para qué? Qué busco, estoy mal. Él es un inglés vive a miles de kilómetros de aquí y yo una latina, casada y con hijos. Lo cierto es que seguí pensando en él, y en sus últimas palabras: I will look for you . Yo sólo dije no te entiendo. Al preguntar a mi amiga me aclaró mi duda, me decía: Te buscaré, pero el no tenía mi email, ni teléfono, ni nada ya perdía la esperanza, la única forma era que le pregunte a mi amiga le hable a ella, pero era casi imposible, ella no revisaría su correo en muchos días pues se iba de viaje, y tampoco estaría en casa. Seguramente si el me buscaba ya sería después de irse de mi país. Así que me dije, ya no hay caso.

Un día salí a trabajar tenía que hacer trámites, y pasé por la calle del coffe bar, y al caminar, sentí su mano suave en mi hombre me dijo: Hello that surprise so pleasant!. Yo atiné a decir, Hi, how are you?. Luego me dijo algo más que ni siquiera entendí, luego me tomó de las manos me indicó el coffe bar, y me invitó a seguir. Yo incrédula acepté sin decir nada, por una hora tratamos de entendernos con resultados muy malos, pero nuestros ojos hablaban solos, y el roce de nuestras manos decían lo que nuestros labios no podían. Luego le propuse ir a caminar, y aceptó, íbamos por la calle tomados de la mano, sin decir nada, cuando de pronto empezó a llover, nos cubrimos en la entrada de una casona vieja el se sacó su chaqueta como en la primera noche y me cubrió y quedamos frente a frente, yo entre sus brazos, y se acercó tímidamente y me beso suavemente en la frente, yo estaba temblando ya, me acercó a él, sus manos acariciaban mi espalda sobre su chaqueta, y así nos quedamos largo rato hasta que al separarnos un poco finalmente nos besamos, fue un beso tan dulce, tímido, tan deseado, luego poco a poco el beso fue intensificándose, a mi no me importaba nada ya, ni a él tampoco, sólo éramos nosotros en un mundo vacío, con nuestros cuerpos que querían hablar, sentí su cercanía, su cuerpo me hablaba a pesar de su disimulo. El empezó a hablar, y yo que maldita sea no podía entenderlo, me arrepentía de no haber puesto más atención a las clases de inglés y a mi pobre vocabulario. Lo cierto es que me suponía todo, me tomó de la mano y empezamos a caminar abrazados por la calle en medio de la lluvia, llegamos a su hotel, y me miró fijamente, muy seguro dijo. you want to go with me?. Yo dije to your hotel?. El me dijo: to begin a life together, para mí daba lo mismo, lo que él quería era tenerme. En fin con un tímido movimiento de mi cabeza, le dí el si. Llegamos a la habitación y en lugar de empezar a besarme y quitarme la ropa que supuse lo haría de inmediato, sacó fotografías de su familia, saco su diccionario y empezó a decir muchas cosas en un pobre español. Él decía, no se como, pero no quiero alejarme de ti, apenas te vi una vez , y no te dejo de pensar, y tienes esposo e hijos, vi que te fuistes con él y sin embargo, eso no me detiene. Te propongo, que nos tratemos creo que eres la mujer que he buscado, y sin intentarlo no te quiero dejar ir. Dame una oportunidad!. Luego salió de la habitación por treinta minutos en los que casi salgo corriendo, al regresar extendió su mano con un hermoso anillo de plata y me dijo, quiero que seas mi novia. Yo asombrada y sin saber por qué y cómo dije si!. Entonces me dijo, deseo tenerte en mis brazos, y hacerte mía, pero quiero que lo hagas segura de mí. Y poniéndose de rodillas dijo: Quieres entregarte a mí?. Yo me acerqué y lo besé dulcemente, coloque sus manos sobre en mi cintura y nos entregamos uno al otro, empezó acariciándome la cintura, donde se había quedado la otra noche, mientras su boca besaba la mía, y su lengua me había invadido. Nos pusimos de pie, se acerco tanto a mí que ni aire podía pasar, y me repetía eres hermosa, te amo desde siempre, su boca besaba todo mi cuello y su manos acariciaban mi espalda bajo la ropa mojada que hacían el momento más erótico. Luego me quitó la chaqueta, y la blusa mientras sus ojos se clavaban en mí. Yo empecé a besar su pecho, a desabrochar su camisa, seguíamos en medio de las caricias con nuestro torso casi desnudo, luego el me quitó la falda, y me quedé en ropa interior blanca, que justamente ese día era muy sexi, pequeña, y se prestaba para todo, yo desabroche su pantalón y empecé a bajarlo con mi boca mientras mis manos me ayudaban. Llevaba un hermoso boxer blanco, que dejaba ver plenamente el tesoro inglés que me esperaba. El siguió besando mi cuerpo y su lengua dibujándome por completo me alzó en brazos me apegó a él como un bebe y me depositó en su lecho, se acercó me miró con ternura empezó a besar mis pechos mientras quitaba el broche delantero de mi prenda íntima. Al fin quede libre y él mordía suavemente mis pezones, mientras su miembro cercano a mi vientre me rozaba. Luego bajo con su boca y me quitó mi pequeña prenda interior. Mientras sus labios se concentraron en besar mi monte hasta llegar a mis labios, visitando mi clítoris, y sus manos jugaban por todo mi cuerpo. Me hallaba ya excitada, sentía que no podía más, quería que me penetre, que me tome de una vez. Pero él no lo hacía jugaba conmigo explorando mi cuerpo cada vez más, conociéndome por completo, yo gemía de placer, y el también luego se puso de rodillas sobre la cama y se quitó su boxer, y yo pude ver todo lo que había imaginado, me incorporé y empecé a besar su sexo, a lamerlo, y chuparlo todo, mientras tomaba sus nalgas con mis manos y las acariciaba, él gemía tanto, y decía cosas que yo no entendía, hasta en un momento tomo mi rostro me llevó hacia él, y dijo, no sé como, pero te amo!, y en ese mismo instante me penetró, escuchándose un grito mutuo de placer. Empezamos a movernos, como dos locos, ya ese instante nada importaba, gritabamos, gemíamos, nos apretabamos fuerte, estabamos sudorosos, y no nos deteníamos. Yo me di la vuelta quería que me penetre así de rodillas sobre la cama y que sentir su pecho en mi espalda, y sus manos en mi pechos. El lo hacía tan bien, no sólo sentía su pecho, sino también su mano en mis pechos y la otra en mi vagina mientras su miembro estaba dentro mío y se movía con energía, en medio de nuestra humedad. Estaba a punto de correrme, y no lo quería todavía, él parecía adivinar todo lo que yo deseaba, así que disminuyó cariñosamente sus movimientos hasta que se detuvo por un momento, empezó a hablarme al oído, y seguir acariciando mi cuerpo mientras decía, no sé como, pero te amo! Y sus movimientos delicados visitaban mis entrañas, al punto de llevarme a llorar de la emoción. No puede más y me di la vuelta lo miré entre lágrimas y le dijé: I don't know as but I love you. Cerramos nuestros ojos, y seguimos amándonos, suavemente me recostó sobre la cama otra vez, y se posó sobre mí, me penetraba cada vez mas fuerte mientras mis manos entre sus cabellos le pedían que no se fuera y mi boca expresaba toda mi pasión. Luego se incorporó quedando de rodillas y me tomo de las manos para que también lo hiciera me dio la vuelta suavemente mientras besaba mi nuca y me penetró otra vez, luego muy suavemente me empujó a la cama y quedamos boca abajo los dos, con nuestras manos entrelazadas y estiradas, el como la primera noche me las apretaba pero esta vez con una dulce lujuria, y yo ahora si respondía encantada, ya para ese entonces llevaríamos como una hora y media amándonos, y se vino nuestro primer orgasmo, me beso dulcemente, espero un momento y continuó, hasta encenderme nuevamente, yo me levanté un poco y quede en cuatro, quería complacer a mi hombre ya no importaba nada era suya. Así que el empezó a moverse con energía con sus manos apoyadas en mi espalda, luego me tomó y nos dimos vuelta a la cama conmigo encima él, nos seguimos moviendo y disfrutando uno del otro, hasta que luego me puse sobre el, y me movía, mirándolo disfrutar de mí, y sintiendo que tenia el control completo. Luego adelanté mi cuerpo quedé sentada casi sobre su cara, el de inmediato empezó a besar mi vagina con nuestro líquidos mezclados, jugando con su lengua, mientras sus manos hacían lo suyo, enseguida me di la vuelta y quedamos en la posición 69 nos hacíamos sexo oral el uno al otro, y era tan rico, tan sublime, estábamos tan excitados otra vez, y empezamos a gemir tan fuerte, hasta que nos corrimos completamente, yo tomé todo su semen y el todos mis líquidos, de inmediato nos besamos mezclando los líquidos de nuestras bocas, y seguimos acariciándonos por largo rato, yo me había dado vuelta y estábamos de lado, yo sentía su sexo en mis nalgas, su pecho en mi espalda, y sus manos acariciándome toda, me tenía para él, bajo su control, hasta que las caricias despertaron nuevamente nuestros instintos, teniéndolo detrás mío él empezó a tratar de penetrarme y yo deseaba que lo hiciera, así que me quedé quieta dejando todo en sus manos, él muy delicado luchaba por hacerlo al tiempo que cuidaba de mí, eso me hacía sentir tan bien, sentía su pene, en la entrada de mi pequeño tesoro él me humedecía con sus líquidos, y lo hacía poco a poco, hasta que logró introducir su glande, ahí se detuvo a decirme palabras cariñosas, y luego empezó poco a poco hasta tenerlo todo adentro, se movía con mucho cuidado diciendo these well love (estas bien amor), hasta que yo empecé a moverme fuerte según me permitía mi cuerpo, hasta llegar a hacerlo como dos desesperados, el mordía mi espalda, con firmeza y suavidad, acariciaba mis pechos, mis pezones, me besaba, me embestía con fuerza, y yo gemía, gritaba, pedía más, me sentía tan plena, tan mujer en sus brazos, hasta que estallamos nuevamente mientras jadeabamos en medio de besos suaves, tiernos, completamente sudorosos, mojados, húmedos y absolutamente complacidos. Ya había caído la noche, y la despedida fue horrible, sin poder decir mucho, con miradas apenadas, con el diccionario alado y llenos de impotencia por no poder hablar. Intercambiamos nuestros correos, nuestro números de teléfono, ahora yo estudio inglés y el español, nos escribimos mucho, nos hablamos seguido, la comunicación mejora día con día y existe una promesa de por medio y no sabemos si algún día compartiremos absolutamente nuestras vidas, pero si sabemos que esto no terminará, no hay distancia, no hay tiempo, sólo él piensa en mí y yo en él, y algún día volvemos a entregarnos uno al otro. Aunque sea por un solo día.