Le conocí hace más de un año en internet, tiene novia desde hace diez años y yo novio, desde hace ocho.
Desde el primer momento sentimos algo muy especial que nos fue enganchando día a día.
Enseguida empezamos a hablar de conocernos, aunque la distancia de bastantes kilómetros que nos separa, hizo que no pudiera ser hasta seis meses después que, en un viaje que hice con mi novio y unos amigos, pude escaparme para estar media hora con él.
Fue maravilloso verle, tenerle cerca... habíamos compartido tanto!!! que fue como salir a tomar café con un amigo de toda la vida.
Poco a poco se fue convirtiendo en mi mejor amigo, mi confidente y nuestro cariño crecía cada día.
Nos vimos dos veces más en las que recorrimos muchos kilómetros para poder estar juntos menos de una hora. Aunque ya nos deseábamos con locura, no pasó nada.
Siempre hemos sido sinceros hablando de nuestras parejas y nuestras relaciones con ellas. Bueno mucho más que eso, nos lo contamos todo.
Yo sabía que su novia se quería casar pero él lo veía más a largo plazo, en un par de años o así.
Este verano, mientras yo estaba de vacaciones, decidió que se casaba este próximo verano y me lo dijo por teléfono. Llevabamos días sin hablar y no me lo esperaba. Fue horrible! Sentí que el mundo se desmoronaba.
A raiz de eso, intentamos ver y sentir nuestra relación como una amistad muy especial y nada más. Dejamos de decirnos que nos queríamos aunque nos era imposible sentirlo.
Volvimos a vernos y, esta vez, nos dimos cuenta de lo mucho que significamos el uno para el otro. Tampoco pasó nada pero el deseo y las ganas de volver a pasar un rato juntos, cada vez eran mayores.
Hablamos por teléfono por la mañana, por la tarde, por la noche... a todas horas, sabemos más de nosotros que de nuestras parejas.
He intentado ponerle nombre a esta relación cientos de veces y me es totalmente imposible.
Siento un amor inmenso por él, si está triste, yo estoy triste, si está malo, yo me siento fatal, si está contento, yo me siento feliz.
Lo que sí sé es que, ante todo, es mi amigo, mi mejor amigo y sé que jamás tendré otro igual.
Hace un mes nos volvimos a ver y ¡ocurrió! nos besamos y fue maravilloso.
Dice que me quiere muchísimo y que quiere estar conmigo siempre.
Nuestras parejas, la distancia y nuestras vidas, nos separan pero sabemos que siempre nos tendremos el uno al otro para lo que necesitemos.
Se casa este verano y yo no tardaré en hacerlo también. Los dos tenemos una pareja a la que nos debemos y a la que no podemos hacer sufrir.
Necesitaba contároslo y... me siento mejor!
Gracias por escucharme.
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