Foro / Pareja

Síndrome de parranda y expiación

Última respuesta: 29 de abril de 2010 a las 16:14
A
an0N_812338799z
28/4/10 a las 18:04

La bulimia es un síndrome que recibe también este nombre: síndrome de parranda y expiación.

En esta situación las adolescentes (suele darse en este segmento de la población), en privado, totalmente a escondidas del mundo, canalizan su ansiedad y sus frustraciones ingiriendo sin control y de forma absurda cantidades ingentes de comida hipercalórica y de más que dudoso valor nutritivo.

Hay muchachas que relatan haber ingerido en una hora dos tabletas de chocolate, una caja enorme de galletas, dos bolsas de patatas fritas todo eso aprovechando un rato en el se quedaban solas en casa, escondiéndose en la privacidad de su habitación, o más sórdido aún, en un cuarto de baño.

Después de la parranda, tras haberse atiborrado como vía de escape absurda y de haber tratado de liberarse de manera compulsiva de la ansiedad, llega la culpa. El momento de la expiación, el asco de si mismas y el rechazo a su propio cuerpo. Entonces, también a solas, siempre solas, se autoagreden. Algunas casi hasta la muerte, induciéndose el vómito, tomando laxantes, purgantes.tratando de limpiarse por dentro, de expiar la suciedad, pues se sienten repulsivas, despreciables, miserables, gordas, feas......

Comprendo que muchas personas pensaréis: ¿qué podrá tener que ver semejante proceso con los temas que trata este foro? Sin duda es un trastorno complejo y preocupante, a veces muy grave, que requiere rápida intervención y tratamiento, pero ¿qué relación podrá tener?, ¿sé habrá confundido de lugar Loletas, que ya va para mayor, al escribir esta charla?

Es posible que tengáis mucha razón, que ande medio pirada y no tenga el día muy fino, pero este síndrome se me asemeja un poco al de aquellas personas que buscan un amor para huir de una vida monotona y previsible que no les satisface.

Que en lugar de tratar de buscar soluciones racionales a los problemas familiares o de pareja, buscan un camino aparentemente más sencillo y se inventan o crean una realidad paralela en la que viven parrandas amorosas e intensas, también a escondidas y a veces sin control, como verdaderos bulímicos. También como ellos, tras atiborrarse, sufren el proceso de expiación, de culpa brutal, de asco de si mismos y de sus actos. Entonces llega el monento del corte. El lo siento pero no puedo seguir, esto se me va de las manos, no puedo, no debo, ycomo vosotras decís, como muchas decís, despues del proceso casi siempre vuelven. Vuelven para buscaros y pediros que les acompañéis a su cielo y también a su infierno. A invitaros a su nueva parranda tras la que volvera ciclicamente e inexorablemente el proceso de expiación. Y así, hasta que alguna de las partes implicadas sea rescatado por el sentido común y le ponga fin, en un sentido o en otro.

Ver también

A
an0N_812338799z
28/4/10 a las 20:28

Depende ...
Uno puede tener una relación sana con la infidelidad, puede tener una pareja estable y otra o varias relaciones alternativas más o menos intensas. A mí me parece muy bien, es una opción de vida que no tendría porqué hacer daño a nadie y cuando comparo no me refiero de ninguna manera a esas situaciones.

Mi símil se refiere a esos hombres, suelen ser hombres, casi siempre casados con una mujer a la que quieren y respetan pero que no les llena, con hijos a los que adoran y que llevan una vida razonblemente feliz pero que a ellos les hace desgraciados, les hace sentir que hay algo más, que se están perdiendo muchas cosa en el camino por una decisión tomada en su momento, posiblemente hace mucho: matrimonio, paternidad, asunción de responsabilidades adultas....... ese sentimiento lo hemos tenido todos en algún momento, tú misma sin ir más lejos, y también es lógico y respetable, no somos robots.

El problema, la enfermedad, que lo es, surge cuando en este contexto un hombre que esta vacío y busca, encuentra a una mujer, esta colma sus expectativas amorosas, no hablo solo de sexo. Ella es todo lo que el desea y la lleva a una catarsis amorosa y pasional, que aunque tenga sexo, no se trata ni mucho menos de desfreno sexual. Ella es la MUJER, la que de verdad le colmaría como hombre y persona, la gran amanteamiga, como definió Pedro Salinas a Katherine Whitmooere en su mejor obra: la voz a ti debida. Esta mujer se siente adorada como nunca, idolatrada y se deja llevar, ¿quién no? Todo es maravilloso, tiene a un hombre sensible, bueno, noble, generalmente maduro y responsable que la idolatra, tanto que se ha desviado de su sendero. Además está el morbo del engaño, que mantiene la llama encendida más tiempo y la aviva.

Hasta aquí, genial. Este hombre debería hablar con su esposa, arrglar todo lo necesario y cambiar de pareja, o hablar con su esposa y seguir con las dos, pero en plan sano, sin volverse majadero, pero no es así muchas veces. No pasa eso siempre. El galan, se siente horrible, culpable y sucio tras la parranda amorosa (no necesariamente sexual), de pronto la amante le encuentra extraño. No quiere verla, le pide tiempo para aclararse, no sabe, se agustia. La frase " esto se me va de las manos " se repite casi siempre, y la pobre amante se siente fátal, le ve sufrir y revolverse, sentirse una basura cuando él es maravilloso, casi un milagro de la naturaleza..........A veces, el tio corta la relación con ella y como siempre cuentan por aquí vuelve enseguida, pero vuelve con más de mismo. No ha resuelto. Ha pasado su fase de expiación y ahora toca parranda. Y así seguira mientras de dejen o se pegue un tiro.

Un besito ... (hada asturiana de las fuentes y de los manantiales de agua clara).

PD: Y tienes razón, ando un poco pirada y me encanta mezclar churras con merinas, aunque las ovejas me parecen unos bichos ... y aburridos. Yo me quedo con las cabras, por personalidad.


O
oleh_9012367
29/4/10 a las 15:44
En respuesta a an0N_812338799z

Depende ...
Uno puede tener una relación sana con la infidelidad, puede tener una pareja estable y otra o varias relaciones alternativas más o menos intensas. A mí me parece muy bien, es una opción de vida que no tendría porqué hacer daño a nadie y cuando comparo no me refiero de ninguna manera a esas situaciones.

Mi símil se refiere a esos hombres, suelen ser hombres, casi siempre casados con una mujer a la que quieren y respetan pero que no les llena, con hijos a los que adoran y que llevan una vida razonblemente feliz pero que a ellos les hace desgraciados, les hace sentir que hay algo más, que se están perdiendo muchas cosa en el camino por una decisión tomada en su momento, posiblemente hace mucho: matrimonio, paternidad, asunción de responsabilidades adultas....... ese sentimiento lo hemos tenido todos en algún momento, tú misma sin ir más lejos, y también es lógico y respetable, no somos robots.

El problema, la enfermedad, que lo es, surge cuando en este contexto un hombre que esta vacío y busca, encuentra a una mujer, esta colma sus expectativas amorosas, no hablo solo de sexo. Ella es todo lo que el desea y la lleva a una catarsis amorosa y pasional, que aunque tenga sexo, no se trata ni mucho menos de desfreno sexual. Ella es la MUJER, la que de verdad le colmaría como hombre y persona, la gran amanteamiga, como definió Pedro Salinas a Katherine Whitmooere en su mejor obra: la voz a ti debida. Esta mujer se siente adorada como nunca, idolatrada y se deja llevar, ¿quién no? Todo es maravilloso, tiene a un hombre sensible, bueno, noble, generalmente maduro y responsable que la idolatra, tanto que se ha desviado de su sendero. Además está el morbo del engaño, que mantiene la llama encendida más tiempo y la aviva.

Hasta aquí, genial. Este hombre debería hablar con su esposa, arrglar todo lo necesario y cambiar de pareja, o hablar con su esposa y seguir con las dos, pero en plan sano, sin volverse majadero, pero no es así muchas veces. No pasa eso siempre. El galan, se siente horrible, culpable y sucio tras la parranda amorosa (no necesariamente sexual), de pronto la amante le encuentra extraño. No quiere verla, le pide tiempo para aclararse, no sabe, se agustia. La frase " esto se me va de las manos " se repite casi siempre, y la pobre amante se siente fátal, le ve sufrir y revolverse, sentirse una basura cuando él es maravilloso, casi un milagro de la naturaleza..........A veces, el tio corta la relación con ella y como siempre cuentan por aquí vuelve enseguida, pero vuelve con más de mismo. No ha resuelto. Ha pasado su fase de expiación y ahora toca parranda. Y así seguira mientras de dejen o se pegue un tiro.

Un besito ... (hada asturiana de las fuentes y de los manantiales de agua clara).

PD: Y tienes razón, ando un poco pirada y me encanta mezclar churras con merinas, aunque las ovejas me parecen unos bichos ... y aburridos. Yo me quedo con las cabras, por personalidad.


Eso mismo, depende...

Y no de lo que pende, más bien de si calificas al enamoramiento como enfermedad mental transitoria porque esa catársis a la que te refieres me parece que encaja en tal acepción. Leí tu símil y no me parecieron mal del todo las coincidencias pero seguro que eres consciente de sus diferencias, de sus consecuencias y que no quisiste formular una teoría, sólo dar rienda suelta a tu pensamiento.

Suscribo punto por punto la situación que pintas en esta segunda intervención, lo vemos post a post, hilo a hilo que se va abriendo en este foro. Y es que no escarmientan l@s maldit@s...

A
an0N_812338799z
29/4/10 a las 16:08
En respuesta a oleh_9012367

Eso mismo, depende...

Y no de lo que pende, más bien de si calificas al enamoramiento como enfermedad mental transitoria porque esa catársis a la que te refieres me parece que encaja en tal acepción. Leí tu símil y no me parecieron mal del todo las coincidencias pero seguro que eres consciente de sus diferencias, de sus consecuencias y que no quisiste formular una teoría, sólo dar rienda suelta a tu pensamiento.

Suscribo punto por punto la situación que pintas en esta segunda intervención, lo vemos post a post, hilo a hilo que se va abriendo en este foro. Y es que no escarmientan l@s maldit@s...

Para blatdemoro
No soy ninguna experta, pero te aseguro que entiendo perfectamente lo que es ser bulimico y lo que es ser infiel. Soy capaz de hacerte un listado completito de disimilitudes que será sin duda mucho más largo que el de analogías.

Por supuesto que no pretendía emitir ninguna teoría, Dios me libre. No era más que una reflexión, una especie de hilo de pensamiento que se puede seguir o no. Entiendo perfectamente que mucha gente no vea la menor conexión, es todo muy sutil, tanto que se escapa. Cosas mías.

No sé si sabes que la buimia es también conocida como síndrome de parranda y expiación, no es de mi invención, lo prometo. Y ese término me recuerda un poco a algunas de las historias que leemos por aquí, historias que de alguna manera, con todas las variaciones, siguen un patrón un poco repetitivo, llenos de altibajos y que narran el gran amor del mundo mundial al que debo tenunciar pero no se como ni puedo, aderazadas con embarazos (de mujer o amante), bebés recien llegados, padres enfermos, hijos grandes o chicos de una o ambas partes......eso varía, pero lo que no cambia son las oscilaciones continuas en las relaciones, ese quiero y no puedo que supongo hace añicos animicamente al más pintado.

Un saludo y gracias por molestarte en entender mis desvaríos.

A
an0N_812338799z
29/4/10 a las 16:14

We should try in english
No te entiendo, cielo. Es cierto que con el Atlantico de por medo y la diferencia generacional la comunicación se hace difícl.

Está claro que no entendiste tampoco mi post sobre la esposa hipopótama que arremetía a trompadas, jajaja.

Un abrazo

PD: Y estoy casadisima, en primeras nupcias y desde hace más de 20 años.

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