Sexo en bares de copas
Bombonhelado, yo he tenido "alguna experiencia" en esos lugares, pero nada de en privado. Yo, lo he tenido en puro público.
Me explicaré. Imagina, más de las doce de la noche, un rincón. Detrás de mi la pared y estoy en el hueco de una máquina de tabaco, de pie. Ella, en una tabureta alta, "justo" a mi altura, sin ropa interior, con falda amplia, y comenzamos a hablar y a pensar en qué pasaría si sucede allí mismo.
Ese es el mejor momento, el comprometido. En principio yo estoy apoyado en la tabureta, pero "de repente" aprovechando que la puerta se abre y la gente se gira, ¡tras! mi cosa sale a buscar aventuras.
Y justo delante tiene la cueva, húmeda y caliente. Ese es el instante en el que hay que gozar de reflejos. Ella se desplaza levemente hacia adelante, y facilita la labor; yo sólo empujo un poco, y poco a poco empezamos a hablar animadamente, a reirnos. Cada risa es un movimiento "normal". Cada carcajada permite cuatro o cinco movimientos de pelvis. Cada giro de cuerpo, para observar el entorno supone una nueva y cada vez más ansiada oportunidad de empujar, cada vez con más ganas.
A veces, queda ahí, y nos vamos a la cama.
Y alguna, que alguna ha sido, he aprovechado un largo beso para dejar todo lo mío allí.
El problema es luego. Limpia sin dejar huella. El pañuelo de tela es providencial. Los chorros por no llevar ropa interior inevitables, morbosos, e invitan de nuevo a la risa y a tener ansias de llegar a donde consumar de nuevo la unión.
¿ves? No hace falta un privado. En la barra, bebiendo, y mientras te echas unas risas y una copa. Lo malo es si alguien mira las caras, pero intentas disimular.
Ahora lo están reformando. Espero que dejen en el sitio la máquina de tabaco.
Saludos