Habíamos quedado esa tarde para tomar algo, hacia apenas una hora que había llegado a valencia. El coche aun estaba caliente.
No se cuantas veces habíamos salido ya como amigos a tomar algo por Valencia y por Madrid y no había pasado nada en especial, nada mas que pasar un buen rato de juerga.
Ese día estabas radiante y parecías haberte tomado un afrodisíaco, no eras la misma chica que días atrás había visto en Madrid.
Me llamaste cuando iba de camino al móvil y me dijiste si quería quedar a comer contigo en un restaurante nuevo que tenias muchas ganas de ir.
Yo acepte encantado ya que de todos modos iba a llegar a la hora de comer.
Habíamos quedado en la puerta del restaurante , así que pasamos juntos a comer y estuvimos charlando acerca de la universidad, lo guapa que te habías puesto para la ocasión y sobre las medias de red que llevabas que me fascinaban, etc mientras nos servían la comida.
Note que comenzaste a hacerme cosquillas en los tobillos, metiendo dulcemente tus deditos por la pierna de mi pantalón con una sonrisa picara. Pero procure no darle importancia, pese a que me estabas poniendo nervioso.
Continuamos charlando durante toda la comida y no paso nada mas. A la salida del restaurante, te invite a subir al coche, abriéndote la puerta como de costumbre como buen caballero, para llevarte a puçol ya que te vería mas tarde para tomar algo.
Cuando me metí en el coche y estaba apunto de arrancar, de repente te inclinaste sobre mi y me besaste.
Al principio no sabia que hacer de lo sorprendido que me había quedado, hasta que poco a poco mi cerebro fue asimilando que realmente me habías besado y comenzamos a fundirnos en un interminable beso mientras nuestras manos acariciaban mutuamente nuestras espaldas, moviéndose continuamente, atrayendo hacia si a la otra persona.
Comencé a besarte el cuello subiendo lentamente hacia tu lóbulo, note como echabas el rostro hacia atrás estremeciéndote de placer. Una vez alcance tu lóbulo comencé a pasar lentamente la punta de mi lengua por el y te sople dulcemente al oído.
Tu mientras bajaste tu mano por mi pecho y comenzaste a acariciar mi sexo, sobre mi pantalón, pidiéndome mas, que no parara de besarte el cuello.
Continué besandote el cuello mientras deslizaba mi mano sobre tu entrepierna y te acariciaba.
Al cabo de unos minutos, paramos de besarnos, el coche ya se había empañado del calor que emanaban nuestros cuerpos.
Me dijiste que por que no te enseñaba la habitación del hotel donde me había hospedado, así que nos dirigimos hacia allí.. mientras íbamos de camino, me bajaste la cremallera del pantalón por sorpresa y comenzaste a masturbarme, parecía que no querías que me relajara, querías que me mantuviera caliente.
Al cabo de unos minutos habíamos llegado, esperamos durante unos minutos en el coche frente a la puerta del hotel para que se me bajara la erección y subimos a mi habitación. apenas habíamos cruzado la puerta cuando comenzaste besarme de nuevo con mas pasión mientras avanzabas haciéndome retroceder hasta llegar a la cama.
Hay te inclinaste obligándome a caer en ella y comenzamos a acariciarnos mientras nos quitábamos mutuamente la ropa.
Una vez estuvimos desnudos, casi totalmente ya que te pedí que te dejaras únicamente las medias de red que siempre había sido una fantasía y me excitaba muchísimo.
Me puse encima de ti y comencé a besarte lentamente todo tu cuerpo, desde el cuello hasta los dedos de los pies, muy despacito, pasando a veces la punta de mi lengua, recreándose especialmente en tus pezones, mientras con las manos, te acariciaba el otro seño y tu sexo.
Una acabe de besarte y chuparte cada parte de tu cuerpo comencé de nuevo a avanzar desde los dedos de los pies hacia arriba, hasta llegar a u sexo.
Te abrí las piernas levemente y comencé a devorarte viva, mientras con las manos te acariciaba los pezones. Te introduje uno de mis dedos en la boca para que los chuparas y así pudiera aumentar el placer que sentirías al acariciarte los pezones con los dedos humedecidos igual que si sintonizara una radio.
Tu te inclinaste hacia atrás disfrutando del sexo oral. Mi lengua no paraba de moverse en círculos alrededor de tu clítoris , introduciéndose de vez en cuando en tu ...
Tu deslizaste una de tus piernas hacia mi pene y comenzaste a juguetear con el con tus pies mientras yo seguía comiéndote. Notaste como se me puso aun mas duro y grande, así que moviste la otra pierna y comenzaste a meneármela lentamente mientras jugueteabas con tus pies en mi pene.
Yo comencé a gemir de placer mientras te comía aun con mas ansia. Te notaba que estabas apunto de correrte y quería que lo hicieras en mi boca, quería que te corrieras por primera vez desde que te conocí, sin ayuda de la penetración, así que continué moviendo mas y mas rápido mi lengua. Tu mientras seguías moviendo cada vez mas rápido tus pies, yo estaba excitadísimo y sabia que no podría aguantar mucho mas, llevaba muchos meses sin tener relaciones y no podía más. No quería corredme, quería aguantar un poco mas para penetrarte y continuar dándote placer, pero no me dejaste ni un resuello, parecías dispuesta a que acabara así, comencé a gritar de placer mientras tu no parabas de mover los pies, Al final no pude mas y me corrí, manchándote levemente las medias. Mientras continuaba comiéndote sin parar y acariciándote los pechos. Al cabo de unos minutos comenzaste a jadear a gritos y te corriste.
Nos quedamos descansando abrazados durante unos minutos, sintiendo el roce de nuestros cuerpos desnudos. Mientras nos besábamos tiernamente.
Pasados 10 min ya me había recuperado al igual que tu, así te pregunte que deseabas hacer a lo que me contestaste, simplemente el amor.
Comenzamos a besarnos de nuevo apasionadamente y acariciarnos mientras notabas como iba creciendo mi ... entre tus manos, me inclinaste hacia detrás quedándote tu encima de mi y te introdujiste mi sexo.
Comenzaste a cabalgarme lentamente, inclinándote sobre mi para que pudiera chupar tus pechos con la punta de mi lengua. Mientras con mis manos te acariciaba tu culito y empujaba mas y mas hacia mi.
Comenzamos a movernos a un mismo ritmo, constante, lento pero que cada vez se iba incrementándose, notando como los dos cuerpos se hacen uno. Ambos gritábamos de placer y queríamos mas y mas.
Continuamos moviéndonos durante 10 min hasta que al cabo de ese tiempo tuviste un gran orgasmo y paramos. Yo no me había corrido esa vez, pero había merecido la pena todo el placer que había sentido y la cara de felicidad que vi en tu rostro.
Después de hacer el amor, nos quedamos un rato dormidos, cuando nos despertamos nos fuimos a la ducha juntos y continuamos jugueteando pero esta vez sin hacer nada mas. Nos vestimos y nos fuimos a tomar algo como habíamos planeado.
Esa día no volvió a ocurrir nada mas, aparte de los besos furtivos que nos dimos durante oda la tarde y que no paramos de bailar.
Cuando llego la noche, te deje en la puerta de tu casa y nos despedimos hasta la próxima vez.