Hace mucho tiempo que mi marido me propuso hacer realidad una fantasia "irrealizable": verme hacer el amor con otro hombre.
Ayer, día de su cumpleaños, me dijo que le hiciera un regalo: hacer realidad esa fantasía.
Aunque al principio me negué, terminó por convencerme por las formas en que me lo planteó: sería un masajista de los que se anuncian en la prensa quien me lo "hiciera".
Fue él quien llamó por teléfono al "chico". Nos dijo la dirección y el precio y allí nos dirigimos.
Al principio me sentí bastante avergonzada; pero cuando el chico se desnudó y me dejó ver su pene, me animé un poco; era atlético, jovén, guapo,... y con un pene grande y bonito, completamente duro.
Me desnudé y me tendí en la cama; él me abrió las piernas y me las levantó para verme bien mi intimidad.
Se acercó y me chupó muy dulcemente por toda la vulva y también por el culo,... Cuando estuve bien mojada, me preguntó: ¿quieres que te penetre ya?
Le dije que sí, y cuando me penetró lentamente, solo con notar el roce de su pene en mi vagina, me corrí,... Nunca había tenido esa sensación: correrme con solo deslizar el hombre el pene en mi vagina, sin estimular el clitorís ni nada,...
Ahora tengo dudas: por un lado, me siento un poquito mal por haber aceptado ser amada por un desconocido, por otro, deseo que vuelva a ocurrir, y no me atrevo a pedirselo a mi marido.
¿Que debo hacer?
- olvidarme y pensar que solo fue un sueño.
- disfrutar con el recuerdo y masturbarme.
- pedirle a mi marido que me acompañe de nuevo.
- ir a ser amada de nuevo por aquel desconocido sin enterarse mi marido.
Por favor, contestarme, gracias.