El relato que voy a contar ha sucedido en realidad, esta misma semana. Espero que os guste mucho, necesito contarlo. De antemano, informaros de que yo soy una chica de 23 años y el hombre que aparece en mi historia (que le puse de nombre Óscar, pero no es su nombre verdadero) es un hombre de 51 años, muy atractivo. Es alto, delgado, tiene los labios carnosos, los ojos grandes y azules y el pelo castaño claro. Lo describo para que no os imaginéis al típico cincuentón bajito, rellenito y calvo . Ahí va:
Quedamos en vernos en mi casa. Íbamos a estar toda la tarde juntos. Él y yo éramos simplemente amigos pero entre nosotros existía una atracción fatal, mis amigas cada vez que le veían decían que con su manera de mirarme parecía que quisiera violarme en ese mismo momento. Y él siempre intentaba rozarse conmigo, pero yo hacía lo mismo con él, buscando tener contacto con su piel. Pero no había nada más que tonteo y amistad, pues él está comprometido. Quedamos, y yo lo deseaba, pero me imaginé que nada pasaría entre nosotros a pesar de que iba a venir a mi casa (siempre he sido demasiado ingenua). Entramos en casa y yo le llevé enseguida a mi habitación (pues acabamos de mudarnos y salvo mi habitación, que la había preparado expresamente para él, el resto de la casa estaba bastante desordenada). Él se sentó en mi cama y yo fui a beber a la cocina. Cuando regresé a mi habitación, él seguía allí sentado y me miraba con una cara que parecía que quisiera devorarme, pero no decía nada, no hablaba, solamente me miraba. Yo me senté en la cama, a su lado, y le dije Bueno ¿y qué hacemos? ¿Quieres hablar, ver una peli, tomar algo? Y él me dijo Podías hacer un streaptis , tienes ahí un taburete, te pones encima y te quitas la ropa para mí Yo me reí, pensé que me lo decía en broma. La verdad es que muchas veces me dijo que le hiciera un streaptis (de broma) y pues creí que también me estaba tomando el pelo ahora. Pero me dije a mí misma Despierta, te lo está diciendo en serio y me empecé a poner muy nerviosa y colorada. Entonces él se acercó a mí y me dio un morreo. Acto seguido me tumbó en la cama mientras seguía besándome. Los besos que nos habíamos dado hasta entonces eran picos, esta era la primera vez que podía sentir su lengua dentro de mi boca, jugando con la mía. Además lo hace de maravilla. Y bien, sin separar ni un segundo su boca de la mía, sus manos iban recorriendo todo mi cuerpo, iba echándome la camiseta hacia arriba para tener contacto con mi piel. Se puso encima de mí y llevábamos solamente unos minutos besándonos y ya pude sentir su ... muy dura. Me cambió de posición, me puso acostada encima de él y me sacó la camiseta y el sostén. Me empezó a menear hacia delante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo y de derecha a izquierda, como si estuviéramos haciendo el amor pero con los pantalones puestos. Yo estaba mojadísima porque sentir su pene tan duro golpearse contra mi cuerpo, me ponía muy caliente. Y encima Óscar no paraba de comerme los pechos. Empezaba a darme lametones muy suavecitos en los pezones y acababa metiéndose mis pechos en la boca, los mamaba como si fuera un bebé muerto de hambre en busca de la leche de su mamá. Yo estaba muy caliente y él me metió la mano dentro de mi tanga y me acarició el clítoris durante mucho tiempo. Yo no podía dejar de gemir y a él eso le encantaba. Él estaba sudando mucho, así que le quité la camisa y le lamí sus pezones y su cuello. Me volvió a sentar encima de él y me seguía moviendo con ese vaivén de antes, como si hiciésemos el amor. Mientras, me seguía comiendo las tetas, que a estas alturas estaban impregnadas de su saliva, completamente mojadas. Entonces él se corrió, pero lo hizo dentro de sus pantalones, solamente sé que sentía cómo le salía el semen y cómo se le ponía blandita, acto seguido me tumbó en la cama, nos dimos unos mimitos y se fumó un pitillo. Yo creo que él estaba extasiado, bueno, los dos. Llevábamos mucho tiempo deseándonos y salían chispas entre nosotros, pero nunca se había dado la oportunidad de que estuviéramos a solas. Hubiésemos practicado sexo completo, pero yo tenía la regla y no era plan Volveremos a quedar para acabar lo que empezamos y ya os contaré. Por cierto, no le practiqué el sexo oral porque creí que a lo mejor me tomaría por una lanzada por hacerlo el primer día que intimamos, pero la próxima vez, se lo haré!! Gracias por leerme. Un saludo y besos para tod@s!!