Siempre, me he llevado bien y he tenido mucha confianza con mi cuñado, pero hace un mes, quedamos para ir a una piscina de invierno, quede en recogerlo. Cuando llegué me dijo que no iba porque no le quedaban bien los bañadores, Yo le contesté que no podía ser que ninguno le viniera bien, (él tiene cuerpo de deportista y no había engordado nada).
Me pasó a su dormitorio y tenía cinco bañadores, me dijo, me los voy a probar verás como no me quedan bien, yo fui a salir de la habitación, pero él me dijo que no hacia falta.
La verdad que no sé porque no salí, el se quitó la ropa que llevaba y después el slip, quedando completamente desnudo, empezó aprobarse los bañadores, que aunque él decía que no se veía bien, le quedaban perfectamente todos, yo procuraba mirarle a la cara, hasta se quedó desnudo y me dijo que no se veía bien físicamente, ahí me había dado cuenta que a pesar de su naturalidad tenía otras intenciones, y no se porque entré en su juego y mirándole de arriba abajo le comente que tenía unas medida perfectas en todo, cuando me preguntó que quería decir con ese todo, tienes un cuerpo perfecto y un pene con un buen tamaño, él me contestó, eso que no lo has visto erecto, yo no sabía si seguirle la corriente o cortar la situación, permanecí callada un instante mientras seguía mirándole, el se acercó a mí y cogiendo mi mano, se la acerco a su pene, sin que yo hiciera nada por evitarlo, enseguida estuve agarrándole el pene sintiendo como se ponía muy duro, el me empezó a contar, lo mucho que me deseaba, se acercó a mi y me besó, yo seguía agarrando su pene, le dije que estábamos equivocándonos, que era mejor no seguir.
Él me dijo que después del paso dado, teníamos que continuar, empezó a tocarme e hizo intención de desnudarme, a pesar de que en ese momento estaba bastante excitada no le deje que me quitara la ropa, le dije que dado que yo también era culpable de la situación le masturbaría pero nada más, empecé a masturbarlo mientras seguimos besándonos.
En un momento que le estaba besando en el pecho y en sus pezones, el me cogió la cabeza y suavemente me la bajo hasta su pene, yo retire la cabeza y le dije que eso no. Él me dijo que era una fantasía que había tenido siempre, pero le contesté que se conformará con una masturbación o nada. Entonces me retiro la mano de su pene, y dijo que sino estaba convencida que era mejor dejarlo, le contesté que si era lo que realmente quería, lo dejábamos. En ese momento comenzó a besarme apasionadamente mientras nos abrazábamos y yo tocaba su espalda y su culo desnudo, el hacia lo mismo por encima de mi ropa. En ese momento el volvió a cogerme suavemente la cabeza pero con firmeza, y me la fue llevando otra vez hasta su pene, que después de rozarme por la cara consiguió introducirme en la boca, yo me di por vencida y empecé a chuparla con todas mis ganas, mientras él movía ligeramente el pene, jugaba con mi pelo y lo apartaba de mi cara, me dijo que le mirará a los ojos, apenas un momento después de fijar nuestras miradas, noté en mi boca el golpe de su semen, deje escapar un poco para no ahogarme y seguí chupando hasta que él termino de agitarse. Mantuve su pene en mi boca llena de esperma hasta que empezó a bajar un poco su erección. A pesar de que él me decía que lo tragase fui al baño y me enjuagué. Cuando volví estaba tumbado en la cama, me dijo que me tumbará junto a él y que iba hacer lo mismo por mí.
Se incorporó me senté a su lado y me quito mi camisa y luego el sujetador dejando mis pechos al descubierto, me los toco firmemente y luego chupo mis pezones que estaban duros, yo mientras le acariciaba los testículos. Me puse de pie mientras el desabrochaba mis pantalones, me bajo los pantalones me quedé en tanga delante de él y cuando iba a quitármelo le dije que esperara un poco, me abrazó fuertemente, me acercó a su cuerpo, me tumbó en la cama a su lado y me tocaba por todo el cuerpo como si tuviera cuatro manos, luego deslizo sus dedos dentro de mi tanga tocando mi pubis y jugando con sus dedos con mi clítoris, yo estaba excitadísima y gemía suavemente, me quitó el tanga, sentí al rozarme que otra vez tenía el pene erecto, bajo su cabeza besándome por todo el cuerpo y pensé que llegaría hasta mi clítoris, pero paró me agarro las piernas las abrió bruscamente y cogiendo su pene con la mano me lo introdujo en mi vagina, esta vez tardó bastante en correrse , cuando finalmente se vino dentro de mí, quedamos abrazados sudorosos y jadeantes, me dijo que me debía una lamida de clítoris y que otro día me pagaría la deuda.