me obligo a mí mismo a ser infiel.

Hola, buenos días a todos.
Mi tema es el siguiente. Yo y mi novia llevamos saliendo algunos meses. Yo tengo 25 años y ella 23. La conocí dos meses antes de que comenzásemos a salir, y aunque siempre me pareció muy guapa, como yo era un poco mujeriego, pues nunca tuve la necesidad de quedar con ella (nos vimos un par de veces en fiestas) ni la presté ninguna atención (de hecho, la di plantón varias veces que decíamos de quedar, pues no soy de los que se arrastra por llevarse a una mujer a la cama, soy un poco indiferente, porque ya me he divertido mucho en esta vida).

Un día, recibí mensajes suyos (deduzco que algo borracha) diciendo que me echaba de menos, y que quería que intentásemos algo serio, que ya quería formar un proyecto de futuro y tener una relación madura. Que le gustaba, y que si podía pasar su cumpleaños con ella en unos días.
Aunque fueron cuatro frases no más, lo que me dijo me enterneció y emocionó tanto que decidí darla una oportunidad, pues no son muchas las mujeres (sobretodo tan guapas) que son capaces de declararse a un hombre, y encima con un plan tan serio, lo que a mí tras decenas de rollos y romances cortos me parecía una idea muy atractiva.
Ella no había hablado demasiado conmigo nunca, y tampoco sabía de mi bastante buena situación económica, así que realmente confié en que fuese en serio.

En pocos días fui a buscarla y comenzamos nuestra relación de una manera muy química (y sin sexo los primeros días, pues dijo que fuésemos poco a poco, y esto ahora me encanta pensarlo, porque demuestra que no es una facilona, pues incluso gustándole yo muchísimo me había rechazado para la cama al principio: esto me encantó).
Coincidía con que era vacaciones y me la llevé a la playa por su cumpleaños. Fueron unas 3 semanas de ensueño romántico, de cuando dos personas comienzan y esa ilusión puede olerse en cada gesto. Además era bien "guarra" (quería ella hacer el amor en cualquier lado del hotel, cama, bañera, piscina, incluso en la terraza a la vista de todos, eso me encantó).

Como es lógico, con el paso de los días ella comenzó a ver un poco mi carácter real, y yo el suyo. Ella realmente resulta ser una chica con un "romanticismo muy selecto" (me besa poco, me dice que me quiere o me echa de menos en su justa medida, no va siempre agarrada a mí). Y estas cosas, aunque al principio me molestaban un poco, luego he aprendido a disfrutarlas: ella es una chica muy madura, y quiere un amor maduro, y me encanta.

El problema soy yo, que soy un chico que engaño mucho. Al principio doy la sensación a las mujeres de ser muy indiferente, mujeriego y "chulo", y eso pues las pone mucho. Pero en cuanto me decanto por una, soy el tío más tierno y fiel que existe. Mi novia siempre se vuelve lo más importante para mí, y me encanta estar con ella, y fardar de ella y demás.
Aquí nuestros carácteres chocan, porque por ejemplo, a mí me encanta cogerla y besarla y decirla que la quiero con frecuencia, y casi no soporto ir a fiestas si ella no me está acompañando.
Ella resulta ser más independiente, pasional pero independiente, que le gusta ir a su bola, y que tiene arrebatos de mimos y cariño pero más limitados. No es que no me quiera, es que es así. Llamémosla algo "sosa" (aunque en momentos cruciales siempre responde, como el día que se cogió un tren de 10 horas desde su pueblo para venir a tomar las uvas conmigo e irse a la mañana siguiente).

El tema está en que he descubierto que a ella le encanto cuando "la ignoro" (como hacía antes de que se me declarase). Por ejemplo, le gusta que mientras estamos en casa, en la cama, yo esté a mi bola y me muestre "pasota", y ella se me ponga a besar y a mimar al lado. Si soy yo el que quiere estar con ella y besarla y hablar de cosas románticas y tal, se pone de mala ... y me dice "me encantaría que fueses así como más man, más hombre. No te pongas pesadito". Tenemos por ejemplo una broma, de que yo me pongo a propósito "in a cool mode" (no hacerla ni caso) y a ella le encanta.

Nos vamos a ir a vivir juntos el mes que viene, pero yo me sigo sin acostumbrar a esta vida de "poco cariño" (cuando chateamos, siempre es sosísima, y a veces ni me coge el teléfono ni nada -desde el principio, hasta en nuestros tiempos de buen amor era así-, pero luego en el fondo siempre me quiere).
Esta vez yo había decidido serle fiel, pero me doy cuenta de que todo el amor que tengo para dar, ella no es capaz de digerirlo bien, y siempre nuestras crisis son porque yo exijo más muestras de cariño por su parte (por ejemplo, en las fiestas, que le gusta ir con sus amigas y que yo vaya con mis amigos, cosa que no me apetece porque ya que tengo novia quiero sacarla a bailar con ella y no teniendo que estar "ligándome" a otras chicas cuando mi novia está buenísima). (La he puesto hasta de foto de perfil conmigo en todas mis redes)

Sé que si sigo en esta línea de "agobiarla" con mi cariño (casi se han invertido los papeles, y yo estoy siendo la "mujer empalagosa"), la voy a acabar perdiendo; pero también sé que si puedo controlarme y hacerla "menos caso", ella cada vez va a estar mejor conmigo.

SOLUCIÓN: Ser infiel.

¿Por qué? Porque no soy capaz de ocupar mi cabeza con otras cosas en serio. Mi trabajo me da mucho dinero sin apenas esforzarme, y mis aficiones, como la música o la lectura, no me llenan la cabeza lo suficiente para olvidarme de ella.

He probado con una chica, y efectivamente es así. Yo me enrollo con ella unos días, nos vemos cuando me aburra, entonces mi novia me ha visto más indiferente y se ha puesto más mimosa y cariñosa, y yo me he sentido mejor.

He dialogado con ella muchas veces, pero dice que es así, "fría", y que no puede cambiarlo. Si me dedicara todo lo que yo estoy dispuesto a dedicarla a ella, juro ante Dios que no tengo necesidad de ninguna mujer más (ya he estado con suficientes).

En la ciudad a la que nos vamos a vivir conozco a un montón de guapísimas mujeres, que ahora encima que saben que tengo novia vienen a saco a por mí. Oportunidades de ser infiel no me van a faltar.

Si quiero mantener a mi novia, tengo que ser más indiferente. Y si quiero ser más indiferente, sólo puedo conseguirlo centrando mi atención en otras mujeres.
(NO TENGO OTRA MANERA: nada me llena más que las mujeres y el dinero, y el último ya lo tengo).

Ya la he sugerido muy tácitamente que si no me presta atención se la tendré que dar a otra, y lo único que hace entonces es reprochar lo infantil e inmaduro de mi conducta (y lo peor es que tiene tanta razón...)
El cariño que yo necesito es más explícito, necesito oír que me quiere, y lo dice muy poco, y no puedo forzarla a que lo diga más.

Sé que vais a decirme que soy egoísta, que si la quiero de verdad pues me tengo que ... y reprimir mis sentimientos, pero es justo porque la quiero tanto que no quiero perderla .

¿Qué debo hacer? ¿Ser FIEL y acabar perdiéndola o ser INFIEL para seguir con la mujer que amo y que me ama?

Muchas gracias, compañeros.