Los celos como síntoma del amor
Un reciente estudio norteamericano acaba de demostrar que más del 33 % de las parejas sufre de celos y casi la mitad de los encuestados los consideran una consecuencia inevitable del amor verdadero.
Qué Pasa
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Celos, enojarse por amor
"De repente pensé que mi actitud tan poco posesiva podría jugar en mi contra" Para mí, el tema de los celos siempre ha sido un asunto cerebral. Más que sentir esa especie de asfixia y ceguera temporal, esa emoción se ha transformado para mí en algo teórico: ¿estará bien sentir celos?, ¿lo que siento serán celos?, ¿por qué nunca los he sentido?, ¿no se tratará de un sentimiento demasiado primitivo, demasiado animal?, y así un montón de interrogantes.
Estas divagaciones nunca me han dado tiempo para sentirlos en carne propia, al menos como aparecen retratados en novelas y películas.
Mi particular forma de enfrentar el tema me llevó a tomar decisiones un tanto arriesgadas con mi novio, a quien dejé partir por motivos de trabajo a Estados Unidos, sin hacer el menor esfuerzo por seguirlo o retenerlo. Incluso, hasta negué la situación.
Sin embargo, estar más de dos años viéndolo sólo esporádicamente me hizo sentir cierta inquietud. De repente, pensé que estaba estirando demasiado la cuerda; que mi actitud tan poco posesiva podía jugar en mi contra. Mis amistades opinaban que mi situación era una "prueba" y que si llegaba a aparecer un tercero es porque ya no pasaba nada. Y eso sucede con parejas que viven juntas o a miles de kilómetros a la distancia. De pronto operó en mí un extraño mecanismo. No sé si fueron celos o una especie de culpa por sentirme tan segura de él, de mí misma y de la situación. Algo cambió en mí. Me dije que no podía seguir tentando a la suerte con un novio tan lejos y decidí viajar para estar junto a él.
No fueron estrictamente celos, sino una leve inquietud. Sentí miedo de que no sentir celos se fuera en contra de nuestra relación, ya que se trata de emoción natural en todos los animales superiores para mantener unida la pareja y preservar la especie.
*Catalina, ingeniero, 35 años.
"Si yo no podía tener amigos, entonces él tampoco iba a tener amigas"
No no era celosa. Cuando comencé mi relación con Gerardo, todo parecía muy normal. De hecho, nuestra relación era la envidia de mis amigas,porque él era muy atento y romántico, me regalaba flores casi todos los días y siempre tenía tiempo para mí. Yo era muy feliz con él.
Todo comenzó un día que apareció en mi casa y yo estaba con un amigo de muchos años, al cual no veía hacía mucho tiempo. Entró a mi casa y puso una cara terrible, fue muy desagradable con mi amigo, tanto que él se fue muy pronto. Cuando quedamos solos, le pregunté que qué le pasaba. Me dijo que no soportaba la idea de verme con otro hombre, a lo que le contesté que no era "otro hombre", sino que un amigo del colegio. Se enfureció y comenzó a decirme que yo no podía tener amigos muy cercanos porque todos los hombres siempre quieren algo más.
A partir de ese momento, todo cambió. Ya no podía juntarme con amigos ni siquiera si él estaba presente. Esto repercutió en mí de una manera muy extraña. Si yo no podía tener amigos, entonces él tampoco iba a tener amigas.
Fueron dos años de reclusión, de centrarnos el uno en el otro, como si el resto del mundo hubiera desaparecido.
Nuestra relación se transformó en un espiral muy terrible. Un día, en la universidad, lo vi conversando con una compañera sobre un trabajo que iban a hacer. En mi locura, le prohibí hacerlo. Finalmente,nuestra relación murió y yo quedé absolutamente shockeada. Ninguna de las restricciones que nos impusimos resultó, sus celos gatillaron los míos y ambos terminamos desequilibrados.
* Paula, parvularia, 30 años
"Supongamos que cometí este crimen. Aun si lo hice, debió haber sido porque la amaba demasiado, ¿correcto?". Declaración de O.J. Simpson ante el Gran Jurado, durante el juicio en su contra, acusado del acuchillamiento de su ex mujer Nicole Brown Simpson.
Esta frase puede sonar escalofriante, pero refleja la paradoja de los celos; si bien pueden destruir la más sólida y bella de las relaciones,provienen desde lo más profundo del amor. Por lo menos, así lo plantea el sicólogo David Buss, quien acaba de publicar en Estados Unidos el libro Pasiones Peligrosas. En éste, detalla de manera bastante singular el lado positivo y hasta necesario de estos sentimientos en el ser humano y en sus relaciones interpersonales. El profesional, además de colaborar en la prestigiosa revista Psychology Today, es profesor de sicología de la Universidad de Texas, en Austin.
"Los celos son tan necesarios para el hombre y la mujer, como el amor y el sexo. De hecho, la mayor parte de los celos no son patológicos; son una figura muy adaptable de nuestra sicología que está diseñada para mandar señales y mantener a la pareja fiel", comentó Buss a Qué Pasa. Sin ir más lejos, estos sentimientos son una defensa primaria contra alertas de infidelidad y abandono.
Un ejemplo de lo común de los celos fue un estudio recientemente realizado en Estados Unidos. De un total de 651 estudiantes universitarios que estaban pololeando, el 33 % confesó estar afectado por los celos en sus relaciones actuales. Los síntomas eran pérdida de la autoestima, abuso verbal, peleas iracundas o pánico a ser acosado; es decir, se manifestaban tanto en el celoso como en el celado. Sin embargo, de la misma muestra, el 46 % consideró que eran una consecuencia inevitable del amor verdadero.
David Buss va más lejos. No sólo son normales, sino hasta necesarios para mantener una relación amorosa y fortalecer el compromiso recíproco. Y no lo dice por ocurrencia propia, ya San Agustín declaró: "si no está celoso, no está enamorado".
Citando otro estudio realizado por sicólogos de la Universidad de Western, Illinois, se le pidió a un grupo de solteros con compromiso que hicieran un test de celos. Siete años después los contactaron; el 25 % se había casado, mientras que el 75 % restante no seguía con sus parejas de entonces. Lo interesante es que los niveles de celos más elevados coincidían con el grupo que se había casado, mientras que los promedios más bajos se encontraban en los actualmente solteros. Con esto, el sicólogo David Buss concluye "que estos sentimientos deben estar inexorablemente ligados a las relaciones amorosas de largo aliento; deben ser integrales a ellas".
Esto se debe -según él- a que los celos bien manejados pueden enriquecer una relación, ayudar a la pasión y ampliar el compromiso. La total ausencia de celos está asociada a la falta de romanticismo.
En Pasiones Peligrosas, Buss cuenta el caso de una paciente que comenzó a sufrir trastornos de personalidad producto de la relajada actitud de su marido frente a ella. La mujer empezó a sentir que él no la quería, no la deseaba e irremediablemente estaba con otra. La situación no mejoró al ir a terapia, ya que ella insistía en que el marido la engañaba. Entonces,el especialista le pidió a él que la celara, que empezara a controlarla,a llamarla más de lo normal e incluso a irritarse cuando ella no llegaba a la hora acordada. El resultado fue que la mujer se volvió una complaciente y amorosa esposa y hasta sentía remordimientos por su conducta anterior. Hasta el día de hoy, el marido debe fingir celos de vez en cuando.
Si bien existen relaciones en las que uno de los dos es más celoso, la respuesta no está en la personalidad del sujeto, sino en la naturaleza de la relación. "Si su pareja muestra señales de distanciamiento o si hay una relación en que uno es más deseable que el otro, lo más probable es que existan cuadros de celos considerables",señala Buss. Es decir, una persona que nunca ha sentido celos, no está libre de experimentarlos.
Una idea muy recurrente en el libro es lo ancestral de este sentimiento que, entre otras cosas, ha ayudado a las mujeres a estar más despiertas ante señales de decepción y a los hombres, a reconocer a una mujer falsa. En otras palabras, el origen de los celos comienza con los seres humanos y junto a ellos se ha desarrollado, agudizando en los hombres y mujeres un olfato especial para las señales de infidelidad u otras relacionadas con los celos. Por ello, tampoco es difícil inducirlos.
En las mujeres este es un recurso muy utilizado, ya que les brinda un nivel de información que difícilmente lograrían de otra forma. Es, por decirlo, una manera de testear la relación. Según un estudio realizado por el autor del libro, el 31 % de las mujeres reconoció haber provocado celos en su pareja. Y las herramientas más usadas entre ellas son la socialización intencional, ignorar deliberadamente a la pareja o directamente flirtear con otro hombre.
En otro estudio realizado en 150 parejas se les preguntó lo mismo y casi la mitad reconoció haber inducido los celos en su pareja sólo para testear la fortaleza del vínculo. Otras parejas habían manipulado con celos confesaron haberlo hecho para aumentar el compromiso de su pareja (38 %) y, en menor número, por revancha (10 %) o para subirse la autoestima (8 %).
En la mayoría de estos casos, se trataba de mujeres que habían vivido separaciones muy largas con sus cónyuges o ellos habían sufrido un repentino cambio de status o ellas sentían que sus parejas las deseaban menos que antes. Todas necesitaban manifestaciones concretas del compromiso del hombre.
La inducción de celos da varias claves para quien los provoca. Primero,está claro que sube la autoestima al sentir el efecto de con quien se flirtea. Esto puede acrecentar el compromiso en una persona al demostrar el deseo que es capaz de provocar. También se testea la fortaleza del vínculo. Si bien el aplicar esta estrategia conlleva un costo emocional en la pareja, es un método muy usado y bastante normal, ya que la necesidad de "ver cómo andan las cosas" es absolutamente legítima. Legítima como los celos mismos, que incluso, en el caso de los crímenes pasionales, quien ha actuado cegado por ellos la ley establece que no merece una pena capital.
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Ke aburrida eres
ABURRES A UN MUERTO TIA NO COPIES TANTO Y LUEGO LO PONGAS AQUI PARA DARTELAS DE LISTA.
Nunca se puede saber.
¿Y como puedes estar tan segura de que tu novio no te engaña?.
Yo creo que eso nunca se sabe, tenia una amiga que siempre estaba diciendo: "Yo confio en mi novio, se que el nunca me pondria los cuernos", y la pobre chica llevaba unos cuernos de campeonato desde el principio de la relacion.
Nunca se puede decir: "confio en mi chico" al 100%, te sorprenderias de la cantidad de tias que confian en sus novios y a las que estos les ponen los tariles cada 2 por 3.
Ke aburrida eres
ABURRES A UN MUERTO TIA NO COPIES TANTO Y LUEGO LO PONGAS AQUI PARA DARTELAS DE LISTA.
Soy mega-celosa,qhago?
HE TENIDO UNA BRONCA HACE NADA CON MI NOVIO (LLEVO 3 AÑOS CON ÉL) Y YA ME ESTOY EMPEZANDO A DAR CUENTA DE QUE ULTIMAMENTE TODAS LAS PELEAS SON POR MIS CELOS
LO DEJAMOS UNA TEMPORADA Y AL VOLVER,LO PILLÉ MANDANDOSE MENSAJES CON OTRAS CHICAS Y AL CHATEAR CON TIAS NO ES QUE HABLEN DE FUTBOL,TONTEA BASTANTE
NO SE SI SON CUENTOS MIOS O QUE,EL DICE QUE CONFIE EN ÉL PERO ES QUE SOY MUY CELOSA,QUÉ PUEDO HACER PARA DEJAR DE SER TAN POSESIVA???