Intento cambiar de verdad, intento escapar de no progresar quiero por fin rendirme, retirarme de toda esta mediocridad. Sumergido en esta desgana, camino morao por la calle esperando que salga, que aparezca
un golpe de suerte que cambie mi vida, que cambie mi alma, tan sucia de todo de todo lo que me rodea, tan llena de muerte tan llena de muerte de muchos colegas, tan llena de muerte de muchos colegas. Y es que te hartas, revientas y al mundo le pegas patadas y es que te cansas de todo, y terminas no creyendo en nada. Después de tanta miseria, como quieres que siga creyendo que existe tu Dios. ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! Pero sigo creyendo en tu iglesia, en tu iglesia con propio país, presidente y bandera, y con joyas, oro y dinero que muchos que mueren de hambre quisieran nunca podréis multiplicar esos peces. Pero sí agrandar las riquezas en cuentas corrientes, no lo entiendo, que vendan un poco de arte y le den de comer a esa gente. Que vendan un poco de arte y le den de comer a esa gente, que vendan un poco de arte y le den de comer a esa gente. Y es que te hartas, revientas y al mundo le pegas patadas y es que te cansas de todo, y terminas no creyendo en nada. Después de tanta miseria, como esperas que siga creyendo que existe tu Dios. No existe tu Dios de madera ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! Mierda de educación que te enseña a vivir como tú no deseas, mierda de vida que nunca te da elección y te ciega. ¡A chuparla la boca! Que suelta palabras que son mentiras, ¡a chuparla la boca cabrones a chuparla la vida! Prósperas familias que viven de locura mentes más despiertas que buscan en la basura, blasfeman y se cagan, en el Dios que todos adoran al margen de la sociedad esperan que llegue su hora. Y si nunca has tenido prejuicios,
ni nada que agradecer vives tranquilo forzado en la calle. ¿A alguien tienes que obedecer? ¡Al instinto, al estómago, al sentido de desconfiar! Pero nunca a políticos ni a dioses creados por la humanidad, ¡no!. Pues claro que no, no creo en tu Dios de madera. Pues claro que no, no creo en tu Dios de madera. Pues claro que no, no creo en tu Dios de madera. Pues claro que no, no creo en tu Dios de madera. ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera! ¡Pues claro que no, no existe tu Dios de madera!
NARCO