Por avatares de la vida que no vienen al caso, ayer me vi en una comida de amigos en casa de un conocido mío. El tipo es directivo de una empresa importante y, aunque tengo 23 y él pasa los cincuenta, tiene una actitud más juvenil que yo. Es de esa gente muy sociable, que te llama "amigo" desde que te conoce y gusta de ser anfitrión en este tipo de reuniones. El resto de los asistentes rondaría los cuarenta los hombres (todos empresarios de éxito) y los 25-35 las mujeres (dos brasileñas y una portuguesa -estoy en portugal-). Dos de ellos eran divorciados con sus novias, el otro no se había llegado a casar pero venía con su novia también. En fin, el anfitrión fardando de casa, de bebidas caras, etc. a la vez que agasajaba a todos con sus atenciones, las brasileñas muy cariñosas con los empresarios, risas, pequeños lujos: podéis haceros una idea del ambiente.
Me llamó la atención la forma de tomarse las relaciones, parecían adolescentes, envíandose mensajes y esas cosas.
Pero sobretodo, cuando ellas se fueron a compar algo, lo que decían de sus exmujeres.
Uno seguía controlado por su ex a través de su hija, y ambas preferían ignorar a su actual novia.
El que no se había casado, era el más silencioso. La semana anterior le había visto dejar una buena propina a la camarera de un casino con fin de establecer contacto para acostarse con ella...
Pero lo que más me hizo pensar fue lo que dijo el otro: Decía que siempre había sido putero, contó algunos de los trucos que usaba para que su mujer no se diera cuenta, y finalmente dijo que, como no podía engañarla y ella acababa sufriendo, había decidido dejarla (exactamente dijo "yo fui bastante hombre para dejar a mi mujer y no tenerla sufriendo, que tuviera la posibilidad de encontrar otro que la hiciera feliz"). Acto seguido añadió: "Pero ella está acostumbrada a un nivel de vida, viajes, coches... que solo un hombre con dinero le puede dar... y no conozco un solo hombre con dinero que no sea putero." Al princio creí que eso era lo que él quería pensar, que su ex no podría encontrar a otro. Pero luego lo pensé mejor. Recordé el caso de un familiar enfrascado en su negocio. Uno pensaría que tenía su cabeza tan metida en ello que no tendría tiempo para otra cosa, y sin embargo, un par de veces al mes se "relajaba" (En el sentido que tiene esto en la sección de anuncios de un diario). Así que no se qué pensar. La verdad es que yo tampoco conozco a ninguno con dinero que no haya sido infiel.
Y, por supuesto, eso tampoco deja a las mujeres en buen lugar, tanto las ex's queriendo mantener su nivel de vida como las novias, todas interesadas solo en el dinero.
En fin, que uno acaba pensando que al llegar a cierto estatus o edad, uno/a acaba así, decadente. Por que a ser un seductor le veo el gusto, pero ser un putero me parece triste, y lo mismo va para las mujeres que van con un hombre por su dinero.