No lo puedo evitar, mi marido me ha hecho tanto daño, que ahora que todos duermen, me veo capaz de coger el coche e irme a un pub. Lo deseo, ¡lo ansío! ¿Lo haré? Quizá sí. Estoy casi vestida. Me falta el maquillaje, aunque, ¿para qué? Solo quiero tomar una copa.
Lo malo es que si el me pilla, tomara terribles represalias. ¿Qué hacer? Salgo, ¿no salgo? ¿Me maquillo? Lo hago muy rápido. Sölo quiero ir a un bar, pedir un whisky, mirar cómo se porta la gente... y volver a casa. Sí, volver a casa. No puedo arriesgarme a más.
Sólo quería compartirlo con vosotros. Creo que iré. No puedo más. Aunque por mis ropas me ponen en un cuadro del siglo XV y no quedo fuera de lugar. Es igual. Para no hacer ruido, me pondré un abrigo largo y negro, botas altas, rimel, sombra, pintalabios, y ¡a salir! Y si él me pregunta, le diré que he ido al campo. ¡A la mierda con aguantar!