Que onda con ustedes, pensaban que me resignaria a envejecer en un pueblucho viviendo de la caridad de otros ? pues ni onda. Luego del lio con el terapeuta, la casera y su marido y Ricardito con sus buenos consejos, pues ni modo.
Aterricé del avión, le dí agua a mi gatito y llamé con el celular al terapeuta, me dijo Cebi vuelve que sin ti el D.F está a oscuras, y ni me lo dudé cuates. Me volví al momento, el terapeuta me esperaba, me acomodé en su departamento, le puse un buen cheslon a mi gatito y salí a encontrarme con Ricardito.
Esa misma noche, el terapeuta durmió en la alfombra del piso, yo en los brazos de Ricardito, y ya estoy buscando acomodo por si el pesado me vuelve a mandar de vuelta.