Foro / Pareja

"eyaculación femenina"...... ¿¿¿mito o realidad???

Última respuesta: 4 de febrero de 2003 a las 8:32
E
elene_6198815
30/1/03 a las 6:57


qué me pueden decir respecto a éste tema amigos??... en lo personal no he experimentado esta situación... claro que sí he tenido orgasmos tanto con mi novio como masturbandome, pero... que pasa con esto de la eyaculación femenina??.. alguien podría contestar, porfavor...

gracias! un beso y abrazo de antemano

Ver también

B
bel_9010973
30/1/03 a las 22:29

Yo tambiennnn!!!!!
yo tambien tengo esa duda...y tambien, es diferente el venirse y el orgasmo?
Quisiera saber eso de la eyaculacion femenina....

M
moin6
30/1/03 a las 23:27

Me ha pasado algo....
Los orgasmos los disfruto muchisimo, pero solo dos veces en mi vida me ha sucedido lo siguiente:
Llego al orgasmo y parece como si me hiciera pipi!!! me sale un liquido así!!! como si estuviera orinando y siento riquisimo, lo disfruto mucho, de hecho podría decirte que han sido mis dos mejores orgasmos, y han sido con mi posición favorita las dos veces, porque así me excita muchisimo, si es en otra posición no me pasa. No se si sea eyaculación femenina o que pueda ser, no tengo idea pero es delicioso. ojalá a alguien más le haya pasado para que pueda dar su punto de vista e intercambiar experiencias, tengo una amiga que tambien le ha sucedido, pero una ves solamente.
Me gustaría que alguien nos aclare si realmente es eyaculación, si acaso existe, y en caso de que no lo sea....
entonces que es?
y en caso de serlo....
que pasa las otras veces? entonces quedamos a medias en los orgasmos y creemos que si los logramos???

beijios!!! bye!

F
flori_7253813
31/1/03 a las 6:46

Es deliciosa la eyaculación femenina, ¡yo la he experimentado!
Hola chicas...

Les escribo porque quiero decirles que yo misma he tenido este tipo de orgasmos... de hecho, la primera vez que me vine... fue así, y esa vez, me vine 7 veces más... y sentí como un río dentro de mí que salía al exterior... ahora no siento el rio... pero siento delicioso... es un líquido transparente, sin olor, y no es orina.

Y cuando se expulsa... se siente... ay delicioso... de hecho, entre más excitación tengo, con más presión y más cantidad sale el líquido...

Me sorprende mucho que haya mujeres que no creen esto.. es más, ni siquiera creen que habemos multiorgásmicas... yo he contado como 20.. y puedo seguirle; yo creo que es porque mi novio me toca riquísimo y porque yo pongo todo de mi parte... soy muy libre en eso del sexo, y parece mentira, pero incluso una vez en una página española (ésta no) una persona le preguntaba a una sexóloga de esto y ella respondió que no era eyaculación, que era el lubricante... por Dios!, una sexóloga contestando eso, tal vez, ella al nunca haberlo experimentado pensaba que no existía... ahora que si la pregunta es si se siente mejor que uno "normal", la respuesta no la sé... porque mis orgasmos son siempre húmedos... lo que sí pasa es que tienes la certeza de que llegó por el líquido...

Bueno, amigas, espero haberlas ayudado... nos vemos luego... byE

K
katty_9392171
31/1/03 a las 10:43

Realidad.
En un libro que he leido ("Un encuentro con el placer. La masturbación femenina" de Espasa-Calpe) hay un capítulo que habla de este tema.
Existe una mayoría de mujeres (60%) que expulsan un líquido durante el orgasmo que es diferente a al propio de la excitación sexual. Otro grupo de mujeres (6%) arrojan ese líquido con fuerza (eyaculación propiamente dicha) regularmente. Y existe otro 13% de mujeres que han tenido esa experiencia eyaculadora alguna vez en sus vidas.
Por lo que dice este libro, los datos existentes hasta ahora no permiten decir de qué clase de líquido se trata. La experiencia del autor del libro (un psiquiatra) es que todas las mujeres que le han referido esta experiencia dicen que no es orina, que no procede de la uretra (sino de la vagina), que tiene una consistencia ligeramente mucosa y que es entre transparente y ligeramente blanquecino.
Pero, según dice, se sabe poco más sobre este fenómeno que existe innegablemente.

A
ari_7411568
31/1/03 a las 19:12

Esto es muy interesante espero que quepa.parte 1
EL PUNTO "G" (y si al final existe?)

En 1980, dos investigadores del sexo efectuaron una conferencia en la Sociedad para el Estudio Científico del Sexo (SSSS) en

Dallas y explicaron algo que apenas encontró credibilidad entre los asistentes: los Drs. Beverly Whipple y John Perry dijeron

que hay un PUNTO dentro de la vagina que es sumamente sensible a la presión profunda. Se siente a través de la pared anterior

o delantera de la vagina aproximadamente cinco centímetros de la entrada. Denominado como punto G o punto Grafenberg, puede

servir para llevar a las mujeres al orgasmo mediante estímulos adecuados. Luego matizaron que es probable que cada mujer

tenga un punto G, pues habían encontrado un sitio diferente en cada una de las mujeres que examinaron. Sería algo así como el

homólogo a la próstata masculina, pues en el momento del orgasmo muchas mujeres eyaculan un líquido a través de la uretra que

es químicamente similar a la eyaculación del varón pero no contiene esperma. Muchas personas creen que se están orinando, y

las mujeres se avergüenzan de esto al eyacular. Sus compañeros pueden pensar que ha tenido lugar una micción, y es una razón

por la cual muchas mujeres ha aprendido a suprimir el orgasmo, empequeñeciéndolo voluntariamente.

Para muchas mujeres es difícil estimular el punto G en la posición del misionero, siendo mejor la postura en la cual la mujer

se sienta a horcajadas sobre el varón o se realiza la penetración en posición trasera.
La fuerza del músculo pubococcygeus de una mujer (PC) se relaciona directamente con su habilidad para alcanzar el orgasmo a

través del contacto y cuando se aprende a fortalecer sus músculos se logran mejores sensaciones.

Masters y Johnson

Según estos investigadores hay tres tipos principales de orgasmo en las mujeres:

1- El orgasmo vulvar activado por el clítoris
2- El orgasmo uterino activado por la comunicación y el roce corporal
3- Y una combinación de los dos.

Durante años las relaciones sexuales estaban influidas por los comentarios de los médicos, pues ellos creían saber tanto de

anatomía como de comportamiento humano. En las dos décadas anteriores a la investigación sobre el sexo, Masters y Johnson

habían conseguido una gran credibilidad. El matrimonio compuesto por William Masters y Ms Johnson habían experimentado con un

gran número de voluntarios en su laboratorio del sexo, donde les controlaban la respiración, los latidos del corazón, y otras

funciones corporales durante el contacto y la masturbación. Después de observar los experimentos que filmaron y analizadas

las respuestas, declararon que el llamado orgasmo vaginal era un mito. Desde entonces una legión de psicólogos crédulos

dijeron que era cierto y una nueva revolución científica se desencadenó. Ahora los hombres debían poner todo su interés en

estimular el clítoris hasta la irritación, olvidándose del resto del aparato genital femenino. Una nueva estupidez había

sustituido a la ignorancia anterior.

"El clítoris es la única fuente de orgasmo en la hembra -afirmaron rotundos- y si a este estímulo agregamos el contacto con

la piel, los pezones, el lóbulo de la oreja, y la boca, aumentará la satisfacción sexual.”

Desde entonces millones de hombres se convirtieron en pulpos ansiosos por lograr tocar simultáneamente el clítoris, junto con

todas las partes del cuerpo sugeridas. Labor ciertamente difícil de realizar, pero que los sabios (y desde entonces

millonarios) Masters y Johnson avalaron con nuevos documentos, cintas en las cuales se oían respiraciones jadeantes de

placer, control de la presión sanguínea, latidos cardíacos y una medición de la lubricación vaginal. Nadie había asistido

como observador a estos experimentos, ni sabemos cómo lograron medir la lubricación vaginal en pleno orgasmo, pero el mundo

entero se rindió a sus pies y desde entonces el clítoris pasó a ser considerado miembro de honor.
Luego vinieron los detractores y en una conferencia efectuada en 1980 por el ginecólogo Martin Weisberg del Thomas Jefferson

University en el Hospital en Filadelfia, se dijo que esos informes eran mera especulación.

"He pasado la mitad de mi vida examinando a las mujeres, hablando con ellas, tocándolas, quitando y reestructurando sus

órganos reproductores. Por ello debo decir que no hay ninguna próstata hembra y que las mujeres no eyaculan"
Nuevamente debemos ser escépticos con este sabio doctor, especialmente cuando asegura que ninguna mujer eyacula. La pregunta

es: ¿Tantas mujeres ha tenido en sus manos como para asegurar este hecho? ¿Cómo puede saber si las mujeres eyaculan durante

sus orgasmos mediante una simple exploración ginecológica?
Otros más audaces fueron Perry y Whipple, pues dispusieron de una mujer voluntaria que debía ser estimulada mediante la mano

de su compañero para que averiguar la presencia del dichoso punto G. Imagínense la escena, con la pareja desnuda en una

camilla, mientras los inquietos doctores miran minuciosamente la vagina de la chica para ver qué ocurre allí dentro. Según

ellos...

"La vulva y la vagina eran normales sin masas extrañas o puntos. La uretra era normal. Todo era normal. Ella tenía a su

compañero estimulándola mediante la inserción de dos dedos en la vagina y acariciándola a lo largo de la uretra. Para mi

asombro el área se empezó a inflar, se hizo oval, con uno o dos centímetros de tamaño, diferente del resto de la vagina. En

un momento los movimientos fueron similares a cuando se está empezando a defecar, y después expulsó un fluido lácteo por la

uretra. El material no era ningún tipo de orina y de hecho, si el análisis químico fue correcto, su composición es parecida

al fluido prostático."
Bien, pues ya tenemos claro que las mujeres eyaculan, lo que nos lleva a pensar que el resto de los investigadores no

consiguieron en toda su vida provocar un orgasmo a sus parejas hembras, pues cualquier varón podrá asegurar que,

efectivamente, las mujeres eyaculan de manera similar al hombre.
Después de verificar con algunos de sus propios pacientes, Weisberg se convenció finalmente que las mujeres pueden y

realmente eyaculan. El pobre hombre necesitó ciertamente muchas pruebas para confirmar algo que sabe la humanidad desde hace

milenios.
No hay ninguna duda tampoco que el punto G está presente en la mayoría, sino en todas, las mujeres, aunque se necesita un

estímulo apropiado para que pueda ser “activado”. Ni siquiera una mujer por sí misma puede ser consciente de su presencia y

de la sensibilidad que se desarrolla con el tiempo si es estimulado adecuadamente durante el contacto sexual. El punto G está

compuesto de tejido eréctil, y reaccionará del mismo modo que el pene llenándose de sangre si se le estimula sexualmente. El

estímulo digital y la masturbación mediante un vibrador, son los dos medios más adecuados.
¿Sabían los ginecólogos la existencia de ese punto G y la ocultaban?

¿Cómo es posible que una zona tan susceptible de otorgar placer a la mujer llevase milenios oculta? ¿Cómo es posible que

después de explorar tantos agujeros femeninos ningún doctor se apercibiera de tan maravilloso punto? Bien, la explicación que

han dado algunos para disimilar su torpeza, es que se les entrenan para no estimular a sus pacientes sexualmente mientras les

están explorando, pues de ocurrir sus intenciones pudieran interpretarse mal. Otros dicen que el punto G no es palpable hasta

que se estimula, del mismo modo que un pene está fláccido durante un examen médico, pero se pone tieso cuando una mano

adecuada lo coge. Probablemente no todos los doctores que han examinado vaginas han sido tan inocentes y más de uno sabría

con precisión la situación exacta de ese punto G. Si lo llegaron a estimular o no nunca lo sabremos, pues su ética

profesional hubiera quedado en entredicho.
El conocimiento del punto G fue divulgado por vez primera en 1981, en un libro titulado “Una nueva visión del cuerpo de la

mujer", escrito por Ladas, Whipple y Perry, editado por la Federación de Centros de Salud de mujeres feministas. Esa

Federación dijo que la función de esa área era "rodear y proteger la uretra llenándola con sangre durante la excitación

sexual y el roce, actuando como un lubricante entre el pene y la uretra."
Pero lo que poca gente sabe es que el Dr Ernst Grafenberg en 1950 había descrito ese mismo punto, así como la eyaculación

femenina en un artículo titulado: "El papel de la uretra en el orgasmo de mujer"; pero el artículo, obviamente, no fue leído

ampliamente. Los pocos científicos que le apoyaron fueron considerados como locos o ignorantes. Luego hubo un urólogo llamado

Bernard Hymel, especialista en tratar la incontinencia femenina, quien dijo que la mayoría de los casos de esta supuesta y

abundante enfermedad en realidad eran eyaculaciones, y no emisiones de orina. En tres ocasiones formales, Hymel intentó

convencer a sus colegas sobre sus estudios, pero fue infructuoso. ¿Cómo admitir que una mujer pudiera tener un orgasmo fuera

del coito? Hasta ahora, a los varones nos han dicho que era normal tener eyaculaciones espontáneas o provocadas simplemente

con el pensamiento, con el recuerdo y que gracias a ello podíamos tener un orgasmo simplemente con la imaginación. ¿Hay algún

motivo para que no admitamos que las mujeres pueden estar sujetas a las mismas sensaciones?
La ignorancia del punto G y la eyaculación de las mujeres han causado no pocos traumas a las mujeres de todo el mundo y les

ha sumido en no pocas dudas. Una mujer de 21 años escribió que estaban convencidos de que tanto ella como su marido se

orinaban cada vez que hacían el amor, especialmente cuando ella se ponía a caballo encima de él. Él estaba tan enfadado

porque la chica se orinaba encima que pidió el divorcio.
Otras mujeres informaron que durante toda su vida sexual se llegaron a considerar como unas pervertidas y unas guarras. "Yo

nunca he revelado simplemente mi secreto -dijo una mujer- porque cada artículo que leía insistía en que semejante

acontecimiento no era posible, que la mujer no eyaculaba. Me he sentido como un monstruo durante muchos años, y estoy segura

que mi marido también lo piensa.”

El movimiento feminista ayudó promover la ignorancia que había sobre el punto G y la eyaculación femenina, aunque lo hicieron

solamente por su deseo de disminuir la dependencia sexual de la mujer hacia el hombre. Las feministas sentían que cambiando

el enfoque de la atención lejos de la vagina en favor del clítoris, era una valiosa manera de hacer esto y por eso publicaron

muchos artículos sobre la imposibilidad del orgasmo vaginal.
En resumen, no ha sido fácil discrepar públicamente contra Masters y Johnson y sus seguidores. Una prueba de ello es que en

1990, durante una conferencia en la Universidad de Queensland, Australia, un profesor declaró categóricamente que la única

fuente de orgasmo en las mujeres era el clítoris. Cuando se le criticó en privado sobre esta afirmación, el profesor dijo:

"La pregunta sobre los orgasmos vaginales no es popular entre mis colegas de la facultad médica."

A
ari_7411568
31/1/03 a las 19:59
En respuesta a ari_7411568

Esto es muy interesante espero que quepa.parte 1
EL PUNTO "G" (y si al final existe?)

En 1980, dos investigadores del sexo efectuaron una conferencia en la Sociedad para el Estudio Científico del Sexo (SSSS) en

Dallas y explicaron algo que apenas encontró credibilidad entre los asistentes: los Drs. Beverly Whipple y John Perry dijeron

que hay un PUNTO dentro de la vagina que es sumamente sensible a la presión profunda. Se siente a través de la pared anterior

o delantera de la vagina aproximadamente cinco centímetros de la entrada. Denominado como punto G o punto Grafenberg, puede

servir para llevar a las mujeres al orgasmo mediante estímulos adecuados. Luego matizaron que es probable que cada mujer

tenga un punto G, pues habían encontrado un sitio diferente en cada una de las mujeres que examinaron. Sería algo así como el

homólogo a la próstata masculina, pues en el momento del orgasmo muchas mujeres eyaculan un líquido a través de la uretra que

es químicamente similar a la eyaculación del varón pero no contiene esperma. Muchas personas creen que se están orinando, y

las mujeres se avergüenzan de esto al eyacular. Sus compañeros pueden pensar que ha tenido lugar una micción, y es una razón

por la cual muchas mujeres ha aprendido a suprimir el orgasmo, empequeñeciéndolo voluntariamente.

Para muchas mujeres es difícil estimular el punto G en la posición del misionero, siendo mejor la postura en la cual la mujer

se sienta a horcajadas sobre el varón o se realiza la penetración en posición trasera.
La fuerza del músculo pubococcygeus de una mujer (PC) se relaciona directamente con su habilidad para alcanzar el orgasmo a

través del contacto y cuando se aprende a fortalecer sus músculos se logran mejores sensaciones.

Masters y Johnson

Según estos investigadores hay tres tipos principales de orgasmo en las mujeres:

1- El orgasmo vulvar activado por el clítoris
2- El orgasmo uterino activado por la comunicación y el roce corporal
3- Y una combinación de los dos.

Durante años las relaciones sexuales estaban influidas por los comentarios de los médicos, pues ellos creían saber tanto de

anatomía como de comportamiento humano. En las dos décadas anteriores a la investigación sobre el sexo, Masters y Johnson

habían conseguido una gran credibilidad. El matrimonio compuesto por William Masters y Ms Johnson habían experimentado con un

gran número de voluntarios en su laboratorio del sexo, donde les controlaban la respiración, los latidos del corazón, y otras

funciones corporales durante el contacto y la masturbación. Después de observar los experimentos que filmaron y analizadas

las respuestas, declararon que el llamado orgasmo vaginal era un mito. Desde entonces una legión de psicólogos crédulos

dijeron que era cierto y una nueva revolución científica se desencadenó. Ahora los hombres debían poner todo su interés en

estimular el clítoris hasta la irritación, olvidándose del resto del aparato genital femenino. Una nueva estupidez había

sustituido a la ignorancia anterior.

"El clítoris es la única fuente de orgasmo en la hembra -afirmaron rotundos- y si a este estímulo agregamos el contacto con

la piel, los pezones, el lóbulo de la oreja, y la boca, aumentará la satisfacción sexual.”

Desde entonces millones de hombres se convirtieron en pulpos ansiosos por lograr tocar simultáneamente el clítoris, junto con

todas las partes del cuerpo sugeridas. Labor ciertamente difícil de realizar, pero que los sabios (y desde entonces

millonarios) Masters y Johnson avalaron con nuevos documentos, cintas en las cuales se oían respiraciones jadeantes de

placer, control de la presión sanguínea, latidos cardíacos y una medición de la lubricación vaginal. Nadie había asistido

como observador a estos experimentos, ni sabemos cómo lograron medir la lubricación vaginal en pleno orgasmo, pero el mundo

entero se rindió a sus pies y desde entonces el clítoris pasó a ser considerado miembro de honor.
Luego vinieron los detractores y en una conferencia efectuada en 1980 por el ginecólogo Martin Weisberg del Thomas Jefferson

University en el Hospital en Filadelfia, se dijo que esos informes eran mera especulación.

"He pasado la mitad de mi vida examinando a las mujeres, hablando con ellas, tocándolas, quitando y reestructurando sus

órganos reproductores. Por ello debo decir que no hay ninguna próstata hembra y que las mujeres no eyaculan"
Nuevamente debemos ser escépticos con este sabio doctor, especialmente cuando asegura que ninguna mujer eyacula. La pregunta

es: ¿Tantas mujeres ha tenido en sus manos como para asegurar este hecho? ¿Cómo puede saber si las mujeres eyaculan durante

sus orgasmos mediante una simple exploración ginecológica?
Otros más audaces fueron Perry y Whipple, pues dispusieron de una mujer voluntaria que debía ser estimulada mediante la mano

de su compañero para que averiguar la presencia del dichoso punto G. Imagínense la escena, con la pareja desnuda en una

camilla, mientras los inquietos doctores miran minuciosamente la vagina de la chica para ver qué ocurre allí dentro. Según

ellos...

"La vulva y la vagina eran normales sin masas extrañas o puntos. La uretra era normal. Todo era normal. Ella tenía a su

compañero estimulándola mediante la inserción de dos dedos en la vagina y acariciándola a lo largo de la uretra. Para mi

asombro el área se empezó a inflar, se hizo oval, con uno o dos centímetros de tamaño, diferente del resto de la vagina. En

un momento los movimientos fueron similares a cuando se está empezando a defecar, y después expulsó un fluido lácteo por la

uretra. El material no era ningún tipo de orina y de hecho, si el análisis químico fue correcto, su composición es parecida

al fluido prostático."
Bien, pues ya tenemos claro que las mujeres eyaculan, lo que nos lleva a pensar que el resto de los investigadores no

consiguieron en toda su vida provocar un orgasmo a sus parejas hembras, pues cualquier varón podrá asegurar que,

efectivamente, las mujeres eyaculan de manera similar al hombre.
Después de verificar con algunos de sus propios pacientes, Weisberg se convenció finalmente que las mujeres pueden y

realmente eyaculan. El pobre hombre necesitó ciertamente muchas pruebas para confirmar algo que sabe la humanidad desde hace

milenios.
No hay ninguna duda tampoco que el punto G está presente en la mayoría, sino en todas, las mujeres, aunque se necesita un

estímulo apropiado para que pueda ser “activado”. Ni siquiera una mujer por sí misma puede ser consciente de su presencia y

de la sensibilidad que se desarrolla con el tiempo si es estimulado adecuadamente durante el contacto sexual. El punto G está

compuesto de tejido eréctil, y reaccionará del mismo modo que el pene llenándose de sangre si se le estimula sexualmente. El

estímulo digital y la masturbación mediante un vibrador, son los dos medios más adecuados.
¿Sabían los ginecólogos la existencia de ese punto G y la ocultaban?

¿Cómo es posible que una zona tan susceptible de otorgar placer a la mujer llevase milenios oculta? ¿Cómo es posible que

después de explorar tantos agujeros femeninos ningún doctor se apercibiera de tan maravilloso punto? Bien, la explicación que

han dado algunos para disimilar su torpeza, es que se les entrenan para no estimular a sus pacientes sexualmente mientras les

están explorando, pues de ocurrir sus intenciones pudieran interpretarse mal. Otros dicen que el punto G no es palpable hasta

que se estimula, del mismo modo que un pene está fláccido durante un examen médico, pero se pone tieso cuando una mano

adecuada lo coge. Probablemente no todos los doctores que han examinado vaginas han sido tan inocentes y más de uno sabría

con precisión la situación exacta de ese punto G. Si lo llegaron a estimular o no nunca lo sabremos, pues su ética

profesional hubiera quedado en entredicho.
El conocimiento del punto G fue divulgado por vez primera en 1981, en un libro titulado “Una nueva visión del cuerpo de la

mujer", escrito por Ladas, Whipple y Perry, editado por la Federación de Centros de Salud de mujeres feministas. Esa

Federación dijo que la función de esa área era "rodear y proteger la uretra llenándola con sangre durante la excitación

sexual y el roce, actuando como un lubricante entre el pene y la uretra."
Pero lo que poca gente sabe es que el Dr Ernst Grafenberg en 1950 había descrito ese mismo punto, así como la eyaculación

femenina en un artículo titulado: "El papel de la uretra en el orgasmo de mujer"; pero el artículo, obviamente, no fue leído

ampliamente. Los pocos científicos que le apoyaron fueron considerados como locos o ignorantes. Luego hubo un urólogo llamado

Bernard Hymel, especialista en tratar la incontinencia femenina, quien dijo que la mayoría de los casos de esta supuesta y

abundante enfermedad en realidad eran eyaculaciones, y no emisiones de orina. En tres ocasiones formales, Hymel intentó

convencer a sus colegas sobre sus estudios, pero fue infructuoso. ¿Cómo admitir que una mujer pudiera tener un orgasmo fuera

del coito? Hasta ahora, a los varones nos han dicho que era normal tener eyaculaciones espontáneas o provocadas simplemente

con el pensamiento, con el recuerdo y que gracias a ello podíamos tener un orgasmo simplemente con la imaginación. ¿Hay algún

motivo para que no admitamos que las mujeres pueden estar sujetas a las mismas sensaciones?
La ignorancia del punto G y la eyaculación de las mujeres han causado no pocos traumas a las mujeres de todo el mundo y les

ha sumido en no pocas dudas. Una mujer de 21 años escribió que estaban convencidos de que tanto ella como su marido se

orinaban cada vez que hacían el amor, especialmente cuando ella se ponía a caballo encima de él. Él estaba tan enfadado

porque la chica se orinaba encima que pidió el divorcio.
Otras mujeres informaron que durante toda su vida sexual se llegaron a considerar como unas pervertidas y unas guarras. "Yo

nunca he revelado simplemente mi secreto -dijo una mujer- porque cada artículo que leía insistía en que semejante

acontecimiento no era posible, que la mujer no eyaculaba. Me he sentido como un monstruo durante muchos años, y estoy segura

que mi marido también lo piensa.”

El movimiento feminista ayudó promover la ignorancia que había sobre el punto G y la eyaculación femenina, aunque lo hicieron

solamente por su deseo de disminuir la dependencia sexual de la mujer hacia el hombre. Las feministas sentían que cambiando

el enfoque de la atención lejos de la vagina en favor del clítoris, era una valiosa manera de hacer esto y por eso publicaron

muchos artículos sobre la imposibilidad del orgasmo vaginal.
En resumen, no ha sido fácil discrepar públicamente contra Masters y Johnson y sus seguidores. Una prueba de ello es que en

1990, durante una conferencia en la Universidad de Queensland, Australia, un profesor declaró categóricamente que la única

fuente de orgasmo en las mujeres era el clítoris. Cuando se le criticó en privado sobre esta afirmación, el profesor dijo:

"La pregunta sobre los orgasmos vaginales no es popular entre mis colegas de la facultad médica."

Mas
El 90 por ciento de las mujeres obtienen sus orgasmos por estimulación del clítoris, debido en mayor medida al desconocimiento del punto G que a la imposibilidad de obtener el que se ha dado en llamar orgasmo vaginal. La emisión de este líquido suele dar a las mujeres la impresión de que se van a orinar, por lo que en ocasiones prefieren reprimir el orgasmo.
Este desconocimiento suele atribuirse a la menor importancia que tradicionalmente se ha dado a la mujer en los estudios sexuales y muy especialmente a las limitaciones, impuestas por la sociedad y hasta favorecidas por muchas mujeres, que a lo largo de la historia han sido impuestas a la sexualidad femenina.

A
ari_7411568
31/1/03 a las 20:02
En respuesta a ari_7411568

Mas
El 90 por ciento de las mujeres obtienen sus orgasmos por estimulación del clítoris, debido en mayor medida al desconocimiento del punto G que a la imposibilidad de obtener el que se ha dado en llamar orgasmo vaginal. La emisión de este líquido suele dar a las mujeres la impresión de que se van a orinar, por lo que en ocasiones prefieren reprimir el orgasmo.
Este desconocimiento suele atribuirse a la menor importancia que tradicionalmente se ha dado a la mujer en los estudios sexuales y muy especialmente a las limitaciones, impuestas por la sociedad y hasta favorecidas por muchas mujeres, que a lo largo de la historia han sido impuestas a la sexualidad femenina.

Esta direccion es muy interesante
http://www.the-clitoris.com/spanish/html/s_ejacula
.htm

estaba buscando un articulo de como uan mujer demostro que no era orina al tomar una sustancia que tiñe la orina, ya qu ela tomo y al eyacular no salia teñida pero al efectuar la miccion si; pero no lo he encontrado, en fin por lo menos o lo he contado.

A
ari_7411568
1/2/03 a las 21:46

Subo la charla
leela juanma1

A
an0N_901589099z
3/2/03 a las 16:40

Tengo un amigo sexologo¡¡
Hola Marcelita16¡¡
tengo un amigo sexologo y un dia hablamos de eso un pokito, aunk bueno creo k ya hay documentacion bastante en las demas respuestas del foro, quiero contarte lo que me dijo.
Es cierto que la mujer eyacula, todas lo hacemos pero unas mas y otras menos, yo le pregunte sobre este tema porque mi novio me un dia se sorprendio por la cantidad de flujo k salia despues de mi orgasmo.
Mi amigo me dijo que a algunas mujeres les salia chorros como a un hombre otras casi nada (en el orgasmo), tambien que habia mujeres k al estimularse el clitoris dejan charcos en el suelo las sabanas... no es lo mas frecuente, pero es normal.

E
elene_6198815
4/2/03 a las 8:32

Gracias
muchas gracias amigos y amigas, todos los que contestaron, gracias por tomarse un poquito de tu tiempo en responder a esta duda... un beso a todos!

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