Hola nosequiensoy!
Verás que lo que te está pasando es más común de lo que piensas... a mi también me pasa. Hace un año que estoy haciendo terapia con mi psiquiatra, que además está casado y me lleva 16 años. Bueno, lo cierto es que desde el primer día que lo vi me sentí muy atraída hacia él pero pensé que sería un caso más de transferencia, idealización, admiración etc. puesto que yo estaba muy mal y desde que comenzó a atenderme mejoré rápidamente. Luego de unos seis o siete meses de tratamiento, él me sugirió que cambiase de terapeuta porque sentía que no me estaba ayudando, a mi no me cayó muy bien su sugerencia pero con el tiempo lo acepté y comencé a atenderme con una psicóloga. Caí en una tristeza que estaba casi al borde de la depresión. Entonces volví con él y le pedí que volviera a psiconoanalizarme. Como por arte de magia en menos de una semana ya me sentía mejor. Yo estoy segura que el amor del mismo modo que puede matar (o en mi caso, me había enfermado) también puede curar y obviamente se lo dije. También hace un tiempo le dije que si él no fuese mi terapeuta haría tiempo que le habría echado mano. Creo que terminé diciéndole lo que me pasaba con él porque estoy segura que él algo ya sospechaba y me fue llevando a hablar... Han pasado algunas semanas desde aquel día sin que nada cambiara aparentemente entre nosotros, me refiero a la relación paciente/terapeuta, pero yo noto que él se suelta cada día un poco más, soy consciente que le resulto muy atractiva y sé positivamente que me quiere, porque me lo ha dicho como también me ha dicho en alguna oportunidad que era su paciente preferida, que era su debilidad.... Ayer tuve sesión otra vez y sentí que alargaba la despedida, que como últimamente, cada vez se acercaba más a mi, casi al punto de rozar su boca con la mía, yo le tomé las manos casi inconscientemente, no sé si fue como un mecanismo de defensa para tener la situación bajo control o bien, porque necesitaba de algún modo sentir el contacto con él. Bueno, o no sé que pasará, por ahora esta situación me mantiene de buen humor y no me impaciento por precipitar los acontecimientos, tengo la certeza de que en algún momento va a pasar algo más entre nosotros pero no tengo prisa, dejo que la energía fluya y disfruto del proceso. No me inquieta para nada que él hombre que me atrae sea mi psiquiatra, lo que si me detiene es que él esté casado... desearía que su situación se resolviera primero para luego darle paso a esto que sentimos el uno por el otro y que ninguno de los dos se atreve a confesarlo más abiertamente. Bien, veremos.... pero loq ue tengo en claro es que los psiquiatras son seres humanos como nosotros y se pueden enamorar también, están mejor entrenados para detectar si se trata de un enamoramiento, transferencia o idealización por parte de la paciente pero si hay amor flotando en el aire nadie puede escapar a ese sentimiento. Ojalá mi experiencia te sea útil y espero no haberte aburrido por lo extenso de mi relato.
Mostrar más