Un hombre le hace una pregunta a una sicóloga y ella le responde....
El interes sexual se acaba con los años?
Ya llevo veinte años con mi mujer. Como quien dice que nos conocemos hasta las mañas, y no sé exactamente lo que quiero preguntar ni la respuesta que deseo escuchar. Yo me casé locamente enamorado de mi mujer. Ahora ambos tenemos 45 años y los años son implacables para dejar huellas tanto en el alma como en la piel. Ella se ve más desgastada que yo, pues ha sido enfermosa y además los partos la desgataron mucho.
Ella es buena y pacífica, pero se está poniendo gordita y descuidada de su arreglo personal,
ni parecida a aquella de la que me enamoré hace 20 años. Veo a las muchachas de 20 y 25 años y me las imagino en mis brazos con todo el vigor de la juventud, mientras ella se queja de reumatismo y de jaqueca. No somos viejos pero ella se comporta así y me desespera sentirme a plena capacidad y ella con todos esos achaques. Cómo puedo resolverlo?
Respuesta: La vida en pareja siempre fue, después de la educación de un hijo, la empresa más difícil de sostener porque a parte de procurar el bienestar de sus miembros implica sostenerla a través del tiempo y por encima de las dificultades. Quizá la más importante sea la dificultad para comunicarse entendiendo por esto el no poder hablar sobre las cosas que andan mal, y entre ambos negociar soluciones que convengan. Todo lo que sea concerniente al sentir, al pensar y al actuar propio del compañero conviene mantenerlo en un constante estado de diálogo y discusión. Otra enemiga de la relación es la rutina. Ella suele poner trampas más grandes porque diariamente la pareja se enfrenta a la comodidad que da la repetición de los hábitos. La rutina te quita el interés en el perfume y en el color, le roba el brillo a los ojos y el interés a la conquista. La rutina te hace ver al cónyugue como una caja de caudales donde siempre encontrarás camisas y calcetines cuidadosamente doblados. El sexo se vuelve ritual de gestos aprendidos de memoria. Fácil es explicar el aburrimiento o esa sensación que los años todo lo acaban. La quieres, pero... que será que hay otros cuerpos vigorosos que pasan delante de mis ojos invitando a nuevas sensciones? Qué será que a mi mujer la veo fea, vieja y achacosa? A veces las mujeres fabrican enfermedades como excusas que tapan la falta de deseos, aquellos que se fueron muriendo después de las cienes de veces que se quedaron esperando un orgasmo que al marido nunca le interesa. Ningun gran amor garantiza una relación para toda la vida. El gusto por el otro se construye a diario con un trabajo elaborado y consciente, a través de mil detalles pequeños, que por cotidianos no tienen nombre y apenas se recuerdan. Tu pregunta es si sos capaz de encender ese fuego que ella ha ido apagando a su manera y distinguir entre las jóvenes que pasan tan cerca de tus ojos pero tan lejos de tu vida, y la capacidad de evaluar las cosas que por la confianza que dan los años, has ido eliminando de tus prácticas priorizadas.
Les saluda,
Frambuesa51