El amor es como un àrbol que evoluciona segün las estaciones. En primavera se llena de hojas y flores que nos invaden los sentidos. Viéndoles parece que su belleza y majestuosidad serà eterna. En verano se caen las flores, pero sigue teniendo frondosas hojas que nos dan protectora sombra. En otoño las hojas se tornan rojizas o amarillentas primero, marrones luego y empiezan a caer. En invierno los fuertes vientos le arranca esas hojas mas valientes que se resisistian a abandonarle y parecian poder soportarlo todo. El àrbol da la impresiön de que sus buenos tiempos pertenecen al pasado y que ya solo puede esperar su fin; pero a poco que lo cuidemos y seamos pacientes para esparar la vuelta de la primavera veremos que de nuevo vuelve a engalanarse de sus mejores galas. Que sus flores nos deleitan con sus colores y nos embriagan con sus aromas. No siempre las estaciones tienen una duración regular ni se suceden de forma ordenada, pero si lo regamos cuando el verano es mas seco y lo protegemos de las heladas cuando los inviernos son mas rigurosos, conseguiremos que sea milenario. La complicación es que dos tienen que ser los jardineros del amor y los dos son indespensables para conseguir que florezca.
Dejarme vuestras recetas y vuestros consejos para que este àrbol crezca sano y bello. A ver si entre todos conseguimos tener un àrbol del que nos sintamos orgullosos.
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rina_8171720
29/4/06 a las 12:53
Seguro que los jardineros-as del foro te darán ideas. saludos
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rina_8171720
29/4/06 a las 13:23
Visto asi parece dificil que se den todas las condiciones para que nuestro àrbol se logre, pero no imposible.
y sí, de acuerdo con tu última frase, aunque a veces da un poco de pereza volver a empezar todo el procedimiento con otro àrbol sabiendo que la primavera deja paso al resto de las estaciones.
Carlitas como te dice Cere, el sol sale todos los dias, pero solo podràs disfrutas del calor de sus rayos si sales de la sombra. besos.
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rina_8171720
30/4/06 a las 14:57
Atukas a veces uno sabe que hizo lo que pudo o lo que supo para cuidar el àrbol y a pesar de eso se secö. En este caso, como dice Ceenite, lo mejor es arrancar sus raices y cuando encontremos otro que nos parezca apropiado para el terreno, cultivarlo. Contando, ademàs con la ventaja de la experiencia que nos diö el cultivo del anterior y procurando no hacer los mismos errores, que alguno, aunque no fuera determinante par el fracaso, seguro cometimos. Besitos a ti también Atukas.
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rina_8171720
30/4/06 a las 15:01
Marieka Algun dia volverà a ser lo que era o mejor, estoy segura. Mientras tanto me parecen muy sabias tus decisiones, me parecen incluso vàlidas aun teniendo pareja. Un beso marieka.