Llevo 3 años y medio con mi novia. Ella me quiere mucho y tiene detalles muy buenos conmigo. Pero no podía hablar sin criticar, sin opinar, no acepta una crítica y a veces me ofende con su manera brusca de hablar.
Me ha humillado bastantes veces a solas y delante de gente. Tuve que pararle los insultos
Siempre conseguía hacer de mi lo que quería a base de su insistencia y pesadez y me tocaba ceder a todos sus deseos.
No aceptaba una critica. Siempre estaba pensando en lo que yo he de hacer y como lo tengo que hacer y si no actúo a su manera se enfada, me niega el habla y tiene unas miradas de ira que me paralizan.
Es una persona muy insegura y dependiente de mí, creo que está obsesionada conmigo.
Últimamente habíamos dejado de hablar de cosas importantes. Opté por no contarle lo que hacía durante el día, ya que ella me lo criticaba todo. Cuando le hablaba de mi familia, soltaba improperios. Así que la comunicación de pareja se limitaba a tonterías ya que no podía seguir recibiendo críticas a todo ni pensar que habían mejores formas de hacer las cosas para todo.
Me dictaba normas de comportamiento que debía cumplir y que ella no hacia lo mismo, cuando íbamos a casa de mis padres no me dejaba moverme de su lado, pero ella en casa de sus familiares iba y venía donde quería.
Ejercía un control y una manipulación en mi totales, que fueron acabando poco a poco con el amor que sentía por ella.
Yo le decía que esto no iba bien, que no era feliz, que hacía cosas ilogicas, pero no servía de nada, como ella hacía lo que le creía que debía, no tenía ningún remordimiento aunque yo me quejara de su trato.
Yo la justificaba debido al ambiente familiar en el que se había criado, un ambiente muy autoritario en el que sus padres y su hermana cargaban todos sus enfados hacia ella, la chantajeaban emocionalmente y la tenían como la Cenicienta. Sus padres no le han mostrado nunca amor ni cariño, sino que la acusaban de que ella era la causante de sus desgracias (eso que económicamente no tienen ningún problema) y la han menospreciado y burlado de ella. No le dejan llorar delante de ellos y nunca han tenido con ella ninguna conversación de padres a hija.
Llegó un momento en el que me planteé que no podía ser quien cargara con el daño que a ella le hacía su familia y que luego descargaba sobre mí, pero no veía como dejarla porque me remordía el pensar lo desgraciada que iba a quedarse siguiendo en su ambiente familiar.
Últimamente conocí a una chica que me hizo ver que hay personas más independientes que pueden amar de otra forma. Me decidí a intentarlo con ella o a seguir mi vida solo. Pensaba decirle a mi novia que se había acababado todo y no esperaba darle ninguna oportunidad a mi novia porque creía que me trataría con desplantes, como siempre, si le hablaba de dejarlo con ella.
Le dije a mi novia que la iba a dejar, que ya no tenía ganas de llamarla ya que siempre me gritaba o se enfadaba, que no tenía ganas de verla porque siempre acabábamos con caras largas, sin hablarnos y esperando ser el otro el que diera el primer paso para reconciliarnos. En definitiva tenía miedo de sus reacciones porque eran imprevisibles. En ese momento estaba seguro que no quería seguir con ella.
Pero eso le sirvió para abrir los ojos y me pidió una oportunidad. Acudió a un psicólogo y cambió su carácter, sus malos gestos y contestaciones, los silencios los ha quitado, está siendo más cariñosa para intentar reenamorarme. Ahora quiere que dialoguemos y negociemos todo lo que nos concierne sin pisar uno al otro. Esto me ha pillado de sorpresa ya que no pensaba que fuera a cambiar para nada.
Ahora me sería más difícil terminar con ella, antes lo tenía tan claro que lo ibamos a dejar y ahora no tanto. Entre el cambio, los recuerdos de los buenos momentos y los remordimientos no se que hacer.
Pero ahora que he conocido a la otra persona que creo que estoy también enamorado de ella no sé que hacer.
Incluso sabiendo que podía haber acabado la relación y empezar una nueva con la otra persona, me siento como que estoy haciendo algo malo y me paraliza.
Me he tomado un tiempo separado de ella para meditar que siento por ella, pero ella está esperando que le de una única respuesta que es que vamos a seguir juntos y se que se derrumbará si no es así. Así que no sé si lo que decida estará condicionado a que ella sufra lo menos posible o seré libre al tomar cualquiera de las 2 decisiones posible.
¿Es posible vivir con una persona obsesionada con la otra?
¿Cómo saber si me ha reenamorado?
Me puedes aconsejar.