Un niño que tenia un carácter impulsivo y lo hacia reventar en cólera a la menor provocación.... la mayoría de las veces después de unos de estos incidentes se sentía avergonzado y se esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día su maestro que le vio dando excusas de una explosión de ira, el maestro lo llevo al salón le entrego una hoja de papel y le dijo:
- ¡¡Estrújalo!!
Asombrado el niño obedeció y hizo una bolita....
- Ahora -volvió a decirle el maestro - déjalo como estaba antes....
Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba.... por mas que trato, el papel quedo lleno de pliegues y arrugas.
- El corazón de las personas -le dijo el maestro - es como ese papel..... La impresión que en ellos dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues.....
Moraleja
Aprenda a ser más comprensivo y paciente.... cuando sienta ganas de estallar recuerde ese papel arrugado..... La impresión que dejamos en los demás es imposible de borrar.....
Mas aun cuando lastimamos con nuestras reacciones o con nuestras palabras..... Luego queremos enmendar el error, pero ya es tarde y todo se hace más difícil.
"Habla cuando tus palabras sean tan dulces como el silencio"...... porque es preferible el silencio del sabio a las palabras del necio.... dice mas el sabio callado que el necio hablando... aquel guarda silencio para preguntar lo que ignora y este ultimo multiplica las palabras para decir lo que no sabe......