En respuesta a aridia_6945482
Completamente de acuerdo
"Sólo a través de un enorme esfuerzo de voluntad se supera eso"...Asi es.
Dice Marieka más abajo que si el ser humano no es monógamo por qué no lo dice y deja de jugar en otro campo en la clandestinidad...yo diría que es porque la cultura es así hoy por hoy por estos lares. Es posible que en otra cultura donde se puedan tener más de una mujer o más de un hombre a la vez no supone problema alguno el compartir. Ahora si, si no se cuenta a la mujer o al marido que nos estamos haciendo arrumacos con otr@ es porque nos conviene que éste no se nos enfade y queremos seguir así, con todo.
Fijate, Sarah que no le veo la gracia a la infidelidad y sin embargo me gustaron mucho más personas que fueron infieles que otras tan frías y puritanas que eran infumables, no se podía hablar sobre nada con ellas. No sé a que viene lo que te acabo de contar pero se me acaba de ocurrir...
Pienso igual
Y no sé hasta que punto los arrumacos con otr@ se harían si se supiera que la mujer o el marido no se enfadarían.
Veo que se habla mucho de la poligamia ¿pero el que es infiel la aceptaría sin más?.
En estos momentos me encuentro en proceso de separación (legal porque física ya se ha producido, todavía convivo con mi esposa en la misma casa pero en cuartos separados hasta dentro de un mes aproximadamente que nos entregan una nueva vivienda).
El punto de orígen ha sido la infidelidad de mi esposa, pero la causa de nuestra situación actual es que no me enfadé.
Cuando uno conoce a su esposa se da cuenta de cambios en su forma de actuar, de vestirse y hasta de maquillarse que indican que "algo hay", aparte de haber confirmado alguna mentira sobre la utilización de su tiempo, no tenía la confirmación exacta pero no era necesaria.
Al principio la desazón lógica, rabia y dolor pero traté de no actuar apresuradamente, y esa forma de actuar me llevó a analizar desde otra perspectiva lo que sucedía.
Varios años de matrimonio, un hijo que nació al año de casados, nos habían hecho entrar en la costumbre de estar juntos, en la comodidad de pensar que todo estaba bien y, a pesar de que el sexo seguía presente había perdido esa magia del principio.
A mí tabién me pasaba de sentir sensaciones hacia mujeres que compartían mis actividades, de sentirme halagado por darme cuenta de que me miraban como hombre, no soy Brad Pitt pero tampoco Frankestein.
Tal vez no era una mala idea refrescar con terceras personas nuestro matrimonio, pero ser infiel y disimular en casa no era algo que me gustara, mejor hablarlo francamente.
Y ese fue mi gran error.
Hablé con ella, le dije que sabía que había otro hombre en su vida y si lo amaba la dejaba libre.
Y que si no era así, si existía solamente pasión entre ambos lo entendía y le expuse mis pensamientos.
Si le hubiera dicho que bajo su asiento había una bomba no hubiera reaccionado de esa manera.
Se enfureció, me dijo que no la amaba, que si permitía que estuviera con otro hombre era que no sentía nada por ella, parece que ella sí sentía amor por mí y me protegía de saber que tenía un amante engañándome.
Que era solamente sexo, que no había nada más.
En síntesis, decidimos seguir juntos y la pasión que sentía por su amante pareció un acto de David Cooperfield, desaparecó.
Pero allí comenzó mi calvario, se volvió celosa, posesiva, y cada día era una discusión nueva cuando yo iba a mi trabajo o realizaba otras actividades, según ella me acostaba con todas las mujeres que conocía, cosa que nunca sucedió hasta ahora.
Se produjo en mi hogar una situación que afectó la salud de mi hijo, decayó en sus estudios, se volvió taciturno, se peleaba con sus amigos.
Ante esa situación es preferible la separación, lo cual ha sido aprobado por el sicólogo que tiene a mi hijo bajo tratamiento, inclusive ahora que ya que está tomada la decisión y los decibeles bajaron ha mejorado.
Por supuesto que para mi esposa yo me separo para darme la gran vida con mis "amiguitas", cosa que no es ni remotamente real, no he tenido ni tengo ninguna relación de ese tipo, aunque sí han sido de gran apoyo en este trance.
Por eso, Isabel, es que hago mi pregunta ¿son polígamos los infieles?.
¿O tratan de retener a sus mujeres o esposos y por eso son infieles?
Saludos