Sentimientos confusos... por favor, ayuda!

Hola a todos!

No sé por dónde empezar para no cansaros mucho. Conozco a mi marido desde que tenía 18 años (ahora tengo 34) y desde entonces no nos hemos separado nunca. Tenemos 2 hijos pequeños. Siempre fui muy tímida, especialmente con los chicos, por eso mis amigas tenían sus novios, sus rolletes, y yo siempre me quedaba un poco colgada en ese sentido. No me gustaba salir, porque me sentía el "patito feo" del grupo. Siempre encontraba que las demás eran más guapas, más delgadas e iban mejor vestidas que yo. Con el paso del tiempo, la cosa mejoró, aunque yo rechazaba salir en plan "chicas solas" porque era como revivir mi adolescencia, siempre me sentía la fea, un adefesio al lado de las demás, en cambio me gustaba salir con mi novio (y después marido), porque me sentía arropada, sentía que pasaba totalmente desapercibida, oculta tras él. Os cuento todo esto porque creo que uno de mis problemas es que necesito siempre a alguien que esté ahí, que me de fuerzas, que me arrope, que me respalde...

Aunque nuestra relación no ha sido nunca perfecta, nos iba bastante bien, hasta hace unos 4 - 5 años. Aunque mi marido siempre ha sido de carácter un tanto depresivo, desde entonces ha ido cayendo en una depresión cada vez más profunda de la que no puede salir, ni acepta ninguna ayuda para hacerlo. Le quiero mucho y aunque en los momentos peores me planteé dejarle, porque no me sentía con fuerzas para continuar, seguimos adelante. Pero lo cierto es que, de alguna manera, me he dejado arrastrar por su depresión: cada vez salíamos menos, dejamos de ver a algunos amigos, tenía menos ganas de hacer cosas que siempre me habían gustado, porque mi alegría siempre chocaba con la cara de vinagre de mi marido, mis energías con sus quejas... Sólo cuando nacieron mis hijos sentí que renovaba mis fuerzas, pero ahora veo que vuelvo a caer en esa espiral poco a poco. Mi ánimo se viene abajo, y cada día me cuesta más todo.

Quisiera contar un poco lo que supone vivir con una persona como mi marido, para aquellos que no entiendan lo que es una depresión. Hay días en los que no puede levantarse de la cama (o se levanta de la cama para pasarlos íntegramente en el sofá), y ni siquiera nos dirige la palabra a mí ni a mis hijos. La comunicación con él es difícil, y solo habla de sus preocupaciones... sobre mi recae el peso de la casa, los niños, además de mi trabajo, y por su parte sólo encuentro quejas y reproches.

Cuando está un poco mejor, es cariñoso con los niños, pero su paciencia dura poco. Por ese motivo, mis hijos están cada vez más "enmadrados", me buscan constantemente a mi para todo, además supongo que también fomento esto porque intento protegerles de el enfado casi permanente de su padre. A veces consigo hablar con él y obtengo vagas promesas de cambio que siempre terminan siendo incumplidas.

La gente de mi entorno no sabe nada, aunque muchos lo sospechen, siempre he estado ocultando los problemas y fingiendo que nuestra vida es idílica. De cualquier forma, de poco me serviría pedir ayuda; una vez intenté pedir consejo a un familiar y ni siquiera me dejó hablar, me vino a decir que "la vida es dura, no es el cuento de hadas que te has montado". Tal vez sea cierto, y yo no sé afrontar la vida como una persona adulta. Otros no entienden que una depresión es una enfermedad.

El caso es que, tal vez como via de escape (tampoco voy a tratar de justificarme) empecé a chatear en internet con algunos chicos. A través de esos chats, podía jugar a ser quien no era... y me sentía tan bien cuando me decían cosas bonitas... (sí, patético... ya lo sé) De repente descubrí todo lo que no había vivido en la adolescencia! Hace un año y medio más o menos, conocí a un hombre en internet con quien no tenía que mentir: los dos supimos desde un principio que estábamos casados y que buscábamos añadir un poco de sal a nuestras vidas. Desde entonces intercambiamos mensajes, chateamos, a veces hablamos por tfno... casi siempre hay un contenido sexual (que deja al famoso "50 sombras de Grey" a la altura de una novelita rosa ) aunque tambien hemos ido forjando una amistad (o algo que se le parece) Nos conocimos en persona, pero había un acuerdo tácito de no ir más allá, pese a que existe una cierta atracción física mutua. A veces bromeamos sobre lo que pasará en nuestro proximo encuentro cara a cara... pero en eso queda todo.

Durante un tiempo dejamos de tener contacto porque el me dijo que se sentía mal con todo eso, que no podía seguir engañando así a su familia... pero al cabo de unos pocos meses me pidió volver a retomar la relación, ya que decía echarme de menos... Yo también me siento mal, cuando miro a mis hijos se me cae el alma a los pies, pero no puedo dejarle, cuando hablo con el, cuando escribo o leo esos mensajes... me siento... ufff... seductora, poderosa, no sé... Sólo sé que con mi marido hace mucho tiempo que no me siento así, y por otro lado me asquea el que tenga que depender de otra persona para sentirme segura. Cada vez estoy más enganchada de esta especie de "ciber amante", me pongo verde de celos cuando pienso que puede tener más chicas como yo, me imagino mi vida a su lado... en fin... como he dicho antes, sé que soy patética en el fondo...

Me gustaría saber vuestras opiniones, tal vez lo mejor sea cortar radicalmente con todo y empezar una nueva vida, porque me siento incapaz de arreglar esta. Muchas gracias.