Os pido consejo porque os he leido en muchas ocasiones y siempre sois muy acertados en vuestras respuestas.
Os pongo en antecedentes: estoy casada con un hombre fantástico al que quiero (y me quiere) con locura, que estuvo anteriormente casado y que tiene dos hijas (de 10 y 16 años) fruto de su anterior relación que viven con nosotros. Hasta ahí todo bien, porque todo va bien. El problema es que la madre echó de su casa a la mayor con 13 años porque no podía con ella, no hablándose nunca más ni teniendo ningún tipo de relación madre-hija durante 3 años. La pequeña vino a vivir con nosotros, entre otras cosas porque no soportaba a la pareja de su madre, pero no tiene ningún problema con ella.
Desde que la peque vive con nosotros no ha parado de intentar que su madre y su hermana hicieran las paces, encargándose de llenarles la cabeza a las dos con mensajes del tipo "mamá está muy arrepentida, quiere que la perdones", "le hace ilusión poder hablar contigo", etc.... y a su madre desconozco lo que le decía, pero me imagino que por ahí iban los tiros. El caso es que al final ha conseguido que las dos se bajen de sus burros y hayan empezado a hablarse, de lo cual yo me alegro porque entiendo que aunque no puedan perdonarse TODO lo que se han hecho, al menos han de tener una relación cordial, que les beneficiará a las dos.
El problema que me preocupa a mi es que la peque ha visto que como ha conseguido algo que parecía muy dificil, ahora se ha propuesto conseguir lo siguiente y que me imagino que será el deseo de todos los hijos con padres separados: que sus padres vuelvan a unirse. Eso es del todo improbable, porque la relación que tenemos mi marido y yo es tan sólida que no lo conseguiría por muchos años que insistiera y porque si se separó de su ex era porque tenía muchísimos motivos que con el tiempo lo único que han hecho ha sido acrecentarse.
Lo que no soporto es tener que oirme constantes comentarios de la peque sobre lo bien que lo pasaron en aquellas vacaciones los cuatro (padre, madre e hijas), lo guapo que está papá en esa foto que mamá ha vuelto a poner en la cómoda, lo tierna que es la foto de novios donde papá cogía a mamá en brazos, lo bien que estaban ellos dos antes de separarse (mentira), etc, etc, etc....
Me siento fatal, porque le veo las intenciones, y no es porque dude de mi marido, sino porque la niña tiene el convencimiento que lo conseguirá y no para con los comentarios (que yo ya no soporto), y a la larga, le creará una frustración a ella. Por otra parte, me imagino que a su madre también la debe taladrar con comentarios sobre su padre (no sé qué puede inventarse, pero lo hará.... no tiene problemas para mentir, lo hace a menudo).
Lo he hablado con mi marido, y yo estoy por decirle a la niña que no siga con su trabajo de reconciliación, por la imposibilidad de que eso suceda, pero mi marido dice que no... que ella sola se dará cuenta, y que yo no tengo que preocuparme por esa tontería.
¿Podríais darme un consejo, por favor? ¿Qué haríais vosotras?. Estoy confundida, porque la niña me quiere, me consta, pero no tiene reparos en dejarme a un lado para conseguir su propósito.
Gracias por leerme. Un beso muy grande.