Foro / Pareja

Que hace a un hombre buscar constantemente...

Última respuesta: 13 de febrero de 2003 a las 17:43
A
an0N_948489599z
4/2/03 a las 17:59

la sensacion de conquista, buscar estar rodeado de mujeres nuevas? cuando ya se supone que tiene pareja...
Que hace un hombre mirar a otras mujeres y desear descubrir lo intimo de ellas? cuando ya se supone que tiene paraja y expresa estar contento y que esa pareja le llena en el gusto...
me pregunto? sera inmaduro emocionalmente? no es verdad que su pareja lo llena? Porque no se concentra en hacer una relacion estable y poner esa energia en su pareja? comentarios porfavor, los necesito urgente... un besito
conquistadora...

Ver también

A
an0N_847109999z
4/2/03 a las 19:23

Hola conquistadora
Supongo que la rutina, el morbo, el deseo por lo desconocido... no sé, reconozco que si alguna vez me he llevado un engaño amoroso, me he planteado la misma pregunta que tú ahora.
Cada persona es un mundo diferente, !vete a saber!.
Estamos rodeados de miles y miles de personas que pueden despertar en un momento dado un interés personal a pesar de tener una vida plena y felíz de pareja.
Lo que sí tengo entendido es que al igual que las mujeres sufren menopausia, ellos no se libran de la pitopausia y cuando les ronda cierta edad buscan (algunos, ¿eh?, que ya me veo a todos los hombres del foro replicando ) un aliciente para sentir que su fuero masculino no ha muerto.

Espero que te contesten muchos hombres y nos saquen de dudas.
Un beso.

B
bocar_5827254
4/2/03 a las 19:35

Las mujeres son un vicio
Si estoy lleno de amor, deseo Pasión para mi pareja............pero al dar la vuelta una mirada, un escote una mini esos movimientos como incitando al sexo me derrumban y me hacen ser infiel.
lo unico que podria decir a las mujeres gracias por ser asi.............

A
an0N_948489599z
4/2/03 a las 23:29
En respuesta a bocar_5827254

Las mujeres son un vicio
Si estoy lleno de amor, deseo Pasión para mi pareja............pero al dar la vuelta una mirada, un escote una mini esos movimientos como incitando al sexo me derrumban y me hacen ser infiel.
lo unico que podria decir a las mujeres gracias por ser asi.............

Uyy k lindo eres....
un besito, trato de entender y creo que entiendo, pero no de alma...

A
an0N_948489599z
4/2/03 a las 23:31
En respuesta a an0N_847109999z

Hola conquistadora
Supongo que la rutina, el morbo, el deseo por lo desconocido... no sé, reconozco que si alguna vez me he llevado un engaño amoroso, me he planteado la misma pregunta que tú ahora.
Cada persona es un mundo diferente, !vete a saber!.
Estamos rodeados de miles y miles de personas que pueden despertar en un momento dado un interés personal a pesar de tener una vida plena y felíz de pareja.
Lo que sí tengo entendido es que al igual que las mujeres sufren menopausia, ellos no se libran de la pitopausia y cuando les ronda cierta edad buscan (algunos, ¿eh?, que ya me veo a todos los hombres del foro replicando ) un aliciente para sentir que su fuero masculino no ha muerto.

Espero que te contesten muchos hombres y nos saquen de dudas.
Un beso.

Si nuvecita...
gracias por escribir amiga y ojala nos contesten mas, ya que este mal necesario llamdo hombre es digno de estudio y comprencion... un besito linda...

A
an0N_939461499z
5/2/03 a las :40

Cosas bonitas
hay hombres de todos tipos de los que tre engañarian a la primera de cambio y de los que se enamora y en el medio un largo intervalo, con el tiempo llego a la conclusion de que no somos tan distintos hombre y mujeres, ellos por costumbre han dado casi siempre el primer paso para conocerse y una vez perdida la timidez el conocer mujeres hermosas refuerza su "estatus social" digamos que si lo que tiene fracasa siempre conoce alguna que otra persona para iniciar algo nuevo aunque si la cosa sigue bien, a quien no le gusta rodearse de gente guapa? los hombre miramos las minifaldas los escotes... y vosotras ....nosotros superamos esa timidez al primer contacto el dia que vosotras lo superis"en general" tendreis la misma fama.
una cosa es mirar a las demas y otra, ariesgar los bueno que tienes por algo que tal vez no sea tanto como lo pintan

A
an0N_948489699z
5/2/03 a las :49
En respuesta a an0N_939461499z

Cosas bonitas
hay hombres de todos tipos de los que tre engañarian a la primera de cambio y de los que se enamora y en el medio un largo intervalo, con el tiempo llego a la conclusion de que no somos tan distintos hombre y mujeres, ellos por costumbre han dado casi siempre el primer paso para conocerse y una vez perdida la timidez el conocer mujeres hermosas refuerza su "estatus social" digamos que si lo que tiene fracasa siempre conoce alguna que otra persona para iniciar algo nuevo aunque si la cosa sigue bien, a quien no le gusta rodearse de gente guapa? los hombre miramos las minifaldas los escotes... y vosotras ....nosotros superamos esa timidez al primer contacto el dia que vosotras lo superis"en general" tendreis la misma fama.
una cosa es mirar a las demas y otra, ariesgar los bueno que tienes por algo que tal vez no sea tanto como lo pintan

Perseo...
y si arriesgan, que opinas?????

A
an0N_939461499z
6/2/03 a las 1:27
En respuesta a an0N_948489699z

Perseo...
y si arriesgan, que opinas?????

Si arriesgan
tanto ellas como ellos deverian asumir los riegos que supone engañar a la pareja parsonalmente un deliz podria entenderlo y perdonarlo pero un deliz continuado a dia de hoy no lo perdonaria

en los ultimos tiempos en que la mujer se ha puesto casi al nivel del hombren cuanto a estudios y y de esa formar lograr una independencia economica se ha empezado a dar cuenta de que no vale la pena aguantar a cierto tipo de hombres que mas que una pareja son una carga.

tanto ellos como ellas, si la pareja le gusta mas lo que hay fuera pues que lo coja pero despues que no vuelva,tener su propia independencia y unirlas para formar pareja pero siemprepeniendo con la certeza de podez sobrevivir en solitario

l@s que se someten a la dictadura de la pareja nunca seran felices

Y
yuhao_8718622
6/2/03 a las 13:50

De acuerdo en casi todo
Estoy básicamente de acuerdo con gran parte de lo que expones en tu intervención, pero hay un punto en el que debo discrepar. Afirmas que cuando un hombre con pareja estable se siente atraído por otra mujer (o viceversa), es porque su pareja no le llena; y que lo contrario sería absurdo.
No estoy en absoluto de acuerdo. En un nivel de...ivo, digamos, estadístico, sí podría estarlo: es lo que suele ocurrir. Pero no considero que dé cuenta, que explique, el fenómeno. Vamos, que no creo que la infidelidad, siempre, se deba necesariamente a que nuestra pareja no nos llene. A menos que consideremos el amor no como un estado del ánimo, sino como una "esencia" del ánimo; y al igual que uno por fuerza ha de estar vivo o muerto, y nunca ambas cosas a la vez, se asuma que uno debe estar enamorado o desenamorado, pero sin término medio.
Se puede comer sin tener hambre. Cuántas veces no nos habremos tomado un postre pese a que hemos comido bien antes de llegar a ese punto del menú.
Se puede salir a dar un paseo, sólo por ver qué se encuentra uno por la calle, y no porque esté seguro de encontrar nada interesante.
Se puede uno comprar una chaqueta pese a no tener frío, o pese a tener otras prendas de vestir que le protejan del frío. Cuántas cosas inútiles (naturalmente inútiles, quiero decir), no nos habremos comprado a lo largo de nuestra vida.
Se puede dilatar el tiempo de sueño, pese a saber que con ocho horas diarias venimos sobrados. Cuántas veces no habrá alguien disfrutado de ese tiempo extra de cama que nos proporcionan los días festivos.
Se puede ir a pasar un veraniego día de playa, pese a que se disponga de bañera, aire acondicionado y hasta de piscina propia.
Se puede viajar a un lugar desconocido, y desechar otros que ya hemos visto y nos han encantado, sólo por ver si éste también es encantador.
El amor es una necesidad. Y hasta me atrevo a decir que una necesidad natural. Ningún ser humano llega a serlo si no es viviendo en sociedad, y el amor es un vínculo primario y muy fuerte que actúa en este sentido). Es una necesidad, repito, como lo es la comida, el sueño o el calor. Pero si algo nos distingue de las bestias, es precisamente que hemos evolucionado hasta un punto en el que nuestras necesidades primarias son sólo un punto de partida; tras el que hemos elaborado otra serie de necesidades secundarias: necesitamos un coche para ir más rápido (¿para ir más rápido a dónde? ¿A por el alimento, a por el sueño, a por el calor, a por el sexo?).
El caso es que nos acabamos procurando placer de todas las maneras posibles, y así, comemos cosas dulces porque son un regalo para el paladar, no porque necesitemos alimentarnos de pasteles; y vamos a la playa en verano porque es un placer para los sentidos, no porque necesitemos atemperarnos allí; y vamos de viaje porque no podemos resistir la curiosidad de mirar, de escudriñar, en el interior de lo que no conocemos; y no porque lo que conocemos no nos guste o nos deje indiferentes.
Por la misma razón, creo que se puede desear a más de una persona a la vez; y no siempre porque la que consideramos nuestra pareja no nos resulte deseable, ni mucho menos porque ya no la queramos; o como dices, porque ya no nos llene; sino porque no podemos dejar de seguir un impulso que va más allá de lo natural, y nos convierte en radicalmente humanos. Ya lo he dicho en alguna otra ocasión: el ser humano es el único ser viviente que practica el sexo por puro placer, y no por mera necesidad biológica. Por algo será.
Un saludo.

T
tamsir_6873916
6/2/03 a las 14:44
En respuesta a yuhao_8718622

De acuerdo en casi todo
Estoy básicamente de acuerdo con gran parte de lo que expones en tu intervención, pero hay un punto en el que debo discrepar. Afirmas que cuando un hombre con pareja estable se siente atraído por otra mujer (o viceversa), es porque su pareja no le llena; y que lo contrario sería absurdo.
No estoy en absoluto de acuerdo. En un nivel de...ivo, digamos, estadístico, sí podría estarlo: es lo que suele ocurrir. Pero no considero que dé cuenta, que explique, el fenómeno. Vamos, que no creo que la infidelidad, siempre, se deba necesariamente a que nuestra pareja no nos llene. A menos que consideremos el amor no como un estado del ánimo, sino como una "esencia" del ánimo; y al igual que uno por fuerza ha de estar vivo o muerto, y nunca ambas cosas a la vez, se asuma que uno debe estar enamorado o desenamorado, pero sin término medio.
Se puede comer sin tener hambre. Cuántas veces no nos habremos tomado un postre pese a que hemos comido bien antes de llegar a ese punto del menú.
Se puede salir a dar un paseo, sólo por ver qué se encuentra uno por la calle, y no porque esté seguro de encontrar nada interesante.
Se puede uno comprar una chaqueta pese a no tener frío, o pese a tener otras prendas de vestir que le protejan del frío. Cuántas cosas inútiles (naturalmente inútiles, quiero decir), no nos habremos comprado a lo largo de nuestra vida.
Se puede dilatar el tiempo de sueño, pese a saber que con ocho horas diarias venimos sobrados. Cuántas veces no habrá alguien disfrutado de ese tiempo extra de cama que nos proporcionan los días festivos.
Se puede ir a pasar un veraniego día de playa, pese a que se disponga de bañera, aire acondicionado y hasta de piscina propia.
Se puede viajar a un lugar desconocido, y desechar otros que ya hemos visto y nos han encantado, sólo por ver si éste también es encantador.
El amor es una necesidad. Y hasta me atrevo a decir que una necesidad natural. Ningún ser humano llega a serlo si no es viviendo en sociedad, y el amor es un vínculo primario y muy fuerte que actúa en este sentido). Es una necesidad, repito, como lo es la comida, el sueño o el calor. Pero si algo nos distingue de las bestias, es precisamente que hemos evolucionado hasta un punto en el que nuestras necesidades primarias son sólo un punto de partida; tras el que hemos elaborado otra serie de necesidades secundarias: necesitamos un coche para ir más rápido (¿para ir más rápido a dónde? ¿A por el alimento, a por el sueño, a por el calor, a por el sexo?).
El caso es que nos acabamos procurando placer de todas las maneras posibles, y así, comemos cosas dulces porque son un regalo para el paladar, no porque necesitemos alimentarnos de pasteles; y vamos a la playa en verano porque es un placer para los sentidos, no porque necesitemos atemperarnos allí; y vamos de viaje porque no podemos resistir la curiosidad de mirar, de escudriñar, en el interior de lo que no conocemos; y no porque lo que conocemos no nos guste o nos deje indiferentes.
Por la misma razón, creo que se puede desear a más de una persona a la vez; y no siempre porque la que consideramos nuestra pareja no nos resulte deseable, ni mucho menos porque ya no la queramos; o como dices, porque ya no nos llene; sino porque no podemos dejar de seguir un impulso que va más allá de lo natural, y nos convierte en radicalmente humanos. Ya lo he dicho en alguna otra ocasión: el ser humano es el único ser viviente que practica el sexo por puro placer, y no por mera necesidad biológica. Por algo será.
Un saludo.

Ya que me obligas a matizar...
pues matizo, que pa' eso estamos.

Totalmente de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede sentir atracción física y deseo sexual por otra mujer o por otras mujeres y que su pareja le llene. Sostener lo contrario sería absurdo. Mejor no extenderse en esto, que es una obviedad.

También puedo llegar a estar de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede llegar a realizar ese deseo sexual con otra mujer y que eso no signifique necesariamente una carencia afectiva. Pero convendrás conmigo que aquí ya hay un problema ético. Si no lo hubiera, a todos nos tendría que parece estupenda y fantástica la infidelidad. Mientras el deseo es difícilmente reprimible, realizarlo ya es otra cosa, porque somos libres de hacerlo o no hacerlo y al hacerlo incumplimos un compromiso. No se trata de ponerse "moralizante", sino de aceptar lisa y llanamente que hacerlo no está bien. Aunque supongo que a esto me vas a contestar, porque hay un montón de matices. Lo sé.

Hechos los matices, en lo que sí me reafirmo es en que si no se trata sólo de atracción sexual, sino de sentimientos -por simplificar-, no creo que un hombre con pareja estable busque en otra mujer la satisfacción de una necesidad o un anhelo que ya tiene cubierto. Aquí no me valen los ejemplos que pones del comer, del dormir, etc.

En todo caso, lo que plantea nuestra amiga es qué nos lleva a querer constantemente (o a menudo, o de vez en cuando, o lo que sea) la "conquista". Y yo dudo mucho que sea puro instinto animal.

Yo no sé qué opinarás tú. Pero yo creo además que se trata de una naturaleza sexual -la masculina- bastante frustrante y desorganizada. Caótica. En alguno de esos libros se viene a dar a entender que, en el fondo, el macho humano es sexualmente un desacompasado de la evolución de la especie, que ha sido marcada por la mujer.

Un saludo.

Y
yuhao_8718622
7/2/03 a las 9:10
En respuesta a tamsir_6873916

Ya que me obligas a matizar...
pues matizo, que pa' eso estamos.

Totalmente de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede sentir atracción física y deseo sexual por otra mujer o por otras mujeres y que su pareja le llene. Sostener lo contrario sería absurdo. Mejor no extenderse en esto, que es una obviedad.

También puedo llegar a estar de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede llegar a realizar ese deseo sexual con otra mujer y que eso no signifique necesariamente una carencia afectiva. Pero convendrás conmigo que aquí ya hay un problema ético. Si no lo hubiera, a todos nos tendría que parece estupenda y fantástica la infidelidad. Mientras el deseo es difícilmente reprimible, realizarlo ya es otra cosa, porque somos libres de hacerlo o no hacerlo y al hacerlo incumplimos un compromiso. No se trata de ponerse "moralizante", sino de aceptar lisa y llanamente que hacerlo no está bien. Aunque supongo que a esto me vas a contestar, porque hay un montón de matices. Lo sé.

Hechos los matices, en lo que sí me reafirmo es en que si no se trata sólo de atracción sexual, sino de sentimientos -por simplificar-, no creo que un hombre con pareja estable busque en otra mujer la satisfacción de una necesidad o un anhelo que ya tiene cubierto. Aquí no me valen los ejemplos que pones del comer, del dormir, etc.

En todo caso, lo que plantea nuestra amiga es qué nos lleva a querer constantemente (o a menudo, o de vez en cuando, o lo que sea) la "conquista". Y yo dudo mucho que sea puro instinto animal.

Yo no sé qué opinarás tú. Pero yo creo además que se trata de una naturaleza sexual -la masculina- bastante frustrante y desorganizada. Caótica. En alguno de esos libros se viene a dar a entender que, en el fondo, el macho humano es sexualmente un desacompasado de la evolución de la especie, que ha sido marcada por la mujer.

Un saludo.

Hola de nuevo.
Intentaré responderte a lo que me comentas. Para empezar, yo también dudo mucho que sea puro instinto animal lo que empuja a los hombres a la "conquista", como dice quien inició este debate. De hecho, lo que yo pretendía afirmar con mi mensaje anterior era esto precisamente: que sea lo que sea que nos empuja a desear a otras personas aparte de aquella con la que nos hemos comprometido, digamos, más seriamente, desde luego es un rasgo que tiene que ver muy poco con la "naturaleza" y sí con nuestra forma de ser intrínsecamente "humana". Por eso decía que los hombres comen por placer, además de para alimentarse; lo mismo que se hacen los remolones en una cama, más allá de su estricta necesidad de dormir. El sexo humano, lo repito, tiene muy poco que ver con el sexo de los animales.
Mira, estoy leyendo ahora una obra de Marcel Proust, archiconocida y que se llama "En busca del tiempo perdido"; no te comento esto para marcarme un pegote pedantorro, sino porque voy a citar un fragmento de la misma y tengo la obligación, creo, de decir cuál es la fuente. Más o menos, la frase dice así (habla el protagonista, o sea, el mismo autor, en relación a una chica que tiempo atrás le había atraído pero que no conseguía, y que ahora sí puede conseguir): el que ahora me fuese posible besar las mejillas de Albertine me producía un placer aún mayor que el hecho de besarlas.

Es a esto a lo que me refiero: el placer sexual del hombre muchas veces radica en la seducción, más que en la realización. Se convierte, por tanto, en una experiencia bastante cerebral, y mucho menos física. Creo que quien busca sexo con otra persona halla placer, sobre todo, en que encuentra a "otra" persona, y no tanto en que encuentre "sexo". Es justamente eso lo que nuestra pareja no nos puede proporcionar; el sexo sí, y el amor también; pero no puede dejar de ser quien es para convertirse en "otra" persona.
Sin duda, que hay mucho de insatisfacción en su propia vida de pareja por parte de quienes buscan a otra persona. Pero ya digo, esto es sólo describir lo que ocurre, lo que ocurre muchas veces, pero sólo explica una parte del fenómeno. Y la pregunta de quien ha iniciado el foro es por qué el hombre no cesa de hacer siempre lo mismo. Vamos, que está buscando un por qué más general, que explique por qué, pese a tener una pareja, pese a tener sus necesidades afectivas y sexuales cubiertas, sigue sin embargo buscando a otras mujeres.

En cuanto al problema ético del que hablas, claro que estoy de acuerdo contigo. Es un problema ético porque contraviene un precepto convenido por nuestra sociedad, como tantísimos otros. Esto no es discutible. Podríamos discutir, eso sí, por qué se le otorga tanta importancia a una infidelidad en el seno de la pareja. Sin duda que la falta de amor es un problema a la hora de soportar la presencia de alguien a nuestro lado; no soy un iluso. Pero soy de la opinión de que el problema real radica en esperar a que haya falta de amor para dar rienda suelta a un deseo que no podemos reprimir (sí, podemos no hacer nada; pero no podemos impedir pensarlo o soñarlo).
Aunque parezca una burrada lo que voy a decir, creo que es más sano para una pareja caer en la tentación de vez en cuando de disfrutar del sexo (o de la seducción) mientras seguimos amando a nuestro cónyuge, que dejar que ese deseo se vaya pudriendo y amargándonos hasta un punto que a fuerza de desear a otras y no conseguirlo, acabemos por aborrecer a la nuestra por tenerla siempre a la mano, y acabemos creyendo que ya no la queremos, cuando, en realidad, lo único que queremos es disfrutar de un buen postre aunque estemos perfectamente alimentados.

Y ahora la cuestión de por qué esto lo hacen más los hombres que las mujeres, que era lo que interesaba sobre todo a la creadora de la conversación. Bueno, esto lo respondí, creo, en el primer mensaje: es sólo una cuestión de oportunidad. El hombre lo hace más porque puede, porque sus riesgos sociales, psicológicos y biológicos son menores. Es así de simple. El que acabemos convencidos, los hombres, de que no está tan mal, y las mujeres de lo contrario, es porque, como decía, hemos aprendido a conciliar nuestra conducta con nuestra forma de pensar para no vivir continuamente angustiados por percibirnos como una pura contradicción. En definitiva, todos acabamos creyendo que lo que podemos hacer está bien, y lo que no podemos hacer está mal. Y así seguimos aguantando el tirón día a día porque, desgraciada o afortundamente, es mucho más lo que deseamos hacer que lo que podemos poner en práctica.

Por último: es lógico que esos libros que comentas mantengan esa opinión que expresas al final de tu escrito. Si no me equivoco, son obras de biólogos o de naturalistas, y no pueden dejar de ver en el hombre a un primate más desarrollado. Y claro, la vida sexual del hombre no puede tener otro fin que cualquier otra conducta de cualquier otra especie: la supervivencia. Pero el caso es que nuestra supervivencia no es un problema (y que me perdonen las personas que pasan hambre y frío, que desgraciadamente siguen siendo millones. Pero no son de otra especie. Son de la misma que aquellos que jamás pasan hambre ni frío; y sus papeles serían intercambiables sólo con cambiar de lugar). Nuestras necesidades están más que cubiertas en este sentido. Por eso un naturalista difícilmente podrá explicar por qué demonios se han ido un puñado de personas más allá de la atmósfera y se han jugado la vida (y la vida les han cobrado), como hemos podido ser testigos en estos días con el desastre del Columbia. Sé que doy un salto muy grande: hablamos de sexo y yo me voy al cosmos. Pero es que en el fondo es lo mismo: somos inconformistas y lo bueno que tenemos no nos impide pensar en qué puede haber de bueno en lo que desconocemos.
Como decía Blas Pascal: el mayor problema del hombre radica en que es incapaz de quedarse quieto en su propia habitación.

Un saludo.

PD: disculpa que me haya alargado tanto, pero es que hoy es viernes y me pillas con las pilas cargadas.

N
nazira_9938888
7/2/03 a las 10:05

Para otroquebusca y dudavital
Bueno, bueno, ¡Qué nivel le habeis dado a la charla! Chapeau!

En resumen, el órgano sexual del ser humano se llama CEREBRO, y no genitales. Estoy deacuerdo. Perdonad la boutade. En serio, vuestras exposisiones han sido muy didácticas a la par que entrenenidas. Pensais igual, solo que por momentos vuestra perspectiva es diferente.(antropológica, biológica, ética, socialmente...)

La cita que hace Otroquebusca del libro de Proust "En busca del tiempo perdido" ha hecho preguntarme lo siguiente:

¿Cuan importante es el "morbo" a la hora de interesarse, y sobre todo, de desinteresarse por la conquista sexual de una persona?

Gracias por vuestra opinión

Saludos

Y
yuhao_8718622
7/2/03 a las 14:23
En respuesta a nazira_9938888

Para otroquebusca y dudavital
Bueno, bueno, ¡Qué nivel le habeis dado a la charla! Chapeau!

En resumen, el órgano sexual del ser humano se llama CEREBRO, y no genitales. Estoy deacuerdo. Perdonad la boutade. En serio, vuestras exposisiones han sido muy didácticas a la par que entrenenidas. Pensais igual, solo que por momentos vuestra perspectiva es diferente.(antropológica, biológica, ética, socialmente...)

La cita que hace Otroquebusca del libro de Proust "En busca del tiempo perdido" ha hecho preguntarme lo siguiente:

¿Cuan importante es el "morbo" a la hora de interesarse, y sobre todo, de desinteresarse por la conquista sexual de una persona?

Gracias por vuestra opinión

Saludos

El morbo de lo prohibido
La cuestión del morbo en las relaciones de pareja es la mar de interesante, pero no creo que explique por sí solo el hecho de la infidelidad o, digamos, de la búsqueda de otras relaciones fuera de la oficial. Más bien, ayuda a comprender por qué gusta "tanto".
El 2morbo" radica, a mi entender, en el hecho de hacer algo "prohibido". Y claro, en lo tocante a la infidelidad está claro dónde está el morbo. Pero ese morbo, ese impulso a saltarnos las normas, también forma parte, o puede formar parte, de una relación ordinaria de pareja. De hecho, las fantasías sexuales que practican las parejas cumplen esta función: se imagina lo que no se quiere, o no se puede, hacer; se transgrede la norma, aunque sólo sea mental o simuladamente, para procurarnos un mayor placer.
¿Por qué causa placer saltarse las normas? Esa es la cuestión difícil. Hay quien ve en los retos una prueba de su valía, y saltarse las normas es un reto. Pero en pocos ámbitos de nuestra vida nos saltamos tanto las normas como en el sexual. Todos lo hemos hecho (o lo hemos imaginado) alguna que otra vez, quizá porque las normas son demasiadas: está mal masturbarse, está mal ser homosexual, están mal las relaciones prematrimoniales, están mal las relaciones extramatrimoniales, están más las relaciones entre personas de edades demasiado diferentes, está mal el sexo anal, está mal el sexo oral, está mal el sexo con condón, está mal el sexo sin amor, está mal el sexo entre parientes, está mal el sexo en el trabajo, está mal el sexo entre los curas, está mal el sexo en grupo... Hay más prohibiciones, que tienen que ver con aspectos más extravagantes o crueles del sexo, que no voy a mencionar, por si alguno a estas alturas se cree que pretendo convencer a la gente de que saltarse las normas es lo mejor del mundo.
La cuestión es que no todas esas prohibiciones nos atañen a todos (a mí lo de prohibir el sexo con condón me parece una soberana estupidez; pero me consta que hay quien no piensa lo mismo), pero forman parte del conjunto que irremisiblemente nos lleva a concebir el sexo como algo que en nuestras sociedades está permitido "excepcionalmente". Vamos, que sólo por casualidad no nos saltamos alguna norma cuando practicamos las relaciones sexuales. Para un católico fundamentalista, el sólo hecho de mantener una relación sexual con su pareja legítima, sin condón, por supuesto bien casado, y con el ánimo de pasarlo sencillamente bien, y no el de procrear, es ya un acto pecaminoso. Así que me imagino que debe de disfrutar de lo lindo con algo tan simple como masturbarse. Cuando el nivel de intolerancia de las normas es demasiado alto, saltárselas es de lo más sencillo.

Preguntas qué papel desempeña en morbo a la hora de interesarse o desinteresarse por una persona. Bueno, en parte ya lo he respondido con toda esta perorata. He mencionado lo de las fantasías sexuales porque creo que gracias a ellas se consigue muchas veces mantener el deseo dentro de una pareja que lleva demasiado tiempo conociéndose perfectamente. El morbo es un antídoto contra el aburrimiento.

Un saludo.

J
jeanne_5526810
7/2/03 a las 15:05
En respuesta a yuhao_8718622

El morbo de lo prohibido
La cuestión del morbo en las relaciones de pareja es la mar de interesante, pero no creo que explique por sí solo el hecho de la infidelidad o, digamos, de la búsqueda de otras relaciones fuera de la oficial. Más bien, ayuda a comprender por qué gusta "tanto".
El 2morbo" radica, a mi entender, en el hecho de hacer algo "prohibido". Y claro, en lo tocante a la infidelidad está claro dónde está el morbo. Pero ese morbo, ese impulso a saltarnos las normas, también forma parte, o puede formar parte, de una relación ordinaria de pareja. De hecho, las fantasías sexuales que practican las parejas cumplen esta función: se imagina lo que no se quiere, o no se puede, hacer; se transgrede la norma, aunque sólo sea mental o simuladamente, para procurarnos un mayor placer.
¿Por qué causa placer saltarse las normas? Esa es la cuestión difícil. Hay quien ve en los retos una prueba de su valía, y saltarse las normas es un reto. Pero en pocos ámbitos de nuestra vida nos saltamos tanto las normas como en el sexual. Todos lo hemos hecho (o lo hemos imaginado) alguna que otra vez, quizá porque las normas son demasiadas: está mal masturbarse, está mal ser homosexual, están mal las relaciones prematrimoniales, están mal las relaciones extramatrimoniales, están más las relaciones entre personas de edades demasiado diferentes, está mal el sexo anal, está mal el sexo oral, está mal el sexo con condón, está mal el sexo sin amor, está mal el sexo entre parientes, está mal el sexo en el trabajo, está mal el sexo entre los curas, está mal el sexo en grupo... Hay más prohibiciones, que tienen que ver con aspectos más extravagantes o crueles del sexo, que no voy a mencionar, por si alguno a estas alturas se cree que pretendo convencer a la gente de que saltarse las normas es lo mejor del mundo.
La cuestión es que no todas esas prohibiciones nos atañen a todos (a mí lo de prohibir el sexo con condón me parece una soberana estupidez; pero me consta que hay quien no piensa lo mismo), pero forman parte del conjunto que irremisiblemente nos lleva a concebir el sexo como algo que en nuestras sociedades está permitido "excepcionalmente". Vamos, que sólo por casualidad no nos saltamos alguna norma cuando practicamos las relaciones sexuales. Para un católico fundamentalista, el sólo hecho de mantener una relación sexual con su pareja legítima, sin condón, por supuesto bien casado, y con el ánimo de pasarlo sencillamente bien, y no el de procrear, es ya un acto pecaminoso. Así que me imagino que debe de disfrutar de lo lindo con algo tan simple como masturbarse. Cuando el nivel de intolerancia de las normas es demasiado alto, saltárselas es de lo más sencillo.

Preguntas qué papel desempeña en morbo a la hora de interesarse o desinteresarse por una persona. Bueno, en parte ya lo he respondido con toda esta perorata. He mencionado lo de las fantasías sexuales porque creo que gracias a ellas se consigue muchas veces mantener el deseo dentro de una pareja que lleva demasiado tiempo conociéndose perfectamente. El morbo es un antídoto contra el aburrimiento.

Un saludo.

El morbo
Una de las acepciones de la palabara morbo es el atractivo que despierta lo desagradable, lo cruel y lo prohibido...

Creo que el morbo en el sexo nos libera de tabúes, de ataduras morales, etc.,en definitiva nos hace más felices porque nos sentimos libres. Es cierto que el grado de "morbosidad" depende de factores como la religión, la cultura, la formación personal..., y constituye otra diferencia con el sexo animal porque además, en ocasiones, independientemente de que la relación séa o no considerada subjetivamente clandestina, nos atraen personas que nos dan morbo, que ni siquiera son interesantes o atractivas fisicamente, simplemente ocurre.

Saludos

S
shara_9739305
7/2/03 a las 17:08
En respuesta a tamsir_6873916

Ya que me obligas a matizar...
pues matizo, que pa' eso estamos.

Totalmente de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede sentir atracción física y deseo sexual por otra mujer o por otras mujeres y que su pareja le llene. Sostener lo contrario sería absurdo. Mejor no extenderse en esto, que es una obviedad.

También puedo llegar a estar de acuerdo en que un hombre con pareja estable puede llegar a realizar ese deseo sexual con otra mujer y que eso no signifique necesariamente una carencia afectiva. Pero convendrás conmigo que aquí ya hay un problema ético. Si no lo hubiera, a todos nos tendría que parece estupenda y fantástica la infidelidad. Mientras el deseo es difícilmente reprimible, realizarlo ya es otra cosa, porque somos libres de hacerlo o no hacerlo y al hacerlo incumplimos un compromiso. No se trata de ponerse "moralizante", sino de aceptar lisa y llanamente que hacerlo no está bien. Aunque supongo que a esto me vas a contestar, porque hay un montón de matices. Lo sé.

Hechos los matices, en lo que sí me reafirmo es en que si no se trata sólo de atracción sexual, sino de sentimientos -por simplificar-, no creo que un hombre con pareja estable busque en otra mujer la satisfacción de una necesidad o un anhelo que ya tiene cubierto. Aquí no me valen los ejemplos que pones del comer, del dormir, etc.

En todo caso, lo que plantea nuestra amiga es qué nos lleva a querer constantemente (o a menudo, o de vez en cuando, o lo que sea) la "conquista". Y yo dudo mucho que sea puro instinto animal.

Yo no sé qué opinarás tú. Pero yo creo además que se trata de una naturaleza sexual -la masculina- bastante frustrante y desorganizada. Caótica. En alguno de esos libros se viene a dar a entender que, en el fondo, el macho humano es sexualmente un desacompasado de la evolución de la especie, que ha sido marcada por la mujer.

Un saludo.

Necesito un consejo
Leí lo que escribes y se me hace interesante, podría ponerme en contacto contigo?
Necesito hablar con alguien de mi problema, mi mail es bb100@enfemenino.com

S
shara_9739305
7/2/03 a las 17:50
En respuesta a bocar_5827254

Las mujeres son un vicio
Si estoy lleno de amor, deseo Pasión para mi pareja............pero al dar la vuelta una mirada, un escote una mini esos movimientos como incitando al sexo me derrumban y me hacen ser infiel.
lo unico que podria decir a las mujeres gracias por ser asi.............

Por favor contéstame
Quiero saber más, quiero que me digas cómo funciona el hombre. Mi pareja dice amarme por sobre todas las cosas del mundo, pero... me es infiel... y no lo puedo entender.
Sufro porque no sé cómo debo reaccionar ante sus explicaciones, no lo entiendo. Por eso necesito que un hombre me explique cómo son estas cosas.

T
tamsir_6873916
7/2/03 a las 19:05
En respuesta a yuhao_8718622

Hola de nuevo.
Intentaré responderte a lo que me comentas. Para empezar, yo también dudo mucho que sea puro instinto animal lo que empuja a los hombres a la "conquista", como dice quien inició este debate. De hecho, lo que yo pretendía afirmar con mi mensaje anterior era esto precisamente: que sea lo que sea que nos empuja a desear a otras personas aparte de aquella con la que nos hemos comprometido, digamos, más seriamente, desde luego es un rasgo que tiene que ver muy poco con la "naturaleza" y sí con nuestra forma de ser intrínsecamente "humana". Por eso decía que los hombres comen por placer, además de para alimentarse; lo mismo que se hacen los remolones en una cama, más allá de su estricta necesidad de dormir. El sexo humano, lo repito, tiene muy poco que ver con el sexo de los animales.
Mira, estoy leyendo ahora una obra de Marcel Proust, archiconocida y que se llama "En busca del tiempo perdido"; no te comento esto para marcarme un pegote pedantorro, sino porque voy a citar un fragmento de la misma y tengo la obligación, creo, de decir cuál es la fuente. Más o menos, la frase dice así (habla el protagonista, o sea, el mismo autor, en relación a una chica que tiempo atrás le había atraído pero que no conseguía, y que ahora sí puede conseguir): el que ahora me fuese posible besar las mejillas de Albertine me producía un placer aún mayor que el hecho de besarlas.

Es a esto a lo que me refiero: el placer sexual del hombre muchas veces radica en la seducción, más que en la realización. Se convierte, por tanto, en una experiencia bastante cerebral, y mucho menos física. Creo que quien busca sexo con otra persona halla placer, sobre todo, en que encuentra a "otra" persona, y no tanto en que encuentre "sexo". Es justamente eso lo que nuestra pareja no nos puede proporcionar; el sexo sí, y el amor también; pero no puede dejar de ser quien es para convertirse en "otra" persona.
Sin duda, que hay mucho de insatisfacción en su propia vida de pareja por parte de quienes buscan a otra persona. Pero ya digo, esto es sólo describir lo que ocurre, lo que ocurre muchas veces, pero sólo explica una parte del fenómeno. Y la pregunta de quien ha iniciado el foro es por qué el hombre no cesa de hacer siempre lo mismo. Vamos, que está buscando un por qué más general, que explique por qué, pese a tener una pareja, pese a tener sus necesidades afectivas y sexuales cubiertas, sigue sin embargo buscando a otras mujeres.

En cuanto al problema ético del que hablas, claro que estoy de acuerdo contigo. Es un problema ético porque contraviene un precepto convenido por nuestra sociedad, como tantísimos otros. Esto no es discutible. Podríamos discutir, eso sí, por qué se le otorga tanta importancia a una infidelidad en el seno de la pareja. Sin duda que la falta de amor es un problema a la hora de soportar la presencia de alguien a nuestro lado; no soy un iluso. Pero soy de la opinión de que el problema real radica en esperar a que haya falta de amor para dar rienda suelta a un deseo que no podemos reprimir (sí, podemos no hacer nada; pero no podemos impedir pensarlo o soñarlo).
Aunque parezca una burrada lo que voy a decir, creo que es más sano para una pareja caer en la tentación de vez en cuando de disfrutar del sexo (o de la seducción) mientras seguimos amando a nuestro cónyuge, que dejar que ese deseo se vaya pudriendo y amargándonos hasta un punto que a fuerza de desear a otras y no conseguirlo, acabemos por aborrecer a la nuestra por tenerla siempre a la mano, y acabemos creyendo que ya no la queremos, cuando, en realidad, lo único que queremos es disfrutar de un buen postre aunque estemos perfectamente alimentados.

Y ahora la cuestión de por qué esto lo hacen más los hombres que las mujeres, que era lo que interesaba sobre todo a la creadora de la conversación. Bueno, esto lo respondí, creo, en el primer mensaje: es sólo una cuestión de oportunidad. El hombre lo hace más porque puede, porque sus riesgos sociales, psicológicos y biológicos son menores. Es así de simple. El que acabemos convencidos, los hombres, de que no está tan mal, y las mujeres de lo contrario, es porque, como decía, hemos aprendido a conciliar nuestra conducta con nuestra forma de pensar para no vivir continuamente angustiados por percibirnos como una pura contradicción. En definitiva, todos acabamos creyendo que lo que podemos hacer está bien, y lo que no podemos hacer está mal. Y así seguimos aguantando el tirón día a día porque, desgraciada o afortundamente, es mucho más lo que deseamos hacer que lo que podemos poner en práctica.

Por último: es lógico que esos libros que comentas mantengan esa opinión que expresas al final de tu escrito. Si no me equivoco, son obras de biólogos o de naturalistas, y no pueden dejar de ver en el hombre a un primate más desarrollado. Y claro, la vida sexual del hombre no puede tener otro fin que cualquier otra conducta de cualquier otra especie: la supervivencia. Pero el caso es que nuestra supervivencia no es un problema (y que me perdonen las personas que pasan hambre y frío, que desgraciadamente siguen siendo millones. Pero no son de otra especie. Son de la misma que aquellos que jamás pasan hambre ni frío; y sus papeles serían intercambiables sólo con cambiar de lugar). Nuestras necesidades están más que cubiertas en este sentido. Por eso un naturalista difícilmente podrá explicar por qué demonios se han ido un puñado de personas más allá de la atmósfera y se han jugado la vida (y la vida les han cobrado), como hemos podido ser testigos en estos días con el desastre del Columbia. Sé que doy un salto muy grande: hablamos de sexo y yo me voy al cosmos. Pero es que en el fondo es lo mismo: somos inconformistas y lo bueno que tenemos no nos impide pensar en qué puede haber de bueno en lo que desconocemos.
Como decía Blas Pascal: el mayor problema del hombre radica en que es incapaz de quedarse quieto en su propia habitación.

Un saludo.

PD: disculpa que me haya alargado tanto, pero es que hoy es viernes y me pillas con las pilas cargadas.

Totalmente de acuerdo
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y lo digo con pesar , porque me encanta discutir (es broma). También lo estoy con el otro mensaje sobre el morbo.

Naturalmente, no vamos a pontificar sobre lo que experimentan el común de los hombres. Pero supongo que tenemos la experiencia propia y la que intuimos que tienen los demás. Lo digo porque no es muy normal que los hombres hablemos de estas cosas.

Absolutamente de acuerdo en que el deseo es principalmente de seducción y no de realización y que es mucho más cerebral que físico. Y como dice timiviel, que nuestro órgano sexual es mucho más el cerebro que el pene. El deseo sexual del hombre es principalmente el de ser deseado. Al menos el del hombre sin genuinas desviaciones sexuales. Y en ese deseo de ser deseado juegan muy poco papel en principio los sentimientos. De ahí que en los hombres sea normal el deseo sexual sin sentimiento amoroso. E incluso que el amor por una mujer no anule el deseo sexual por otras mujeres y a lo que obligue es a reprimirlo. Obviamente esto no significa que nos dé igual una relación sexual por puro deseo que una relación sexual con la mujer a quien amamos.

También estoy de acuerdo en que puede resultar mejor a la postre no esperar a dar rienda suelta a lo que es sólo deseo sexual a que haya falta de amor en la pareja. Pero eso tampoco significa que uno se pueda tomar la infidelidad como una especie de medicina para el desamor en la pareja. Como he caído en la rutina, voy a echar una canita al aire, porque como espere mucho esto se va al traste. Lo digo porque sabemos que los hay que se justifican así. Pero lo que dices es muy real.

Y también estoy de acuerdo en general con lo de por qué los hombres lo hacemos más. Aunque aquí ya se me ocurren dos cosas que podríamos plantear. La primera es hasta qué punto es verdad que los hombres son más infieles que las mujeres. Últimamente se leen muchas cosas que intentan desmentir o al menos matizar ese mito. Aparte de la obvia consideración de que resulta muy difícil creer que el porcentaje de diferencia entre hombres que declaran que han sido infieles y el de mujeres se deba a que todos los casados lo son solteras, sería interesante saber si las mujeres opinan que, como grupo, mienten o no cuando se habla de infidelidad femenina. Yo no tengo ni idea.

La segunda cuestión es que se podría devolver a las mujeres la pregunta inicial de este foro. Si ellas se preguntan por qué tenemos una inclinación a la conquista, nosotros nos planteamos por qué ellas tienen -al menos, eso parece- el anhelo de que surja en nosotros el amor y una relación estable.

Por último, supongo que no está de más decir que, como inclinación, todos los hombres tenemos ese ánimo. Es físico. El tópico de que si un hombre nota que una mujer atractiva le desea se enciende en él el deseo es, por mi experiencia, absolutamente cierto. Como lo es que nos envanta desear que una mujer que consideramos atractiva nos desee. Y que si esa mujer atractiva se insinúa, nos es muy difícil resistirnos. Así de claro. Lo que no significa que no lo hagamos. En primer lugar, porque las mujeres no os insinuáis de forma explícita (al menos, a los casados). En segundo lugar, porque sabemos que si os insinuáis no estáis buscando lo mismo. Y en tercer lugar, porque, al menos algunos, limitamos la realización de ese deseo por amor a otra o por razones éticas.

J
jiayu_8521677
7/2/03 a las 22:24

Necesita demostrarse
El hombre necesita ser deseado ,sexualmente y engañado a la vez , se cree el centro de toda relación. Sin el no se creeria que el mundo igualmente giraria y es por esto que se siente motivado . Su busqueda es para probarse a si mismo que sexualmente es activo , el hombre sin su miembro acctivo se anularia como tal .Necesita sentir que su pareja disfruta con el y comprobar que las demas mujeres tambien lo encuentran viril....

Y
yuhao_8718622
8/2/03 a las 12:58

A todos, en general, y a dudavital, en particular
Bueno, pues ya que estamos de acuerdo Dudavital), me uno a tu propuesta de devolverle la pregunta a quien inició esta conversación: a ver, ¿porqué las mujeres no persiguen lo mismo que los hombres en las relaciones sexuales? Nosotros ya hemos ofrecido unas posibles explicaciones.

En cuanto a que en realidad lo que ocurra es, sencillamente, que nos dejamos llevar por un tópico que, como tantos otros, se cumple pocas veces, y en realidad las mujeres piensen y actúen en esto igual que nosotros, bueno, yo quiero creer que sí. Me cuesta creer, sin embargo, que tantas mujeres mientan acerca de lo mismo, así que me inclino hacia el término medio: hay más hombre infieles que mujeres infieles; pero el número de mujeres infieles es bastante mayor de lo que el tópico sugiere. Del mismo modo, también creo que las mujeres piensan en términos más radicales y negativos acerca del supuestamente irrefrenable deseo sexual masculino; pero me consta que puestas a desear, ellas también se ven sometidas bastante más a menudo de lo que, repito, el tópico sugiere, al desenfreno sexual.
Igual no sirve de mucho, pero bueno, ahí va el dato para las estadísticas: de las mujeres con las que me he relacionado, sólo una no tenía pareja, estaba casada o enrollada con mayor o menor grado de compromiso con otro hombre.
Quizá sea por eso que me muestre un poco escéptico ante la proclamada virtud general de las mujeres en este negocio, y no puedo evitar media sonrisa cuando alguien levanta un dedo acusador contra los (e, incluso a veces, las) que piensan como yo. Sobre todo, porque muchas veces están haciendo un daño mayor a esas mismas mujeres ante las que se erigen en defensoras, que el que hacemos los hombres, al reproducir ese mismo tópico y provocar, como siempre, el aislamiento, la discriminación, la sensación de extrañeza, entre aquellas otras mujeres que, repito, me parece a mí que son muchas más de lo que parece, que cometen el tremendo pecado (a su juicio) de desear a otros hombres estando casadas, de haber sido infieles alguna vez o, simplemente, sin estar casadas ni ser infieles nunca, hayan entendido el sexo como una práctica de la que se no se tiene por qué derivar necesariamente un matrimonio.

Creo que las mujeres, en este sentido, viven en una especie de confinamiento que el hombre no alcanza a comprender. La prueba está en que podemos hablar con toda libertad de nuestras infidelidades con otros hombres, y muy pocos de ellos llegarían a escandalizarse o a afearnos seriamente nuestra conducta. Parece que hayamos asumido nuestra debilidad en este sentido, y actuamos solidariamente. Tal vez perversamente e inmoralmente también, por aquello que ya hemos hablado de la falta de ética en toda infidelidad. Pero, en todo caso, un hombre infiel encuentra, o puede encontrar más fácilmente, aplauso y colaboración entre los demás hombres (sí, es así de real) mientras que las mujeres tienen que soportar sobre su conciencia el sambenito de ser, en el mejor de los casos, una persona que merece poca confianza.
A este prejuicio no contribuyen sólo las mujeres, por supuesto. Y son legión los hombres que jamás tolerarían una infidelidad de sus mujeres, aunque ellos sean infieles. Pero sin duda que para estos hombres que se sirven de su privilegio para abusar, la alianza de ese amplio sector femenino que piensa como ellos es una ayuda inestimable a sus propósitos, y una carga para el resto de mujeres que no piensan igual. Vamos, que las mujeres, como quien dice, tienen el enemigo en casa. Y es una pena.

Un saludo.
Otroquebusca@enfemenino.com

N
nazira_9938888
8/2/03 a las 21:31
En respuesta a yuhao_8718622

A todos, en general, y a dudavital, en particular
Bueno, pues ya que estamos de acuerdo Dudavital), me uno a tu propuesta de devolverle la pregunta a quien inició esta conversación: a ver, ¿porqué las mujeres no persiguen lo mismo que los hombres en las relaciones sexuales? Nosotros ya hemos ofrecido unas posibles explicaciones.

En cuanto a que en realidad lo que ocurra es, sencillamente, que nos dejamos llevar por un tópico que, como tantos otros, se cumple pocas veces, y en realidad las mujeres piensen y actúen en esto igual que nosotros, bueno, yo quiero creer que sí. Me cuesta creer, sin embargo, que tantas mujeres mientan acerca de lo mismo, así que me inclino hacia el término medio: hay más hombre infieles que mujeres infieles; pero el número de mujeres infieles es bastante mayor de lo que el tópico sugiere. Del mismo modo, también creo que las mujeres piensan en términos más radicales y negativos acerca del supuestamente irrefrenable deseo sexual masculino; pero me consta que puestas a desear, ellas también se ven sometidas bastante más a menudo de lo que, repito, el tópico sugiere, al desenfreno sexual.
Igual no sirve de mucho, pero bueno, ahí va el dato para las estadísticas: de las mujeres con las que me he relacionado, sólo una no tenía pareja, estaba casada o enrollada con mayor o menor grado de compromiso con otro hombre.
Quizá sea por eso que me muestre un poco escéptico ante la proclamada virtud general de las mujeres en este negocio, y no puedo evitar media sonrisa cuando alguien levanta un dedo acusador contra los (e, incluso a veces, las) que piensan como yo. Sobre todo, porque muchas veces están haciendo un daño mayor a esas mismas mujeres ante las que se erigen en defensoras, que el que hacemos los hombres, al reproducir ese mismo tópico y provocar, como siempre, el aislamiento, la discriminación, la sensación de extrañeza, entre aquellas otras mujeres que, repito, me parece a mí que son muchas más de lo que parece, que cometen el tremendo pecado (a su juicio) de desear a otros hombres estando casadas, de haber sido infieles alguna vez o, simplemente, sin estar casadas ni ser infieles nunca, hayan entendido el sexo como una práctica de la que se no se tiene por qué derivar necesariamente un matrimonio.

Creo que las mujeres, en este sentido, viven en una especie de confinamiento que el hombre no alcanza a comprender. La prueba está en que podemos hablar con toda libertad de nuestras infidelidades con otros hombres, y muy pocos de ellos llegarían a escandalizarse o a afearnos seriamente nuestra conducta. Parece que hayamos asumido nuestra debilidad en este sentido, y actuamos solidariamente. Tal vez perversamente e inmoralmente también, por aquello que ya hemos hablado de la falta de ética en toda infidelidad. Pero, en todo caso, un hombre infiel encuentra, o puede encontrar más fácilmente, aplauso y colaboración entre los demás hombres (sí, es así de real) mientras que las mujeres tienen que soportar sobre su conciencia el sambenito de ser, en el mejor de los casos, una persona que merece poca confianza.
A este prejuicio no contribuyen sólo las mujeres, por supuesto. Y son legión los hombres que jamás tolerarían una infidelidad de sus mujeres, aunque ellos sean infieles. Pero sin duda que para estos hombres que se sirven de su privilegio para abusar, la alianza de ese amplio sector femenino que piensa como ellos es una ayuda inestimable a sus propósitos, y una carga para el resto de mujeres que no piensan igual. Vamos, que las mujeres, como quien dice, tienen el enemigo en casa. Y es una pena.

Un saludo.
Otroquebusca@enfemenino.com

Hola "otroquebusca"
Si, tenemos al enemigo en casa, recuerda que se sigue ejecutando a mujeres por adulterio, y que hasta hace bien poco, aqui en España éra un grave delito para las mujeres, mientras que a los hombres se os aplicaba una simple multa.

Esto es dificil de digerir en tan poco tiempo. Seguimos sintiéndonos, en cierta forma, delincuentes, sobre todo las que ya tenemos cierta edad. Además, la herencia social perdura más que las leyes.

Un saludo



N
nadina65
9/2/03 a las 12:34

Hola conquistadora...
...es muy interesante lo que planteas,me han servido de mucho las respuestas.
Subo tu mensaje,pidiendo más aportaciones,respuestas de hombres que con toda sinceridad,nos ayuden a comprenderos.Gracias.
Un abrazo.

J
jeanne_5526810
10/2/03 a las 11:31
En respuesta a an0N_948489599z

Si nuvecita...
gracias por escribir amiga y ojala nos contesten mas, ya que este mal necesario llamdo hombre es digno de estudio y comprencion... un besito linda...

Subiendo...
...

A
an0N_948489599z
13/2/03 a las 17:13
En respuesta a nadina65

Hola conquistadora...
...es muy interesante lo que planteas,me han servido de mucho las respuestas.
Subo tu mensaje,pidiendo más aportaciones,respuestas de hombres que con toda sinceridad,nos ayuden a comprenderos.Gracias.
Un abrazo.

Gracias...
amiga por tu comentario... si necesitamos comprender y entenderlos aun mas, solo asi podemos llevar una buena relacion, gracias a todos los varones que nos han escrito, es muy valioso lo que nos dicen, necesitamos entender lo que hay en vuestros corazoncitos... un besito para todos...

A
an0N_948489599z
13/2/03 a las 17:43

Mi querido amigo otroquebusca...
es muy interesante lo que has escrito, y no creas que lo he pensado de igual forma, el hombre para ser infiel lo es con otra mujer...asi que creo que estamos en igualdad en ese tema... ahora,cuando el hombre es infiel, es aplaudido,asi lo has dicho, y es verdad, en cambio cuando las mujeres son infieles se nos condena y aparta se nos critica hasta la condicion de madre, se nos tarja con una cruz la cual nunca podemos borrar, tambien veo que no podemos generalizar si no escribir en este punto lo que es general...estas y otras preguntas las he hecho muchas veces a distintos hombres y las repuestas son muy similares... los hombres piensan de la cintura hacia abajo y las mujeres con el corazon... cosa que yo veo que es una problematica de educacion social, se nos prepara de esa forma, sobre toto en mi sociedad latina tan restrictiva... nos enseñan a que debemos cuidarnos para aquel ser especial...y los hombres en cambio tienen que experimentar y aprender todas las artes del sexo en una forma amplia y sin complicaciones ... no creas que soy una experta en el tema de educacion sexual, pero por lo que me he informado, los hombre y mujeres se exitan y se pueden reprimir de igual forma( esto en forma fisiologica) la diferencia esta en la parte sicologica social... lo que nos enseñan como escribi mas arriba... ahora mi punto es el porque los hombres teniendo una mujer a su lado y dicen ser complacidos y sentirse felices con ella, buscan a otra mujer?... lo he preguntado tambien... la respuesta que obtuve fue la conquista de lo desconocido, esa sensacion de comenzar y coqueteo que es tan rica, tan sensual, lo preliminar a una relacion... lo puedo entender. pero aun me queda esa sensacion de bacio con esa respuesta, y se que a toda mujer, nos gusta que nos coqueteen y coquetear, yo lo hago, me encanta, pero no doy pie a mas, por que tengo a mi pareja y deseo ser para el, deseo que mis caricias, mi sensualidad, mi poder de seduccion, mi cuerpo, sea para su goce...y asi aprender a ser yo y el mejor... eso para mi es entrega, no creo que particularmente, yo podria mantener relaciones con dos o tres a la vez, no me podria entregar de la misma forma... creo que una mujer necesita concentrase y prefeccionarse con aquella persona que la complace, mima y atiene y asi uno complacer, mimar y atender...y me pregunto... para que dispersar las energias, para que perder tus energias en opciones si las puedes perfeccionar con la persona que amas y puedes llegar a sentir una total entrega, esa entrega especial de cuerpo y alma y que muchos no la sienten porque la disgregan...
un besito amigo, espero haber podido aclarar tus preguntas... ojala nos sigamos escribiendo y que muchos mas hombres y mujeres nos opinen, asi aprendemos todos y podemos perfeccionarnos ...
conquistadora@enfemenino.com

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