¡ Hola !
Supongo que hay que estar loco de remate para atreverse a proponer a una desconocida que pose desnuda para un simple aficionado a la fotografía. Parece algo tan sencillo y natural que cuesta entender el rechazo al que uno se enfrenta sistemáticamente cuando hace esta pregunta. Empiezo realmento a creer que el fotógrafo es un ladrón de almas que infunde, aparentemente, muchísimo más miedo que cualquier desconocido al que estaríamos sin embargo dispuestos a entregar cuerpo y alma con tal de que sea bello y discreto. ¿ Entonces ? ¿ Qué riesgos conlleva ? Explicádmelo por favor. Me haríais un gran favor y tal vez entonces deje de soñar con retrataros entre las rocas redondeadas y sensuales de la sierra o apoyadas contra el tronco retorcido y resquebrajado de algún alquornoque milenario...