En respuesta a an0N_800144099z
Les cuento mi relato real, esto sucedió ya hace un buen tiempo. Mi vecino de nombre José era muy simpático, muy agradable y muy mano larga jaja. Resulta que eramos un grupo de amigos que acostumbrabamos a salir a todos lados juntos, casi siempre lo hacíamos, a este grupo se unió José; al principo debo confesar que no me gustó para nada; pero conforme pasó el tiempo me fue llamando la atención por sus miradas atrevidas. Todo empezó en una fiesta a la cual ambos asistimos; él había tomado unas copitas, yo estaba con el grupo de amigas cuando se acercó a mi para invitarme a bailar , yo acepté, estuvimos bailando un buen rato y divirtiéndonos de lo lindo, cuando empezó una musiquita lenta, romántica a escucharse y sin pensarlo más me pegó a su pecho tomándome de la cintura, asi estuvimos un buen rato hasta que empezó a besar mis labios, yo le correspondí igual; esto se empezó a poner más atrevido cuando sus manos bajaron hacia mis nalgas apretándola cada vez más y más; discretamente con su pecho sobaba mis tetas bien rico, yo acerqué mi pierna a su sexo, el cual ya estaba erecto, eso me excitó demaciado; cuando de repente se apagaron las luces y empezó la gritadera en el lugar debido a la obscuridad; pero José y yo no perdimos tiempo, sentí su mano adentrándose a mi tanguita buscando como loco mi conchita, yo sin pensarlo más levanté la pierna para que él pudiera tocarme mejor, solamente pude exclamar un ahhhh bien rico cuando sentí sus dedos metiéndolos a mi conchita, la cual ya estaba super lubricada, empezó a masajear bien rico mi clitoris; apenas tuvimos tiempo de separarnos cuando se predendieron las luces nuevamente, ese día debido a las circunstancias no pasó nadamás. La siguiente vez nos reunimos en su casa, todo el grupo de amigos como siempre, esta vez discretamente nos separamos del grupo y nos fuimos a la parte trasera de la casa, empezó a besarme como loco, desabrochando mi blusa, dejando mis pechos descubiertos, los cuales empezó a chupar desesperadamente, mientras su mano se metía de nuevo a mi tanguita introduciendo sus dedos lo mas profundo dentro de mi cosita, los metía y los sacaba con una desesperación a más no poder, yo le metí la mano dentro del pantalón, tocando ese pene duro y grueso( enorme la verdad ). Me dijo que no podia más, que buscara la manera de llegar a su recamara sin que nadie se diera cuenta, y asi lo hice, Dios, cuando me di cuenta ya ambos estabamos desnudos en la cama, yo con las piernas super abiertas y él metiendo y sacando el dedo dentro de mi conchita, cuando sentí su boca calientita chupándome mi rajita y succionando como loco mi clitoris, yo le correspondí igual, me tragué ese pene enorme y grueso, lo lamía bien rico mientra miraba sus ojos de placer; me puso en cuatro patas sobre la cama y me empezó a penetrar bien rico, primero por la conchita y luego por el culito... Que locura, trataba de ahogar mis gritos para que los amigos no se dieran cuenta de nada, pero era casi imposible porque me daba tremendas embestidas hasta explotar juntos. Esa fue la primera de muchas veces que la pasabamos rico, ya que después de ese día nos hablabamos por teléfono para vernos en su casa cuando se encontraba solo. También cuando salíamos en grupo al cine, soliamos sentarnos juntos, y mientras veimos la película, le abria las piernas para que metiera sus dedos en mi conchita, me sobaba bien rico el clitoris, al mismo tiempo que yo lo masturbaba con mi mano, que ricos orgasmos nos dabamos.
Todo quedó en el pasado, ahora José es todo un señor casado, aunque aveces me insinua encontrarnos de nuevo, debo confesar que no lo hemos hecho,ya que ahora estoy repitiendo esta experiencia con un compañero de trabajo el cual me hace unos orgasmos riquísimos, y yo a él.