Soy una mujer de 34 años,bastante tradicional,madre de una hija de 6 y felizmente casada desde hace 7.Tengo una cadena de tiendas de ropa por la zona de Extremadura y mi marido se dedica a la construcción.Vivimos desahogadamente,pero es cierto que nuestras labores profesionales ocupan la mayoría de nuestro tiempo.Estuvimos 5 años de novios antes de decidir casarnos.Nuestra vida sexual siempre fué muy buena,con sus momentos peores y pequeñas crisis,como cualquier otra pareja.Desde que tuve a mi niña,y coincidiendo con la convalecencia por maternidad,mi deseo sexual descendió bastante.Al principio mi marido lo entendió y se adaptó.Además con la ilusión de tener a la peque con nosotros esa falta de actividad sexual pasó a un segundo plano.Después,una vez que la niña iba creciendo y el volumen de trabajo y ocupación diaria también,el sexo entre nosotros simplemente desapareció.Como si fuera un acuerdo tácito,las veces que dormíamos juntos(digo"las veces" porque ambos viajamos mucho y es frecuente que pasemos dias sin vernos)ni siquiera se hablaba del tema.Me considero una mujer atractiva y lo exploto con cierta frecuencia a la hora de coquetear profesionalmente con mis clientes.Sé que es mucho más fácil venderle algo a un hombre si eres guapa.Mi marido es un hombre elegante y físicamente se cuida mucho,por lo que nuestra falta de deseo era algo circunstancial,por cansancio y rutina,más que por rechazo físico.El caso es que con mis continuos viajes y estancias en lugares diferentes,me relaciono con muchos hombres.Casados,solteros,guapo s ,feos...Me doy cuenta enseguida de que les atraigo y"tontean" mucho conmigo,y he de confesar que este jugueteo me gustaba cada vez más.Gracias a esto fuí recuperando mi deseo sexual.En cada encuentro de negocios había un componente sexual implícito que cada vez me excitaba más.Veía las miradas de los hombres,sus insinuaciones,sus indirectas...Y yo jugaba y me daba cuenta de que esa seducción se estaba conviertiendo en algo peligroso,porque el deseo sexual iba creciendo en mí y con él el temor a una infidelidad.Con tanto viaje y tanto tiempo sin tener sexo empezó a despertar de nuevo mi líbido.Cuando podía dormir con mi marido le buscaba en la cama...Pero no le encontraba.Definitivamente yo había recuperado mi sexualidad,pero él no.Poco a poco se convirtió en algo casi obsesivo.Me fijaba en los hombres más de la cuenta.En sus manos.Sus bocas,sus ojos...Imaginaba cómo serían en la cama.Me veía a mí misma en escenas sexuales salvajes con desconocidos...Al principio me incomodaban mi propios pensamientos,pero después empecé a recrearme con ellos.Desee que se me acercara uno de esos hombres guapos y dejarme llevar por la aventura,pero por circunstancias,los que se me acercaban no conseguían satisfacer mis gustos por vivir una experiencia erótica extramatrimonial.Así,una noche,sin saber como,en un hotel de Madrid me ví metida en internet,buscando en las páginas de contactos profesionales.Supe que si quería vivir algo relacionado exclusivamente con el sexo puro y duro,debía tratar de que hubiera el mínimo compromiso posible y todo quedara en un aquí te pillo,aquí te mato.Estuve mucho tiempo mirando los anuncios de chicos de compañía.Había de todo y la mayoría hacía que mi líbido descendiera en vez de lo contrario.Faltas de ortografía,fotos penosas,penes erectos sin ningún tipo de erotismo...Hasta que dí con lo que verdaderamente estaba buscando.Un hombre aproximadamente de mi edad,culto,súper masculino,atractivo,cuerpazo.. .Ya que estaba a punto de cometer una infidelidad,que fuera algo de lo que no me arrepintiera.Además,la sóla idea de saber que iba a gustar al hombre al que iba a pagar por follarme me excitaba muchísimo.Suponía e imaginaba que este tipo de hombres están acostumbrados a que les contraten mujeres mayores o poco atractivas.Y saberme guapa y que iba a ser yo quien pagara por este servicio me hacía imaginar la excitación del gigoló al verme...Y me ponía cachondísima.Así es como decidí contactar con Adrián.Sin duda,el hombre diez.Me sorprendió que un hombre como él no cobrara el triple de lo que cobra.Fué increíble.Las sensaciones que tuve en los brazos de ese hombre,dejarme llevar y sacar esa ... juguetona que llevamos dentro todas las mujeres y que es capaz de volver loco a cualquier hombre...Fué una maravilla.Tengo que confesar que pude expresar todo mi deseo y excitación gracias a él.Con otro hombre hubiera sido imposible.Lo importante de una fantasía es que aunque las sensaciones están dentro de ti,estas no se manifiestan igual en el momento de decidirte a vivir dicha experiencia si la persona con la que la vives no es realmente la que tú desearías.En este sentido todo fluyó de manera perfecta.Mi deseo,mi excitación...Y Adrián.Un sueño de hombre.El macho que cada mujer soñaría tener en su cama...Y lo que fué un plan para vivir una aventura aislada se ha convertido en una costumbre.Cada vez que viajo a Madrid me siento más mujer que nunca.Me cito con Adrián en el hotel y me siento la mujer más feliz del mundo.Él sigue respondiendo en su email privado a todas las mujeres que deseen sentirse como me siento yo cuando nos encontramos:
adrianescort@hotmail.com
Un beso a todas.
Ana María.