Llevo 8 años con mi pareja. Actualmente vivimos juntos y tenemos un hijo de casi 6 años. Él siempre ha sido un hombre bueno: cariñoso, generoso, comprensivo.
Cuando lo conocí me contó que tenía una hija de 3 meses, que se había separado de la mamá de su hija porque no se llevaban bien y que ya no tenían ninguna relación.
Durante mucho tiempo fuimos infinitamente felices.
Al pasar los años, por esas casualidades y vueltas que da la vida, me enteré por un familiar suyo que mi amado, el hombre con el que yo quería pasar el resto de mi vida, tenía un hijo 9 meses menos que mi hijo con la misma mujer madre de su hija. El mundo se me vino abajo, lloré a mares. No me podía consolar: pensar que me traicionó, que me engañó y me ilucionó en vano. Él intentó todo el tiempo defenderse: que no quería a la mujer, que él me amaba a mi, que quería estar conmigo, que la mujer se embarazó y todo lo planeó y puras excusas ...
Cuento corto: al tiempo volvimos a estar juntos porque yo no podía estar sin él, lo amaba tanto que mi vida no era nada sin él y que juntos sabríamos sobrellevar cualquier problema. Pero ya han pasado varios años y no es así: aún no lo puedo superar y en cualquier discusión se me viene a la cabeza esta traición y se lo saco en cara a cada rato. Este niño ha sido un problema para mi, pero en silencio.
No sé realmente cómo sobreponerme a esto y que no me importe. (Para colmo esta maldita víbora rastrera se vino a vivir a una cuadra de mi casa). Aveces pienso que no me importará más el día que deje de amarlo.