Una vez, cuando todavía éramos novios, le pregunté a mi mujer cuantos amantes había tenido y resultó que fueron cinco los que disfrutaron de ella antes que yo. Debo decir que ella tenía 23 años recién cumplidos cuando empezó a andar conmigo.
El 1 y el 2 fueron dos chicos con los que salía y con los que mantuvo una relación estable. El 3 y el 5 fueron producto de la típica noche loca que comienza con unos vinos y termina en la cama de un listillo que supo reconocer la oportunidad y aprovechar su momento. Asi empecé yo también, por cierto: la conocí una tarde de viernes en un pub y de madrugada ya estábamos follando como locos. Debo confesar que entonces creí que era la típica golfilla facilona que se baja las bragas con la misma rapidez con que Clark Kent se convierte en Supermán. En aquél momento no pensaba que me iba a enamorar y a compartir la vida con ella.
El 4 era el típico compañero de la pandilla del instituto que ya por entonces le había metido mano y todo eso, pero ella no quiso pasar a mayores pues por entonces no estaba preparada. Fue años después, cuando ella estaba en la universidad, que el tipo adquirió el privilegio y la sana costumbre de beneficiársela cuando ella volvía a casa de vacaciones desde la ciudad donde estudiaba y donde yo la conocí. Me dijo que era un chico que le gustaba como compañero de juergas y de cama (era por lo visto un amante magnífico y considerado) pero para tener una relación de futuro.. Lo bueno fue cuando mi mujer me confesó cuando ya llevábamos años de casados, una noche que estábamos en la cama y ella estaba especialmente "motivada" pues veníamos de cenar fuera y de tomar unas copas, que todavía se había acostado con él tres veces durante unas vacaciones Navidad cuando ya había empezado a salir (y acostarse) conmigo. Dijo que entonces no pensaba todavía que lo nuestro fuera muy serio y por eso lo había hecho, pero que desde que llegó a esa conclusión jamás me había traicionado. Lo curioso es que a mí me puso a cien pensar que otro se la hubiera follado cuando yo pensaba que ya era mía, y aquella noche la follé como pocas veces lo hice.
Este tipo, el 4, es el único al que conocí en persona pues un día nos lo encontramos por la calle, se saludaron y se besaron, y luego ella me lo presentó: "Mira, este es X del que ya te habé en alguna ocasión".Él se dió cuenta en seguida de que yo conocía la historia pues con una sonrisita maliciosa me dijo que no sabía yo la suerte que había tenido con una mujer como esa. "Ya -pensaba yo- lo sabes porque te la conoces de memoria hasta en sus lugares más recónditos". Debo confesar que fue muy morboso hablar delante de ella con un tipo que en numerosas ocasiones la había besado, acariciado, chupado sus partes más íntimas y que se había corrido en su sexo y en su boca, tragándose ella su semen.
En fin, que mi mujer tiene su pasado como casi todo el mundo y que disfrutó en su juventud lo que consideró conveniente. Para mí ha sido y sigue siendo una maravillosa esposa, compañera y madre de mis hijos. Y siempre me ha sido desde que está conmigo...bueno, salvo aquellas Navidades, je, je, je...
Por último voy a confesaros, por si alguien me comprende, que me llena de orgullo y satisfacción, que me da mucho morbo, pensar que hay por ahí cinco tipos que disfrutaron en su día de lo que yo llevo muchos años disfrutando. Que quizá a lo largo de los años hayan pensado en ella y que alguno, tal vez, todavía ahora se haga una pajilla de vez en cuando a su salud, en recuerdo de aquella chica a la que se follaron y de la que disfrutaron convenientemente en su momento