Para comenzar por algo, diré que me estoy consumiendo en mi propia obsesión y angustia, que ésto no me deja ser feliz, que me imposibilita abrirme y ver más allá. Que incluso pienso que estoy algo paranoica.
Tengo 29 años, soy jóven, estoy sana, tengo un buen trabajo, y en general las cosas me van bien. Me casé muy jóven y hace 2 años y medio decidí separarme. Mi matrimonio fue para mí, unos años apagados en los que, para salir de la rutina, recurrí a las infidelidades y mentiras, a engaños terribles... ya que él era una persona cerrada en su mundo, adicto a algunas sustancias, y totalmente indiferente hacia mí.Con lo cual tuve que buscar alguna salida a mi rutina diaria, y juro y perjuro que intenté mil cosas antes de engañarle así, pero no funcionaban, aunque yo le quería.
Tras separarme viví una temporada sola, salía con un grupo muy majo, estaba muy feliz y realizada. Conocí a un chico con el que en un principio sólo nos veíamos de tanto en tanto y queríamos únicamente una relación de amistad con apego... aunque, finalmente, la cosa se afianzó. Es la típica persona, con la que puedo compartir inquietudes, libros, cine, la misma música. Es sensible, culto, inteligente, detallista, cariñoso, y el sexo con él, es algo de lo que nunca me canso.
Hace una temporada que vivimos juntos, y la convivencia, en cuanto a reparto de tareas y etc., es muy buena. El problema es.... que me he obsesionado.
Por primera vez siento un cariño y un amor sincero, y para nada pienso en ser infiel, pero... siento que le estoy presionando demasiado. Estoy todo el día pendiente de su actitud, si le veo serio, creo que piensa en nosotros (negativamente, claro), si le suena el móvil, pienso en quién debe ser... a veces, creo ver en él las mismas señales de cuando yo estaba con mi ex. Es decir, los mismos comportamientos y actitudes esquivos. El decir "te quiero" pero tal vez no sentirlo... si disminuye su deseo sexual por mí, me acuerdo de que yo estaba igual con mi ex...
Mi obsesión ha llegado hasta un punto límite. En alguna ocasión hemos hablado de ésa falta de confianza de mí hacia él, y me dice y repite que él no me hace tantos interrogatorios, que por qué me preocupo tanto por él, por cómo está.. intento no volver a caer pero luego, otro día, cuando le veo serio, mis temores acechan sobre mí de nuevo.
De verdad os digo, es como un pitido en la cabeza que me hace estar alerta todo el día. Como si ésa noche al llegar a casa, me fuera a decir que ya no me quiere.
Pienso 2 cosas, una es que para él esto no debe ser fácil y si sigo presionando de ésta forma, por mucho que me quiera me puede engegar, y la otra es que como me estoy martirizando, INCLUSO HE PENSADO EN SI NO ESTARÍA MEJOR SOLA!! Pero la verdad, nunca antes me he enamorado así, y nos complementamos mucho...
Así que debería hacer el esfuerzo.
No sé, qué creéis de todo ésto, quizás tenga un problema grave mental y no me doy cuenta? ... estoy asqueadita !!